
Comparto la voz de la conciencia, de la amistad, de la experiencia de vida y
el Amor... No importa si me amas, no importa si lo haces ahora o después,
se que lo harás, que lo haces… Es inevitable que me ames si yo te amo, es
inevitable que me ames aún si no te amo… y, aunque yo no te ame ahora te
amaré. Llega la energía y la convertimos en fuerza con la carga
informática con la que la improntamos, con nuestra carga informática… y la
fuerza sale rauda a cumplir el trabajo que le ordenamos cumpliera… y lo seguirá
haciendo mientras ello no tenga objeto. Cuando disolvamos la causa, la causa
real, la que tenemos en el alma, aquello que nos afectaba no lo hará más. Todo
el universo
cumplirá nuestras instrucciones. Pensamos que la energía es
impersonal; pero, no lo es. Es Dios quien la envía, como lo ha hecho desde el
inicio de todo y desde antes, cuando no había tiempo ni espacio, donde no hay
tiempo ni espacio, donde no hay donde y cuando no hay cuándo, en este nuestro
Universo, en los otros, paralelos, ya conocidos y en los que aún no conocemos…
el viaje no tiene límites. Cuan cerca está el emisario, tiene
nuestro rostro, tiene nuestra sonrisa, nuestros gestos. Comparte con nosotros,
nos encarga también hacer su labor, nuestra labor. El emisario llega, el
hijo llega y te dice estás dispuesto a aceptarme. No se siente, al inicio no;
pero, no por eso Él deja de estar ahí con nosotros, siempre. Él sólo espera que
estemos dispuestos a aceptarnos, a aceptarle. Él nos ama, es inevitable que lo
hagamos nosotros con él… y, lo difícil, que nos amemos a nosotros mismos… y lo
hacemos, estamos hechos de lo mismo, de Dios, sólo que no lo sabemos en nuestra
mentira, en nuestra creencia, en esta apariencia, en esta falsedad que hemos
creado. Dios es el Maestro y nosotros los alumnos, así que nos
toca estudiar. Queremos ser iluminados y somos
luminiscentes y somos luz, qué otra cosa podemos ser, si somos Dios. Somos tan
parte de Dios como Dios es parte nuestra, somos parte de la Creación como La
Creación es parte nuestra. El amor sana todo, el amor es la
sanación, el amor es la disolución de las separaciones, el amor es la aceptación
de la individualizació n. El amor es cuando nada falta y cuando nada sobra, está
lo que tiene que estar, donde debe estar y se sabe que es así, que se es.
Anhelamos irnos y estamos. Amarte a ti es amar al otro… y no
hay otros, estás en mi como yo estoy en ti, como lo estamos todos… y ya no hay
todos, sólo hay uno… y la ricura, eres la ricura, soy la ricura, somos la
ricura, somos y ser, sólo ser. No hay que ir a parte alguna, no
hay que anhelar, no hay que temer, no hay que luchar, tampoco hay que renunciar.
Dios sabe donde y cómo estás, que haces… antes de que tan siquiera imagines que
lo vas a hacer, antes que te nazca la idea, antes que te nazca el deseo, antes
que nazca el nacer de la necesidad. No hay necesidad, la inventamos. Sólo hay lo
necesario. En la lucha, en medio de lo que nos
inventamos, tenemos nuestra seguridad, nuestras mentiras. Tenemos el Dios que
nos creamos a lo que creemos es nuestra imagen y semejanza…¡ Error !
Oye, espera, si a Dios no lo creamos nosotros, Dios nos creó, y
nos lo queremos meter en un bolsillo, apropiárnoslo, gobernarlo. Estamos
creciendo. No hay posibilidad alguna de que ofendamos a Dios… y sentimos que por
el sólo hecho de ser lo ofendemos, que somos una ofensa, que somos ofensa, que
somos el pecado original, nuestro ego, nuestro errado ego, al que no hay que
extinguir sino redimensionar y orientar, a cumplir su función y al que dejaremos
cuando seamos almas caminantes, que ya lo somos, sólo que no lo sabemos. Creemos
en un Dios castigador y eso es sólo nuestra creación. Si como seres humanos no permitiríamos que uno de nuestros
seres queridos peligre pudiendo evitarlo, qué no hará Dios por y con nosotros.
