|

Venid
a Mí
¡Venid!: La tendencia natural de cada uno es alejarse
de Dios. Por eso, como estamos lejos de Dios, necesitamos ir a él. Dios
nos interpela. Se dirige a cada uno de nosotros directamente; nos ama a
cada uno en particular y quiere salvarnos.
A mí: Dios no propone una religión, sino una persona:
Jesucristo, quien quiere ponerse en contacto con cada uno de nosotros.
Todos: Jesús no rechaza a nadie, sino que ofrece su
salvación sin distinción de raza, edad o condición.
Los que estáis cansados: ¿Está usted cansado de la maldad
del mundo que lo rodea? O, a lo mejor, ¿Está harto de sí mismo y del
mal que descubre en su propio corazón?
Y agobiados: Todos tenemos preocupaciones. Si es difícil
encontrar a alguien que nos comprenda, es mucho más difícil aún
encontrar a alguien que nos ayude a sobrellevar nuestras penas.
Y yo os daré: Quizás usted tenga la imagen de Dios como
un dios exigente. Pero Jesús da sin pedir nada a cambio. La salvación
que ofrece le costó tanto que nadie podría pagarla. Le costó su muerte
en la cruz.
Descanso: En medio de nuestra vida, a menudo tan
ajetreada, necesitamos descanso. Recibimos descanso de la conciencia
cuando sabemos que nuestros pecados han sido perdonados, pero también
descanso del corazón cuando gustamos el amor de Jesús.
“En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi
salvación” (Salmo 62:1).
|
|