Silvana Bujan acaba de recibir el premio
Latinoamericano y del Caribe
del Agua.
Estos fueron sus tres minutos de exposicion ante representantes
de las embajadas,
del PNUMA, de UNICEF y varios más.
Provengo de un pais rehén de las corporaciones fundamentalmente mineras y agrícolas.
Un pais que en 20 años ha perdido la soberanía sobre sus bienes comunes.
Un pais con un temible grado de cooptación de académicos y funcionarios, formateados para NO VER que regiones enteras están perdiendo sus suelos, sus aguas y sus campesinos.
Argentina es un desierto verde de soja transgénica. 20 millones de hectáreas sin gente y sin biodiversidad.
Los censos nacionales señalan que hemos perdido el 80% de nuestros bosques debajo de esa alfombra verde y silenciosa.
Y el agua de toda esa enorme región, se ha tornado imposible para la vida.
Argentina en su espalda recostada en los Andes está siendo saqueada de sus minerales. Las comunidades andinas lo están perdiendo todo, pero básicamente, están perdiendo el agua, que ahora baja contaminada con los químicos que utiliza la minería a cielo abierto en la montaña.
Por eso, cuando un trabajo periodístico que cuenta estas cosas es premiado internacionalmente, nos abre una lucesita de esperanza pues nos lleva a pensar que los millones de argentinos que no tienen voz en la mayoría de los medios masivos que financian las corporaciones responsables de estos desmanejos, podrán, algún dia, ser oídos.
Agradezco de corazón este premio y lo dedico a los millones de compatriotas y latinoamericanos que reunidos en colectivos, en asambleas, en organizaciones no gubernamentales luchan a diario para defender su tierra, su modo de vida, su calidad de vida, su agua vital.
Y a los colegas que deciden decirlo, empecinadamente y aunque a veces les cueste su estabilidad laboral, y en ocasiones, la vida. Para todos ellos, gracias.
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