Nos deja donde creemos querer estar y donde creemos estar, total, no hay
riesgo, ni tan siquiera estamos aquí; sino, en el silencio. Entre los practicantes del Tantra es creencia común y pacíficamente
aceptada que requerimos del coito para alcanzar la iluminación, la que
alcanzamos con la ricura… y hasta
hacemos yoga para eso. En la creencia de que así seríamos iluminados y porque
nos gusta, si los hombres pudiésemos ser sólo un gran falo lo seríamos, gustosos
de ello nosotros y gustosas la mayoría de las mujeres también,. Y si muchas
mujeres pudieran ser, quizás, un gran punto G, sólo eso felices lo serían; pero,
gracias a Dios no somos así, no somos eso. También es creencia
igual que físicamente debemos abrazarnos para tener el sexo tántrico que nos
iluminará, otra creencia. Y no es cierto que a distancia no podamos amarnos, ni
que a distancia no podamos despertarnos. Todo es por
añadidura, podemos compartir, podemos ser, simplemente ser si nos amamos… y no
hay distancia, no hay límites, no hay condiciones. Nos afanamos en
técnicas, en subir energías, en distribuirlas, en orientarlas… y ni hay que
hacerlo, sólo ser, sentir, SER. La ricura es parte del éxtasis,
que no es sexual y del que lo sexual es parte. Cuánta mente hay que poner para
hablar de esto. Y todo lo que tiene que ser
será. Te amo donde estés, aunque tú no lo sepas y
tú me amas igual, aunque yo no lo sepa. En los distintos grados de conciencia
accedemos primero a saber que La Creación nos ama, así que en esa parte de
mentira de la cual aún nos valemos y nos gobierna, usamos todo ese amor que La
Creación nos envía, en forma de odio, en eso lo convertimos, porque eso es lo
que creemos que merecemos, que somos, en odio por culpa y en culpa por odio... y
nos desquitamos con Dios, cuando el único destinatario de todo ello somos
nosotros. Quien se niega a aceptar el perdón de Dios está más cerca de
Dios que lo que se imagina, todos lo estamos… en cada uno de los estadios, en
cada uno de los trechos del sendero. Creemos que somos sufrimiento porque
creemos que somos ofensa porque creemos que Dios es malo, nuevamente
categorizamos… y no hay posibilidad de ofender a Dios, Él no lo permitiría y por
Él y por nosotros, además, somos uno. Todo es perfecto. Cada paso
que damos, en la dirección en que lo demos, es un paso menos, era necesario
darlo. A cada paso estamos más cerca y ni es necesario darlo, sólo ser y eso es
decidir, aceptar nuestra divinidad y confiar, hacer, amar, que todo llega. El
paso está
dado, lo dio Dios, la inercia fue rota y ya todo es sinergia. ¿
Hablar ?… ¿ callar ?... ¿ Por qué hacerlo ?... ¿ Por qué hacer lo uno o lo
otro ?... ¿ Es todo igual ?... Se habla o se calla, porque nace hacerlo, porque
es el impulso. Somos parte de La Creación … T’u eres yo… Es por eso.
Somos compañeros de trecho y somos uno. Estamos individualizados, no
separados. Somos un alma, lo demás es sólo apariencia. El alma siempre tiene lo
que quiere.
