TRABAJO PERSONAL
LA COMPASIÓN Y LA DIRECCIÓN EVOLUTIVA
"El ser humano, en su bondad, en la eliminación de las contradicciones internas, en sus actos conscientes y en su sincera necesidad de evolución, hace nacer su espíritu. Para la evolución son necesarios el amor y la compasión"
fragmento de "El Espíritu Humano", de El Libro
-El Mensaje de Silo-
¿Adonde aplico la compasión?
A una persona en particular, a mí mismo, y también a grupos de personas. A una situación dada con nuestros seres queridos, en el trabajo, en el grupo de estudio, etc.
¿Y que es la compasión?
No es sentir pena ni lástima, no es cortar las posibilidades de cambio.
Lo opuesto de la compasión es el prejuzgar, sentir culpa, buscar culpables, el dejarme llevar por los sentimientos negativos que me genera.
Cuando miro con compasión intento comprender la situación de la persona, de aceptarla tal cual es sin intentar cambiarla... Va en la misma dirección de la reconciliación con uno mismo, en la búsqueda de la comprensión de la vida de uno.
¿De dónde vengo? ¿Adonde voy?
Cuando observo con compasión a otro, trato de ver lo orígenes del otro. ¿Qué le pasó (o creo que le pasó) en el pasado? ¿Por qué se comporta así? y trato de imaginarme como se van a desarrollar los acontecimientos de seguir éstos con la misma dirección.
Cuando me trato a mi mismo con compasión, veo la necesidad de dejar de buscar culpables por lo que me pasa, y de culparme por lo que hice o dejé de hacer. Trato de ver la vida como algo continuo, como un río que nace en punto de la montaña, que tiene recodos y rectas, tramos donde es apenas un hilo de agua y otros donde el caudal es un torrente imparable, que da vida y recibe vida, que va en una dirección determinada.
Erguido sobre mi canoa, avanzo en armonía con el río. Agradezco el agua que me impulsa y que viene de otros lugares y de otros tiempos, agradezco las dificultades que se interponen en mi camino porque me permiten replantearme la dirección y aprender.
No hay culpas, no hay culpables por lo que pasó o lo que va a pasar. No hay cosas que estén "bien" o "mal". Simplemente fueron así. El león se come a la gacela, y eso no está ni bien ni mal, eso permite que la energía circule, que este planeta siga girando, que el universo siga funcionando.
Sin embargo esto no significa que uno deba tomar estos procesos como inmutables. Todo lo contrario, uno influye y es influido, modifica la vida del otro y mi propia vida es modificada, porque estoy rodeado de personas con los que interactúo: mis relaciones afectivas, mi medio inmediato, mi ciudad, mi país, el planeta, el universo.
Son mis acciones las que pueden cambiar las cosas, depende de lo que yo haga, y cómo lo haga. No es lo mismo que oriente mis actos - y mi vida - en una dirección u otra.
Según yo dirija mis actos, mis pensamientos y sentimientos en una dirección u otra, todos esos procesos son influenciados en mayor o menor medida.
La dirección evolutiva
Todo evoluciona, todo avanza, todo cambia, todo sigue su propio camino, esté o no de acuerdo con eso. A pesar mío o de otros, eso es así. Lo mejor que yo puedo hacer es que todo vaya en una dirección evolutiva. Que continúen, que no se detengan, que sigan su propio curso - no el que a mi me parezca mejor -.
Que el río busque su propio cauce, que ese capullo florezca, que ese fruto termine de caer y abone la tierra.
La mejor dirección, la dirección evolutiva, es aquella que permite que lo nuevo surga, que se amplíen las posibilidades de desarrollo, que aumente la influencia sobre su propio medio.
La mejor pauta de que estoy en esa dirección es el registro de unidad, de que estoy en sintonía con las fuerzas del universo, con la vida...cuando siento que estoy en comunión con todo, cuando surge la certeza en mi corazón y una suave alegría inunda mi mirada.
- ¿Soy una persona compasiva? ¿En qué momentos de mi vida he sentido y he obrado con compasión?
- ¿Qué dirección tienen mis actos?
- ¿Cuál es la mejor dirección en que puedo orientar mi vida?
(Merche)