| Asunto: | (cav) EL CIELO Y LA TIERRA PASARAN,... | Fecha: | Jueves, 8 de Diciembre, 2011 15:43:24 (+0100) | Autor: | nicasio <nicasio @...com>
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EL CIELO Y LA TIERRA PASARAN,
PERO MIS PALABRAS NUNCA PASARAN...
Jesucristo.
Hasta
no hace mucho tiempo, yo no conocía mucho La Biblia. Es mas, puedo
decir
que la conocía como la conoce la mayoría de la gente. Mis conceptos
eran
mas o menos, los siguientes:
1.
La Biblia contiene la Palabra de Dios.
2. No cualquiera puede leer La Biblia. Hay que tener cierto
"nivel
espiritual".
3. Debe tener un lenguaje complicado de entender para una persona
común.
4. No creo tener el ánimo para leerla toda entera, en poco tiempo.
Además, debe ser muy aburrida.
5. No creo necesitar todo lo que diga. Lo necesario me lo dice
el
Sacerdote en la misa.
6. Quien se pasa leyendo La Biblia es un fanático.
7. Leer La Biblia es especializarse. A mi no me preocupa; soy una
buena
persona, y cuando muera voy a ir al cielo.
8. No debe ser muy importante leerla, ya que nunca escuché a un
Sacerdote
instigar su lectura.
No
obstante tener todos estos pre-conceptos, siempre me
cuestionaba mis
prácticas religiosas. Al ver la confesión de pecados frente a un
Sacerdote, me preguntaba ¿así lo ordenó Dios?. Cuando me impartían la
penitencia por mis pecados, ¿estaba estipulado por Dios que así se
hiciera?. Lo mismo al ver los bautismos de niños, la Eucaristía por
medio de la hostia, rezarle a imágenes, venerar a María, rezar el
Rosario
de memoria y con frases a repetición, rezarle a los muertos, venerar al
Papa, etc. Yo pensaba ¿esto lo estipuló Dios? ¿dónde? ¿cuándo?
¿cómo?
Nunca tuve respuestas, lo que ayudó a mi alejamiento de prácticas en
las
cuales no veía la presencia de Dios.
Un
día, casi accidentalmente (eso es lo que mi pequeña mente
humana
suponía...), tuve la oportunidad de escuchar a un señor (que debo
reconocer, con poco aspecto de religioso, según yo estaba
acostumbrado),
que hablaba de Dios y de Su Plan de Salvación para la humanidad. Lo
primero que me llamó la atención, es que NO LEÍA, sinó que hablaba en
forma espontánea, como estando convencido de lo que decía. Y lo mas
notable, cuando volcaba conceptos de importancia, concluía diciendo
que eso era lo que Dios decía en tal versículo de tal Libro de La
Biblia.
No
pasó mucho tiempo hasta que me regalaron mi primera
Biblia. Iba a
las reuniones, y esperaba ansioso el momento en que el Predicador
dijera:
"-...abra su Biblia en el libro del Apóstol Juan, capítulo
3...". Tal vez suene tonto decir la emoción que sentía cuando
escuchaba al Predicador decir lo mismo que yo estaba leyendo. Inclusive
en
oportunidades, la cita bíblica había concluído, pero yo no podía
evitar seguir leyendo hasta el final del capítulo. Me parecía hermoso
poder descubrir POR MI
MISMO, las Verdades que
Dios quiere que sepamos.
Hasta
encontrarme con La Biblia, mi vida espiritual era como
un barco en medio de
una tormenta, totalmente a la deriva, a merced de cualquier viento
doctrinal que soplara. Pero gracias doy a Dios, que me proveyó del
ancla
necesaria, para que mi vida espiritual tenga un firme asidero, un firme
fundamento, una firme convicción de Verdad: Las Sagradas Escrituras.
Comencé
por los 4 Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Continué
con los Libros del Nuevo Testamento y finalmente con el Antiguo Pacto.
Puedo asegurar que hoy tengo las ideas "bien acomodadas".
Normalmente sé
cuando algo es mandamiento de Dios y cuando es un agregado ajeno a Su
Perfecta Voluntad. Inclusive, al re-leer algunos pasajes, el Espíritu
Santo me revela Verdades de Dios mas profundas aún. Cada "sesión de
lectura" es un cúmulo de nuevas enseñanzas.
Hoy he descubierto que:
1.
La Biblia es la Palabra VIVA de Dios. La Biblia es actual, y
tan vigente como el periódico del día..
2. Cualquiera puede leer La Biblia. Solo hay que desear
conocer lo que Dios nos quiere decir.
3. Cualquiera DEBE leer La
Biblia. No puede perderse el hermoso regalo que Dios Padre nos ofrece.
4. Está escrita de una manera
sencilla, para que cualquier persona la
pueda entender.
5. A veces estoy leyendo, y no
puedo parar. Parecería que ha sido escrito
especialmente para mí.
6. Cada nuevo renglón es una
enseñanza poderosa, útil, práctica y
actual, aplicable a mi propia vida.
7. Hoy leo La Biblia, hasta en el
transporte público hacia mi trabajo.
8. Leer La Biblia es
imprescindible para saber cual es el Verdadero y
Perfecto Propósito de Dios.
9. Leer La Biblia me cambió la
vida. Es, ni mas ni menos, que "El
Manual del Fabricante..."
"Nunca
apartarás de tu boca este libro
de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes
y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien..."
(Josué 1:8-9)
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