Qué rico es amarte, qué rico es amarme. No me es necesario tenerte en mis
brazos para amarte, no es necesario me tengas en los tuyos para que me ames. No
me es necesario tener mi pene en ti para sentirte, ni a ti te es necesario
tenerlo para sentirme. Son nuestras excusas para no aceptar la realidad, que
todo es perfecto. No tengo brazos, no tengo piernas, no tengo pene, no
tengo cuerpo. Tú no tienes tampoco piernas ni brazos, ni vagina, ni boca, ni
lengua, ni ano, no tienes cuerpo. Me amas igual que yo te amo, nos amamos
y tampoco tenemos sexo. Te amo a ti y amo a tod@s… Amo a quien sea y me amo a mí… Amas a
quien sea y me amas a mí…. Me amas y te amas, amas a todos, amas a Dios... y
cuando amo a Dios te amo a tí, amada mía. Y todavía
nos preocupamos de la lujuria… ella no existe, es sólo un camino, restos de
mentiras, de conceptos, de categorías… de mente. Mientras nos preocupamos es que
tenemos causas, no aceptamos, no terminamos de hacerlo, al temer perder
perdemos. Nos toca comprobar que tenemos fe sin comprobarlo, saltar al vacío
sabiendo que no hay tal, aunque todo lo sea. Es el uno. Cuando despiertas en mi, te alimentas. No te das cuenta; pero, dando
recibes, aunque no sea de mí es por mí, por ambos, por todos. También te doy,
nos damos, La Creación nos da. El más humilde es el que más nos da, todo es por
añadidura. Sólo Dios da, Él Provee. No tienes que saber amar, no
tienes que saber ni besar, no tienes que tener complexión
atlética, ni ser joven o viejo, no tienes que tener experiencia… No me
importa que seas mi hija, ni mi hermana ni mi madre, no me importa que seas una
desconocida, ni me importa que te creas mi enemiga, ni que me ataques, no me
importa que seas mujer o que seas hombre. ¿ No es incondicional el
amor ?... Sólo tienes que estar dispuesto a aceptarlo, a recibirlo. Encontrarás
que en ti y en quien amas a Dios, será el quien ame y el amado... y te lo
regala, aprende a amar y cuando seas dios. sabrás que eres dios porque eres
Dios... y Dios fue, es y será, Dios es. Y tanto Dios amó al hombre que le dio a su hijo, a
sí mismo. No hay ricura sin amor, ni hay amor sin
ricura… y el amor es éxtasis, ser, saber que estamos en gracia de Dios, que
somos gracia de Dios, parte de Dios, Dios. El amor no conoce
límites ni fronteras, no conoce de condicionamientos. No sabe de distinciones,
no sabe de personas. El amor es el amor, así es el amor y él no es el querer, tú
y es yo y Dios es Dios. Sabes que nada pierdes ni nada ganas,
todo es tuyo. Antes o después te darás cuenta, antes o después me daré cuenta.
Tú eres yo y yo soy tu, tú eres Dios, yo soy Dios. Dios es Cómo
podemos creer que podemos apropiarnos de las cosas si Dios las hizo para todos,
cómo podemos creer que podemos
apropiarnos de las personas si Dios nos hizo uno con Él.
Creemos; pero, no sabemos. Dejemos aflorar el saber y sabremos, nuestras
almas, nuestra alma común sabe, sepamos. ¡¡¡ Mi Amor
!!!... que rico es ver tu boca dulce, jugosa, generosa, sentir tus manos, tus
caricias y tu piel, ver tus contornos y sentirlos y sentir tus adentros, oler tu
aroma, respirar tu aliento, sentir tu placer, comer tu presencia y
nutrirme de tu ser… Qué rico es verte sonreír pícara, hasta el verte y
sentirte desgreñada, qué rico es, qué ricos somos. Qué rico es ser y,
compartiendo, siempre compartiendo, decirte, gracias; pues, sólo compartiendo se
puede decir con sinceridad “ Gracias “. ¡¡¡ Mi Amada !!!, ¡¡¡
Qué rico es amarte… y qué rico es quererte !!!... ¡¡¡ Qué rico es tenerte… y qué
rico es poseerte !!! y, que bello es esto de ti para mí, que compartimos.
Juegos, simples juegos, retozos permisibles cuando sabemos que todo ello
no importa, sólo amar, sólo ser, que todo viene por añadidura, que todo es
perfecto, que todo es uno. Qué bello es
compartir lo cotidiano. Mi amor amado, te amo. Besos y
más besos a tod@s, especialmente a las chicas. Ladislao
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