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Sent: Monday, November 21, 2005 8:33 AM
Subject: conmvedora historia de una cerdita que luchó hasta el
final por su libertad
Este es un frío reporte periodístico de
la conmovedora historia vivida por una intrépida cerdita camino al matadero
que luchó hasta el final de sus fuerzas por cumplir el sueño que tanto
anhelaba de vivir libre y feliz. Ella representa a los millones de animales
esclavizados y asesinados en todo el
mundo.
Martes 15 de
Noviembre, 2005 - Bangor Daily News
Una cerda de 280 libras brincó cuando iba para un matadero de Bangor, ella
consideró que la luz roja era su oportunidad y saltó del acoplado de madera
dentro del que viajaba en un intento por interrumpirlo. Cuando su dueño paró
en un semáforo en la esquina de Oak y Main streets cerca de las 11:30 de la
mañana la cerda, que anhelaba la libertad, saltó por su vida y correteó abajo
del camino hacia la calle Lincoln.
La cerda rosada con manchas marrones huyó cuando los oficiales la
persiguieron por Birch Street a través de varias yardas antes de que ella
parara en la avenida Bayview para descansar después de cerca de 30 minutos de
libertad.

Ella estaba cansada así que se acostó, "dijo el oficial de policía de
Ellsworth Daniel Owens, que persiguió a la cerda junto con el oficial Chad
Wilmot. "Ese es probablemente el mayor ejercicio que ella ha tenido en su
vida." Los oficiales de policía y los bomberos la rodearon, colocaron una
cuerda alrededor de los hombros de la cerda y enlazaron su cuello con una
cuerda que usan para cazar perros.
Ellos intentaron arrastrarla de nuevo al acoplado usando una camilla de
plástico flexible pero la intrépida cerda no haría nada por esto; ella
protestó frunciendo los labios rosados y dejando salir fuertes chillidos que
hicieron a las personas presentes hacer una mueca de dolor.
Con ayuda de los dueños del cerdo, que viven en Bar Harbor, la policía y
los bomberos tuvieron la suficiente fuerza para poner al tenaz animal en el
acoplado, donde se tiró en una pila de las manzanas sucias y cerró sus ojos.
Sin decir mucho, los dueños saltaron a la cabina del camión y siguieron curso
para el matadero.