El trabajo que ustedes se aprestan a leer resume años de experimentos, cierto es que en ocasiones irregulares en su distribución por el tiempo, dentro de los cursos de nuestro instituto, el Centro de Armonización Integral. Debo admitir –no sin cierto dejo de rubor– que en numerosas oportunidades he aprovechado ese hetereogéneo y anímicamente muy bien dispuesto y motivado grupo de entusiastas que suelen conformar el alumnado de mis cursos, para realizar distintos ensayos y experiencias sobre los cuales, ciertamente, trato de construir mis hipótesis y teorías de trabajo. Obviamente que con el consentimiento de los mismos –en verdad, es muy raro que un alumno no encuentre atractiva y excitante la idea de participar de experiencias parapsicológicas– uno de los temas en que más he profundizado es el de las llamadas escotofotografías o psicofotografías. Las escotofotografías (“eskotós” en griego significa “oscuridad”, por la particular forma de obtener las mismas) también integran lo que popular –pero quizás ambiguamente– se ha llamado “fotografías espirituales”. (...) Para leer más, hacer click aquí.