LA VENTA DE PARAISOS Y NIRVANAS.
La moda de la Nueva Era
da para todo. Hoy en día abundan las escuelas pseudo esotéricas que proclaman el
advenimiento de una Era Dorada, para la humanidad venida del cielo en la que no
habrá dolor, ni sufrimiento. Como por arte de magia, se acabarán las guerras y
las injusticias, ya no habrá hambre ni enfermedades y todos los seres humanos
vivirán en paz y hermandad.
Dicen los apologistas de estas doctrinas que vendrán ángeles,
profetas e iluminados a instaurar un Nuevo Reino, que los hombres despertarán
facultades sorprendentes como la telepatía o la clarividencia, que nacerán hijos
superdotados y se vencerá la muerte misma con la inmortalidad.
Para otros, serán los
extraterrestres que vendrán en fabulosas naves a salvarnos, y llevarnos a un
mundo de amor y bienestar, de
felicidad eternas.
¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Será
posible que de la noche a la mañana se termine el mal en el mundo sin esfuerzo
previo?
Escrito está con palabras sagradas que en el fin de
los tiempos, vendrían falsos profetas a engañar a la humanidad, y hoy abundan
como la mala
hierba. La cruda realidad de los hechos nos demuestra lo contrario a los
optimistas pronósticos de estos vendedores de paraísos y nirvanas que más por
negocio o anhelos de fama, inventan sueños delirantes que muchos incautos creen y
caen en las redes de la moda New Age.
La cruda realidad de
los hechos nos muestra que en el mundo hoy más que antes, se agudizan las crisis
y conflictos sociales, las guerras, el hambre, las injusticias, las enfermedades,
la destrucción gradual de la naturaleza, etc. Son los hechos, los que hablan por
sí solos para desmentir a estos impostores y falsos profetas.
Su propósito es
además, desviar a las personas del verdadero propósito de la existencia. Resulta
mejor sentarse en el cómodo sillón del conformismo a pensar que “todo está
bien”, para esperar impasibles el advenimiento del Edén, la redención y la
felicidad eternas.
Esta clase de
personas, los fariseos de hoy en día, son como afirmaba el V.M Samael Aum
Weor, “ciegos guías de ciegos y candidatos seguros a la muerte segunda”. Porque
“angosta es la puerta que conduce al reino de los cielos y ancha la que conduce
al Abismo”. Ninguna persona se autorrealiza por inmanencia, sin un esfuerzo de su
parte, sin renunciar a este mundo hedonista y materialista, y sin trabajar en los
tres factores de la revolución de la conciencia que son:
NACER: Así como para nacer en el mundo
físico necesitamos del Sexo, para nacer en los mundos superiores, necesitamos
del sexo, o mejor, del Suprasexo, del Tantra Yoga, el Sahaja Mahituna, la
Alquimia Sexual o la práctica con el Arcano AZF.
MORIR: Para liberarnos, tenemos que morir en todos nuestros defectos, es
decir, en nuestros agregados psíquicos, en el mí mismo, los múltiples yoes que en
nuestro interior cargamos y que son el Satán
interior, la causa del mal en el mundo: codicia, lujuria, gula, pereza,
orgullo, celos, envidia etc.
SACRIFICIO POR LA
HUMANIDAD: Comprender la doctrina del Cristo Social, del servicio y el amor
desinteresado por todos nuestros hermanos, sin distinción alguna.
Únicamente pasando por estos tres factores de transformación, podremos
superar las pruebas del camino iniciático y acceder a los Misterios (Menores y
Mayores), en busca de la autorrealización íntima de nuestro ser.
Las escuelas que no sigan este sendero, son pseudos-ocultistas, y no
hacen más que engañar a la pobre humanidad doliente, para desviarla del verdadero
camino de Redención señalado por el Cristo y reafirmado por el V.M Samael Aún
Weor, el auténtico Avatara de esta Era de Acuario.
No podemos desconocer las grandes profecías:
Nostradamus, La Vírgen de Fátima, Juan XXIII, Las Pirámides de Egipto, las
Profecías Mayas, y las Profecías del Cristo Samael, que señalan el fin de los
tiempos, como el término de un ciclo, en que esta perversa humanidad sería
juzgada y sentenciada: AL ABISMO.
Es verdad que Cristo prometió
una segunda venida, así como el Reino del Padre. Pero son muchos los llamados
y pocos los escogidos. No basta tener buenas intenciones, ni inscribirse en una
secta en particular. Cada uno de nosotros es responsable de sus actos, cada cual
debe tomar su propia cruz y seguir la senda estrecha y difícil que conduce a la
liberación.
Entre tanto, crecerán las filas de los
prosélitos que con sus buenas intenciones, pretenden comprar
paraísos y nirvanas a la orden del día.
CHAMANISMO
GNOSTICO DE LA LUZ.