
He
aquí, lo que yo he leído en los rostros de los hombres,
en
el libro del mundo, en las estrellas del cielo.
Sé
que yo, y sólo yo, seré el artífice de mi destino.
Sea
para bien o para mal, yo trazo hoy el sendero que recorreré mañana,
y
en esta existencia edificaré la próxima.
Mi
Yo Superior, Ese que Soy en verdad dentro de este cuerpo de carne que utilizo
ahora,
sobrevivirá
siempre en la eternidad.
No
puedo hacerme ninguna ilusión de poder escapar a los efectos de la causa que
haya provocado,
ya
sea negativa o positiva.
Los
efectos posteriores serán más duros para mí, si las causas que los hayan
producido se repiten, desobedeciendo a la conciencia iluminada por la
consciencia.
Yo
sé que errar es imprescindible para conocer.
Sin
embargo, perseverar conscientemente en el error,
significa
ir al encuentro de pruebas durísimas,
cargadas
de dolor y de sufrimientos difícilmente evitables.
El
mal que yo cometa como consecuencia de la repetición pertinaz de las causas
negativas,
no
me será perdonado por quien preside la ley evolutiva de las cosas creadas.
Por
eso, me es tan necesario conocer y asimilar esta verdad eterna,
si
quiero ascender hacia la real felicidad del sublime Bien.
Omraam Mikhaël Aïvanhov