Anclas mentales
La vida de cada persona se mueve por diferentes
espacios y situaciones, ya sean físicos y mentales.
Muchas veces estos se repiten y marcan una
respuesta recurrente en la persona tanto de acción como emotiva, o es tan
fuerte un solo hecho o situación que me dejan marcado con esta experiencia.
Ejemplos de una de acción ser
la luz roja en el semáforo, me paro.
Cada vez que apagan las velitas de un pastel,
cantamos las mañanitas.
Ejemplos de una emotiva sería cada vez que oigo mi
canción favorita, ésta me evoca una situación vivida y recuerdo el hecho con
toda su carga emocional.
Cada vez que paso por tal esquina, me provoca miedo
y dolor pues aquí tuve un accidente.
Esto simplemente demuestra que nuestra mente se
puede salir del aquí y el ahora en cualquier momento y revivir visual, auditiva
y kinestésicamente cualquier situación.
Lo bueno será poder elegir qu
tener y cuáles eliminar.
Tener control sobre mis œanclajes.
Estos recuerdos o situaciones que provocan otras a
su vez, se denominan en Programación Neurolingüística anclajes.
Consisten en la asociación que se genera entre un
espacio físico y/o mental determinado y una conducta y/o sensación que se
asocia a ellos.
En otras palabras, son una relaci
estímulo-respuesta, causa-efecto, medio ambiente-condicionamiento.
Los anclajes pueden tener diferentes significados
según el contexto en que acontezcan.
Un ejemplo de ello sería el escuchar el Himno
Nacional en el radio cualquier día de la semana, o escucharlo el 15 de
septiembre en el extranjero.
Obviamente
la carga emocional cambiará por mucho.
Toda nuestra vida está llena de anclajes buenos y
algunos no tan buenos.
La Programación Neurolingüística nos enseña cómo
podemos cambiar esos anclajes que nos dañan y nos limitan.
Analicemos ciertas situaciones y empecemos a ver
nuestras limitaciones y reacciones ante ellas:
¿qué hago cuando alguien me insulta con cierta
frase o palabra despectiva?
¿Hay algún nombre que no me guste porque me
recuerda a alguien?
¿Hay algún lugar al que mejor no voy porque viví
ahí algún hecho doloroso?
¿No puedo asistir a algún funeral porque me acuerdo
de cuando murió algún ser querido?
¿No me atrevo a tomar decisiones, pues de niño me
dijeron siempre que no era capaz, y el día que tomé una se burlaron de mí?
¿Me aterroriza presentar un examen pues el último
lo reprobé?
¿No puedo subirme a un avión debido a una mala
experiencia vivida?
¿No me atrevo a manejar desde que choqué?
¿No puedo salir de noche desde que me asaltaron?
Es con anclajes de este tipo como nos vamos
limitando cada vez más hasta acabar encerrados en nosotros mismos, viviendo
situaciones pasadas que nos atan y no nos dejan vivir plenamente la vida, pues
cada vez que las recordamos nuestra mente las vuelve a vivir en todas sus dimensiones
y con la misma carga emocional, marcando surcos en estas programaciones que nos
dañan y reducen nuestras capacidades como seres humanos hechos para ser y hacer
todo en plenitud.
En Programación Neurolingüística existen ejercicios
donde se puede eliminar la carga emocional de un anclaje, y por ende la
reacción o conducta ante él.
Para eso hay que identificar plenamente cuál es el
anclaje negativo y a qué me lleva al revivirlo y así darme cuenta qué recurso
es el que me falta para poder afrontarlo ya sin esa carga emocional y esa
reacción o acción que me ocasiona.
Esto se refiere a que si me provoca miedo, hay que
generar valentía; si me provoca agresión, tolerancia; si me provoca angustia,
tranquilidad; si me provoca inseguridad o baja autoestima, seguridad; si me
provoca coraje, paciencia, y así sucesivamente.
Al lograr sacar los recursos necesarios en estas
situaciones, reviviendo alguna otra donde tuve el anclaje que ahora necesito,
el anclaje negativo dejará de tener el poder sobre nuestra conducta y emociones
ya que fue sustituido por el que necesito.
