Martes, 24 Septiembre 2013 22:17La queja: un mecanismo de victimización
Escrito por Jaquelina Pievaroli

Hola a todos!! Después de un buen descanso retomo el contacto con ustedes con éste nuevo artículo sobre la queja, un tema muy recurrente en nuestras vidas y que según la relación que establezcamos con ella puede tornarse corrosivo.
El artículo de hoy nos planteará la pregunta sobre qué tipo de relación estamos estableciendo con la queja.
Podemos tener una relación esporádica y momentánea, como una mera reacción emocional frente a una situación desagradable y que nos impulsa a realizar una acción para cambiar dicha situación, nos coloca como protagonistas directos del cambio.
Hay un conocido refrán que dice “El que no llora no mama”.
La queja es una herramienta para conseguir mejorar una situación y nos reafirma en lo que deseamos para nuestras vidas.
Otra opción de relación se establece cuando la queja pasa a tener una función más amplia en nuestras vidas y la utilizamos como mecanismo de forma continua apoyándonos exclusivamente en lo negativo de las situaciones vividas lo que nos convierte en víctimas de la realidad.
Quisiera recalcar que cuando pasamos por algún hecho doloroso en nuestras vidas que nos ha vulnerabilizado o afectado a nuestra autoestima es normal que, en mayor o menor grado, quedemos enganchados a éste tipo de relación.
De ésta situación podemos salir cuando comenzamos a reforzarnos internamente.
Pero cuando la victimización ya es parte de nuestro estilo de resolución de los problemas, en éste caso, el problema ya no es tanto el hecho en sí sino en cómo tratamos de resolverlo desde la victimización.
Veamos algunas características:
- Existe una idealización del cambio y de la vida. Se sostiene la idea de que el cambio requiere de una acción que nos resulta inalcanzable y difícil de concretar y que la vida debe ser siempre positiva y sin dificultades para ser felices.
- Tendemos a culpabilizar al mundo externo (personas, trabajo, economía…) de que no podemos concretar nuestros proyectos y sueños.
-
La solución del problema esperamos que la resuelvan los demás. La pregunta más habitual es ¿qué tengo que hacer? No nos implicamos como protagonistas del cambio, cedemos el poder totalmente a alguien externo o algo como la suerte, el azar, el destino…
- La mirada está dirigida absolutamente al impedimento, como si todo aquello que nos aparece como recurso quede inhabilitado por las dificultades.
- Vivimos en una realidad donde nunca estaremos lo necesariamente bien para ser felices y probablemente creamos que tampoco nos merecemos disfrutar o ser felices. La felicidad es una meta inalcanzable y no una construcción diaria.
- Las emociones que más nos acompañan son la insatisfacción, la frustración, el descontento y el ansia de perfeccionismo.
-
Creemos que somos víctimas de una vida cruel, nos quedamos totalmente sometidos a las circunstancias, nos desligamos de todo tipo de responsabilidad, no nos vemos como co-creadores de nuestra vida. Generamos así una actitud pasiva y compasiva.
- Tendemos a negativizar los buenos momentos incluyendo siempre una frase condicional “si, pero…”.
-
Creemos que los demás logran sus proyectos de forma más sencilla y fácil dejándonos en un lugar de inferioridad y dificultad. La comparación es un mecanismo que puede acompañarnos en éste tipo de vínculo con la queja. En la comparación nos quedamos idealizando el resultado que han obtenido otros y no el proceso que les llevó conseguirlo.
Un camino hacia la autodeterminación
Cuando recurrimos al victimismo como forma de relacionarnos con nuestra propia vida el primer paso es reconocerlo y siendo conscientes podremos:
1- Prestarnos atención en el momento que utilizamos el victimismo y darnos cuenta que en éste preciso momento estamos creando un drama alrededor de la dificultad, que nos estamos creyendo que somos “los pobrecitos” indefensos de la situación.
2- Cuando en una conversación sentimos que nos quedamos sin energía no lo dejemos pasar desapercibido ya que seguramente la queja como habito está formando parte de la conversación, tanto sea desde nuestra parte como alimentando la queja de otro. Cuando logramos hacerlo consciente podemos elegir cortar el círculo vicioso.
3- Cuando nos sentimos envueltos por el dramatismo podemos detenernos para individualizar, situar y concretar el problema real separándolo del sufrimiento que nos genera. Desde ésta mirada buscar las posibles soluciones realizables y en otro ámbito hacer frente al sufrimiento desencadenado.
4- Ocuparnos de nuestros problemas de autoestima, inseguridad, miedos…
5- Encontrar nuestras propias respuestas a nuestros problemas. Esto no quiere decir que lo hagamos solos sino que la responsabilidad de la decisión es totalmente propia.
Darnos la posibilidad de generarnos una realidad más ligera y con menos dramatismos aumenta nuestra calidad de vida.
Un saludo para todos,

Hola soy la Psicóloga del Centro Psicoemo, un saludo para todos vosotros.
--
***
***
***
------------------------------------------------------------
Círculo DIFUSIONCAV
Piensas con tu Mente Beta que razona entre pares
de opuestos, es dual (dualidad: diabolein: diablo)
pero SIENTES con tu Mente Alfa (unica, integra) que es una mente
integrada y completa, y vive en Unidad con su entorno.
Beta normalmente esta enferma, llena de dualidades, y solo
un proceso de decantación y limpieza la prepara para
actividades de mejor envergadura en otros planos
mas adecuados de energía.
Carl Jung: "es necesario pasar de un tiempo-espacio profano
(fuera del templo) a un Tiempo-Espacio-Sagrado"
Recuerda que: Atraes a tu entorno TODO LO QUE PIENSAS,
esto es todas tus quejas, todos tus sueños, todos tus
sentimientos y pensamientos: se asientan.
Segun esta regla: "Pensar, es darle forma a la mente"
como nos decia el Yogui Sivananda.
Cuidate de lo que piensas y fundamentalmente de aquello que
sientes en este momento presente, puesto que eso es lo que
atraes a tu vida en este momento...
Observar SIN Juzgar tu momento presente, te permitira vivir
en libertad.
Rene Mey: "Juzgar es perder nuestra libertad", porque cuando
juzgamos: pensamos y esto conlleva pre-conceptos, todos
asociados a una Mente Beta