egrupos.net - Mis Grupos: difusioncav: Mensajes

http://hacercaminos.com/

El poder de entregárselo a Dios¦
Hay un gran hombre de Dios, fundador de los hermanitos y hermanitas de Jesús, Carlos de Focauld, de quien aprendí una hermosa oración de entrega; la conocida oración de: œPadre me pongo en tus manos¦ Él sugiere entregarse, o mejor diría yo, abandonarse, que no es otra cosa sino renunciar a nuestra propia idea de que lo podemos todo. Y ceder el control de las situaciones a Dios, quien no sólo tiene poder ilimitado y control absoluto, sino que además me ama y me llama hijo, y te llama hija.
No estamos cediendo control sobre nosotros mismos, sino sobre la situación y el desenlace de lo que estamos viviendo. De hecho, cuando entregamos a Dios, estamos adquiriendo el control sobre nosotros mismos, al poner nuestra fe y nuestra esperanza, en que la respuesta no sólo será lo que deseo, sino mucho más, lo que me conviene y lo que Dios planeó para nosotros. Más o menos así: soy un chofer de un carro, y este se ha detenido, algo pasó, algo pasa, pero se ha detenido. No importa lo que haga o lo que intente, no puedo echarlo a andar por mí mismo. Lo intento de muchas maneras, muchas veces y nada. Empiezo a molestarme, golpeo el carro, digo cosas no tan santas, y finalmente después de un poco de rabia, pataleta y mal genio, llamo a la asistencia de carreteras. Llega el mecánico, conecta unos cables y listo. Todo esto para algo, reconoce que necesitas pedir ayuda y acéptala.
Es decir, ora, eleva una plegaria confiada, y entrarás en la dinámica de Plegaria entregada a Dios, Plegaria respondida por Dios. Necesitas fe y seguridad, no en ti, sino en aquél a quien le hablas, es decir, Dios. Al entregarle a Él abandonas tu poder finito y entras en el asombroso y maravilloso poder de Dios. Las respuestas a tus plegarias comenzarán a llegar a tu vida más all enseñan a ser independientes, deberás renunciar a esa absurda idea de que todo lo puedes tú sólo con tus habilidades.
Regresa a la casa del Padre, vuélvete a poner en la palma de la mano de Dios como un gusanito, como dice el profeta Isaías, o como el pollito debajo de las alas¦ Entregarle a Dios no es rendirse o darse por vencido. Entregarle a Dios es confiar en su infinito amor. Entregar exige saber a quién le entrego y por qué.
Le entrego a Dios, no hay nadie ni mejor, ni más bueno. No hay nadie más poderoso y que me ame y te ame más. No hay nadie que tenga el control como Él. ¿Por qué? Porque s sabe lo que sigue.
En la oración de este hombre del desierto, Charles o Carlos, él nos invita a saber algo, sino estoy seguro de quién es y cómo es Dios, nunca me entregaré, ni le entregaré a Él mi vida. Es por eso que él dice: Me pongo en tus manos¦.porque tú eres mi Padre¦.