Continuación...
Vemos que es bastante posible ser libremente, y que la opción de hacer es siempre nuestra.
Tener también un vislumbre de este espacio es como dar un pequeño paso hacia la
gran realidad de habitar en la esencia. Difícilmente podemos esperar despojarnos instantáneamente de nuestras capas de patrones habituales y saltar a ésto.
Para la mayoría de nosotros, recordar nuestro corazón de corazones solo engendra el deseo de vivir allí siempre.
Este lugar es inminentemente accesible a través de
ciertas técnicas y prácticas enfocadas en le respiración y el latido del corazón, por ejemplo, o de relajarse en un campo de luz que visualizamos emanando de nuestro pecho. Recordar situaciones por las que estamos agradecidos también sirve para
abrir el corazón.
Al principio difícilmente podemos esperar llegar allí a través de eventos caóticos y estresantes que por su propia naturaleza disparan toda clase de viejos patrones defensivos. Por supuesto, en este punto lo que podemos hacer es reconocer nuestro deseo y aspiración a residir en este lugar, y comprometernos a
hacerlo.
Nuestra aspiración puede tomar la forma de encontrar una forma de acceder a este lugar en una atmósfera protegida, donde estamos naturalmente libres de interrupciones y demandas externas.
Prueba de sentarte tranquilamente y conectarte a los aspectos más básicos de tu físico respirar o el latido de tu corazón por ejemplo, o para crear un espacio en el que puedas ver tus pensamientos aparecer. Entonces practica simplemente viéndolos como pensamientos.
Cuando tu mente de mono aulle con un comentario o juicio, tu lo puedes llamar "pensamiento" también. Si haces ésto sólo unos pocos minutos al día, te puedes entrenar tu mismo en la observación sin juicio aprendiendo a reconocer que tú estás pensando.
Continuando esta práctica de manera regular ayudará a entrenarte en la aceptación, descansando con lo que es. Aún si los pensamientos continúan viniendo
cinco, diez, veinte veces , los puedes aceptar por lo que son, mirándolos sin
juzgarlos.
Ocasionalmente, un pensamiento realmente tentador aparece y nos molesta por un momento.
Las emociones en particular parecen tener mayor fuerza que los pensameintos ordinarios para engancharnos y mantenernos en movimiento.
Fantasías sexuales, rabia con el jefe, ansiedad acerca de los niños--- estos son pensamientos muy poderosos.
Pero aún si saltamos dentro del río de nuestro flujo de pensamiento y nadamos allí por unos pocos minutos, con tención de disciplina nos premite ver qué estamos haciendo y aceptar los pensamientos por lo que son.
No tratamos de sacarnos los pensamientos de encima; nuestro logro en movernos de la cabeza al corazón es no dejar de pensar. Necesitamos pensar.
El punto es combinar la sabiduría del corazón con la claridad de la cabeza. Y no podemos conocer la claridad de la cabeza hasta que hayamos aprendido a ser maestros de nuestro mundo interior, momento a momento.
El conocimiento que con lleva lograrlo viene a través del corazón, no de la cabeza. Tratar de aclarar nuestras cabezas por medio de acallar nuestros pensamientos sería como quedarse encajado en una de esas trampas chinas para dedos que son de material tejido: cuanto más fuerte tiras, más ajustado queda.
He usado el ejemplo de la meditación para demostrar la eficacia de una técnica formal, pero hay muchas otras maneras de entrar en el lugar claro y tranquilo
del que estamos hablando, donde los pensamientos son obvios cuando ellos aparecen. Esto incluye rezar, jardinería, arreglos florales, y escritura creativa.
Cuando mi esposa Carolina estaba aprendiendo a esculpir, experimentó tremendas aperturas, similares a lo que otros describen en meditación. Es importante para cada uno de nosotros accesar nuestra esencia y nuestros corazones descubriendo nuestra propia manera. El secreto es la pasión. Músicos, atletas y bailarines todos saben acerca de esta conexión entre el corazón y la cabeza.
Finalmente, es desde nuestros corazones que el óptimo pico de performance fluye. Cualquier
golfista sabe, por ejemplo, que los pensamientos entran en la manera de un buen tiro al hoyo. Cuando una bailarina danza, ella está totalmente inmersa en la
fluidez de la danza; cualquier pensamiento que aparezca simplemente deberá pasar
a través.
Cuando un pianista toca, él es completamente uno con la música; si un pensamiento aparece, su ejecución es probable que falle.
El punto aquí es que hay muchas maneras de entrenarnos para habitar en la paz interior--- y las mismas no requieren mantenerse físicamente inmóvil. Donde sea que sintamos una fuerte conexión con el corazón, ése es el camino a seguir. La
clave para el éxito yace en el compromiso y el esfuerzo.
Dr.Carlos Warter