Jugando
con ideas 30
Dispersión
del concepto alma
y
Teoría
sobre su origen
I
Luego de proponer la definición y misión del alma y las analogías que me parecieron más pertinentes
en JCI 29, ahora quisiera avanzar
ampliando el panorama alrededor de ella antes de terciar en el debate sobre su
origen pretendidamente materialista por un lado o espiritual por el otro.
Si vamos a la arquitectura veremos que las vigas que
sostienen un edificio llevan por dentro unas varillas corrugadas que se llaman
“alma”. Igual denominación tienen las que forman el entramado dentro del
cemento de los techos.
En
los instrumentos musicales de cuerda se le dice “alma” a la varilla que corre
por debajo del puente que soporta la tensión de las cuerdas.
Para hacer un muñeco de nieve primero hay que compactar un
puñado de nieve entre las manos y luego rodarlo sobre la nieve blanda circundante
hasta que se forme una bola del tamaño deseado. Ese centro de diferente
consistencia es el “alma” de la bola de nieve.
La propia Tierra está formada alrededor de un centro metálico que bien
podríamos llamar “alma”.
De
todos estos ejemplos podemos hacer una generalización diciendo que toda forma,
sea del orden que sea, se estructura alrededor de un “alma” o centro de
carácter centrípeto.
II
Una
pregunta: ¿Las almas tienen género?. Obviamente no. No hace falta aclarar que
el género es del cuerpo en que encarnan temporalmente, que para ellas es una
experiencia que sólo pueden tener en el mundo tridimensional. No hay otra
manera.
Cuando
un alma se desprende de un cuerpo físico trasciende el plano 3D hacia otras
dimensiones a fin de metabolizar su última experiencia corpórea y prepararse
eventualmente para una nueva re encarnación. En esa situación la comunicación
con las almas encarnadas que permanecen en la 3D se da por el método conocido
como canalización.
¿Existen
otras formas de que las almas establezcan contacto con los que aún viven de
este lado del velo?
En
la “Décima Revelación” de James Redfield se plantea que “existe lo que se llama
la “Otra Vida” y “Esta Vida” y que entre ambas buscan establecer la cultura
espiritual en la 3D. Este plan conjunto necesita tener
canales de comunicación cada vez más fáciles mediante la sutilización constante
del velo que ahora las separa. Este será
el objetivo del Tercer milenio.
Desde
la ciencia ficción también se especula sobre el tema del alma. En la saga de
Viaje a las Estrellas, la serie Deep
Space Nine (Espacio Profundo Nueve)
sitúa la acción en el borde del universo donde existe una estación espacial
(una especie de posta) que controla un agujero de gusano que da acceso al
cuadrante Gamma (un universo paralelo). En esa lejana región fronteriza existen
mundos planetarios poblados de diferentes razas de humanoides (algunos
físicamente iguales a los terráqueos).
Una
de esas razas, los Trill tienen la particularidad de que sus almas son órganos
físicos situados dentro del pecho junto al corazón. Al morir un individuo de
esa raza su alma, al ser un órgano físico está destinada a degradarse junto con
el resto del cuerpo. Para que ello no ocurra sobre todo si el alma perteneció a
un gran científico, artista o pensador del cual se necesita preservar
operativamente sus conocimientos, se recurre a un voluntario que acepta
albergar, mediante trasplante, una de dichas almas que toman el nombre de
simbionte pues desde ese momento interactúa con su receptor como una segunda
alma participando activamente en conversaciones y opiniones comunicándose con
la voz de aquel.
Hay
voluntarios albergantes que contienen hasta siete almas trasplantadas,
muchas de las cuales, a su vez, cuando tenían sus propios cuerpos albergaron
otras almas cuyos conocimientos están transferidos ahora en su propia
alma. Dado este esquema todo trill
viviente es un multi canalizador.
¿Se
imaginan tener dentro nuestro el alma de Einstein, el cual tuviera a su vez la
de Leonardo da Vinci y este la de Platón, etc., etc., Esta ramificaciones hacia
el pasado teóricamente harían que todas las almas se expresaran a través de
sólo una (la actual). Esto no está lejos de aquello de que todos somos Uno que es lo mismo que tener consciencia de unidad.
III
Volviendo
de la ciencia ficción a nuestra propia realidad queda una pregunta: ¿Cómo se
“construye un alma? Básicamente hay dos
hipótesis:
1.
Que las almas ya son tal cual desde el origen del universo.
2.
