"Durante mi
reciente visita -casi relámpago- a la bella Colombia, no hubo tiempo suficiente
para incursionar, tal como hubiera sido mi deseo, por su espléndida geografía y
arcanos misterios ancestrales. Desde la cultura San Agustín a los muiscas, desde
Facativá hasta Alto de las Piedras, los ítems serían muchos y variados; ya no
faltará oportunidad. Pero, cuando menos, pude completar un ansiado deseo casi de
mocedades: visitar el Museo del Oro de Bogotá. Porque allí es donde, desde las
apasionadas lecturas de "El Oro de los Dioses" hasta los audiovisuales de Fabio
Zerpa -una vez más, rememorando ilusiones casi infantiles- estaban esas
reproducciones de modelos aeronáuticos que semejaban aviones.
-
- La famosa "balsa muisca"

Y allí siguen estando, por
cierto." (...) Para
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