El Cristo de yeso
Nuevamente el Mesías se dispone a morir,
es un acto bárbaro que la sociedad religiosa explote esta injusticia,
el Mesias en el madero,
las flagelaciones,
la injusticia hasta el infinito,
se llega incluso a transmitir la crucifixión de algún flagelante,
pero el Maestro está ahí,
siempre lo ha estado,
por siglos cerca de la humanidad,
dándoles vida en abundancia,
lo que pasa es que no hemos aprendido a vivir,
menos a morir,
no hemos detectado sus pasos cercanos,
la estructura social,
las religiones
esos sepulcros blanqueados,
lleno de gusanos e inmundicias por dentro,
han logrado sus propósitos,
convertirnos en seres vacíos de espíritu,
el planeta se revienta,
la Naturaleza cumple sus ciclos,
muerte,
vida,
equinoccios,
verano,
invierno,
la Madre Natura no conoce de conceptos sociales,
ni religiones,
ni planes,
ni suplicas
solo obedece a los Dioses de la creación,
a los arquitectos,
ellos deciden cuando el Padre de la Creación lo disponga,
El Maestro se dispone a morir,
la humanidad no tiene idea si celebra o conmemora,
las carreteras se llenan de gentes ansiosas de ruido,
cuando llega el Maestro silencioso a nuestra conciencia,
dispuesto a darnos la inmortalidad,
le damos una bofetada en pleno rostro,,
“aléjate de mi”, le decimos,
acuérdate que en esta época debes estar muerto
así es mejor,
lo dice la tradición,
me siento más cómodo con usted en el madero,
le decimos,
sin embargo las calles se llenan de flagelantes,
los cristos de yeso son cargados,
no dicen nada,
ni un murmullo sale de sus gargantas de yeso,
pero la humanidad está ansiosa que ese cristo de palo haga un milagro,
le solucione sus problemas básicos,
que de una señal a la humanidad,
pero su silencio es escalofriante,
mientras el verdadero Mesías se dirige a su destino,
cargado con su cruz antigua,
tratando de despertarnos,
motivarnos,
pero no detectamos sus pasos y presencia,
preferimos al Mesías de yeso,
el puede ser transportado,
cambiado y manipulado,
es el Mesías de esta generación,
no habla,
no come,
no caga,
es ideal para dormirnos más.
Nuevamente el Mesías se dispone a morir.