Que las almas como todo en un universo dual están sujetas a la evolución, es decir, al tiempo.
La primera de las hipótesis creo que debería descartarse ya
que de ser cierta tendría una redundancia solapada en su formulación. Salir de
un Olimpo perfecto en busca de experiencias cuando ya se está en el Hogar no
tiene sentido como así tampoco la existencia de un universo perfecto desde el vamos.
En cambio la segunda hipótesis es más lógica en tanto que un
universo evolucionante en todas y cada una de sus partes, incluidas las almas
(o proto almas), tiene un propósito, una meta, un objetivo.
Probar o disprobar esta segunda hipótesis nos lleva a otra cuestión dual.
a) – todo en el universo es materia
b) – A ese concepto se opone, según los propios
materialistas, un mundo “mágico” donde lo que se ve deviene de lo que no se ve.
Las dos posturas son planteadas por Douglas R.. Hofstadter en su libro “Yo soy un extraño bucle” donde afirma, sin más vueltas, que la consciencia tiene raíces físicas y que
ésta “es como un espejo que se percibe a sí mismo”. De allí lo de bucle, como
algo que en un momento gira sobre si y ve su punto de partida y se dice: - ¡ah
ese soy yo!. (Que Hofstadter llama indistintamente “yo”, “ego”, “alma” o
“consciencia”). El autor sostiene que de la combinación de símbolos sin
significado en niveles de procesos básicos como p.e. partículas, y
neuronas hasta estructuras cada vez más
complejas que, por síntesis, van creando símbolos cada vez más significativos
hasta que de pronto aparece uno que es autorreferente (bucle) que toma
consciencia de sí mismo. ¡Y todo este proceso evolucionando desde la más
estricta materialidad!
Sin embargo, casi al final del libro plantea en dos párrafos
lo contradictorio del tema:
1 – “Este es el
verdadero dilema. O admitimos la existencia de un alma inmaterial ajena a las
leyes de la física, lo que nos lleva a creencias mágicas más allá de la
ciencia, o
2 - Rechazamos la idea, en cuyo
caso persiste la eterna pregunta: Qué es lo que convierte en yo a una
estructura física?
Para
mí no hay contradicción entre ambas
posturas si admitimos que en el momento de manifestarse el Todo tras el big
bang inicial surge una figura geométrica básica conocida como “fractal primordial” que es la conexión entre Vacío y
Todo y cuya multiplicación origina lo que conocemos como caos. Sin embargo todo
este proceso de fractalización (Ver Benoît Mandelbrot), produce el ADN para todos los órdenes futuros de la naturaleza el cual contiene lo que será la
evolución tanto de las partes como del conjunto.
Por
eso, lo “mágico” inmaterial de la espiritualidad contiene toda la energía
genética que, luego de eones, se va condensando en formas de densidad creciente
hasta formalizarse en nuestro reino tridimensional. Los científicos que tratan
de explicarlo todo desde la evolución de estructuras materiales hasta
“descubrir” la existencia de un yo, ego, alma, etc., lo único que hacen es utilizar una energía primordial que lleva en
su seno el ADN de la evolución futura que va
desplegando esa información en grados de densidad creciente hasta conformar
entes con consciencia de sí mismos. Más que contradicción lo que hay es
complementariedad entre ambas posturas y, en última instancia, ni siquiera eso,
simplemente un continuo segmentado artificialmente por la ciencia a la cual
sólo le falta incorporar en sus laboratorios la variable “mágica” para cerrar
la brecha.
“Pienso, luego existo”
es una formulación propia del yo o ego a través de la actividad de la mente que
se expresa por el cerebro; esto es lo
que hacemos cotidianamente desde la comodidad tridimensional donde vivimos.
“Intuiciono, luego Soy”
es una función de nuestro “segundo cerebro”: el corazón. Aquí no hay
pensamientos sino sólo silencio donde las cosas pasan sin análisis y nuestra
guía es la intuición. Esto es como vaciar la pesada mochila llena de
pensamientos que arrastramos desde el pasado y sentirnos felices flotando por el borde externo de la 3D. Y ahí
es posible que nos demos cuenta como en un flash que somos un alma que tiene un
cuerpo y no al revés. Un experimento interesante es jugar, por un día, desde
que nos levantamos hasta que nos acostamos, que tenemos un cuerpo. Por ese día en vez de decir “mi alma”
funcionemos con la noción de decir “mi cuerpo”. Yo alma decido.
Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina. Setiembre, 22 de 2013.
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