El Fabricante de Lluvia Chino de Carl Jung
Desde esta experiencia, Jung elaboraría desde 1930
hasta 1950, la Teoria de la Sincronicidad
Existe una anécdota que Richard Wilhelm -responsable
de la primera traducción del I Ching, el Libro de los Cambios
o Transformaciones- relató a su amigo Carl Gustav Jung,
conocida como de
Kiao Tchou.
œHabía una gran sequía en el territorio en el cual se hallaba
Richard Wilhelm; desde hacía varios meses no caía una gota
de lluvia y la situación se hizo catastrófica. Los católicos
hicieron procesiones, los protestantes elevaron sus plegarias,
y los chinos quemaron incienso y dispararon sus fusiles para
espantar a los demonios de la sequía.
Finalmente los chinos se dijeron: Debemos buscar al hacedor
de lluvia, y aquel vino de una de las provincias. Era un hombre
anciano y magro. Dijo que la única cosa que necesitaba era que
pusiesen a su disposición una pequeña casa tranquila, en ella se
encerr amontonaron
y se produjo una fuerte caída de nieve, en una época del año
donde ello no era previsible y en cantidad no habitual.
Tantos rumores circulaban respecto a este extraordinario hacedor
de lluvia que Wilhelm fue a verlo y le preguntó como lo había hecho.
El pequeño chino le respondió:
- Yo no hice la nieve, no soy responsable de ello.
- Pero ¿qué ha hecho usted durante estos tres días?
- Oh, eso puedo explicárselo, es simple. Vengo de un país
donde las cosas son lo que ellas deben ser.
Aquí las cosas no están en el orden, no son como deberían
ser según el orden celeste, entonces todo el país está fuera
de Tao.
Yo dejé de estar en el orden natural de las cosas, porque
el país no lo estaba. Así la única cosa que ten
era aguardar tres días hasta que me volví a encontrar en Tao,
y entonces, naturalmente, el Tao hizo la nieve.
Esta maravillosa historia muestra la esencia del pensamiento
taoísta. El œNo hacer class="MsoNormal">