Gracias a la P.N.L. sabemos que los anclajes que
nos dañan pueden ser cambiados por otros, o en su defecto, quitarles la carga
emocional negativa y que ya así, el recuerdo, la presencia de algo o de
alguien, el lugar, la conducta de fulanito o fulanita, cierta palabra o
cualquier estímulo ya no nos lleven en automático a sufrir nuevamente lo mismo
o a incapacitarnos ante la vida, pues ésta sigue adelante y nosotros junto con
ella.
Así que somos capaces de hacer nuestros propios
anclajes y que nos lleven estos a una mejor calidad de vida cuando lo
decidamos. Esto es saber que yo tengo el control sobre mi propia vida y nadie
más.
Cambio de conductas
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de conductas
Durante un taller de Programación Neurolingüística
de parejas, surgió la problemática de un hijo que seguía mojando la cama y
además el niño se sentía mal porque no sabía cómo controlar esa situación. La
mamá por supuesto estaba desesperada porque esa conducta tampoco la sabía
manejar y se sentía impotente ante el hecho de que su hijo no tuviera el
control sobre su esfínter cuando dormía.
Durante el taller hicimos un ejercicio con claves
oculares que tiene como fin cambiar conductas, actitudes, hábitos, etc. Es una
técnica realmente fácil a través de la cual enseñamos a nuestra mente otros
caminos; es decir, que tenga otras opciones ante la misma situación.
1.- Se inicia con la imagen de la conducta que no
deseamos y la ubicamos en tiempo y espacio. Se busca una escena donde se lleve
a cabo la conducta no deseada y allí tenemos el movimiento ocular de los ojos
que en la mayoría de las personas será arriba a la izquierda. Se fija bien esta
imagen.
2.-Una vez que la imagen está bien definida se baja
la vista del lado izquierdo y allí se piensa en un recurso* para eliminar la
conducta no deseada. Lo importante aquí es darse cuenta qué se necesita hacer
diferente para cambiar la conducta.
3.-Una vez que la persona tenga el recurso
necesario, los ojos los movemos hacia arriba a la derecha, que es la parte
creativa y allí se repite la escena inicial de la conducta no deseada, sólo que
ahora le añadimos el recurso para cambiar la escena. Se visualiza la misma
escena con las correcciones necesarias ayudados por el recurso. Pasamos en
nuestra mente la película imaginaria con la conducta ideal que se quiere.
4.- Por último se baja la vista a la derecha y allí
verificamos si nos sentimos a gusto con el cambio. Verificamos si el cambio es
bueno para uno y bueno para las personas que nos rodean. Si es así, podemos
regresar a la escena del cambio y revivirla. Para integrarla a nuestro ser es
importante tomar un par de respiraciones profundas y de esa manera tenemos otra
opción la siguiente vez que se presente la misma situación.
De esta manera la madre, que aprendió esta técnica,
se la enseñó jugando a su niño, que tenía el problema de mojar la cama. El niño
sin esfuerzo siguió las indicaciones de la madre. El resultado fue increíble
porque a la mañana siguiente la mente del niño había aprendido una nueva
conducta. No sólo es aprender una nueva conducta, sino también tener la
confianza de que hay algo que puede ayudar. Los niños confían en su madre
totalmente y eso les ayuda a aprender rápidamente. Cuando se les reprime o reprende,
no hay aprendizaje en la mente del niño, sino que se genera miedo, humillación,
baja autoestima y esto causa que la conducta persista.
La madre pudo aprender esta técnica en el taller y
practicarla con su hijo que tenía un problema y funcionó. Esta es la belleza de
Programación Neurolingüística que con gran facilidad se puede aprender una
técnica y ver sus resultados a muy corto plazo. Si usted decide aplicar esta
técnica y no le funciona la primera vez, inténtelo varias veces hasta obtener
los resultados deseados.
*recurso: algunos recursos son: paciencia,
tranquilidad, relajación, concentración, orden, disciplina, puntualidad,
tolerancia, comunicación, comprensión, etc.
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