Nosotros habíamos solicitado en un manifiesto que firmamos -que después hemos subrayado una vez y dos y vein te veces- que es la necesidad de que antes de tomar una decisión que nos parece grave porque puede implicar el envenenamiento del Río Uruguay, la reducción de lo que nos queda en la tierra, esto de que van a pudrir las aguas y secar las tierras que no es de ninguna manera obra de imaginación sino que es la enseñanza triste que han dejado las fábricas de celulosa por la experiencia ya realizada en tierras vecinas, sobre todo en Chile y Argentina, bueno, pues que se escuchen esos testimonios y que antes de tomar una decisión se piense mucho en lo que se va a hacer.
Que se escuchen voces diversas porque esto de las voces diversas al fin y al cabo es también una tradición del Frente.
El Frente Amplio se llama Amplio por eso, porque nació queriendo ser amplio.
Una conjunción de conciencias unidas bajo banderas comunes pero que vienen de l ugares diversos y que pueden tener opiniones diversas.
Alguien dijo -no sé si Artigas, probablemente Artigas- que la contradicción es la única prueba de la libertad, pero yo además creo que la contradicción es la única prueba de la vida porque la vida es contradictoria y no hay que tenerle miedo.
Nosotros tenemos la certeza también abonada por la experiencia histórica de que cuando se confunde la unidad con la unanimidad no se llega a buen puerto porque no existe una verdad única, sino una suma de verdades que resultan de la contradicción de las muchas verdades que la verdad contiene, entonces, no le tenemos miedo a la contradicción y no nos importa, realmente no nos importa que nos llamen traidores por discrepar ¿o acaso hemos vuelto a los tiempos de la Santa Inquisición y ahora nos van a quemar con leña verde por creer que algunas de las medidas del gobierno está tomando son equivocadas o apresuradas?.
No compañeros, yo creo que hay que reivindicar el derecho a la divergencia dentro de la confluencia y que esa es nuestra mejor manera de ayudar al gobierno a gobernar, ¿por qué?, porque este gobierno no nació de la oreja de una cabra y no fue votado por un señor que se llama Mercado que parece que es el que nos está tomando los deberes.
Y que ahora se dice, y me lo dicen amigos, gente querida, compañeros queridos, me dicen: "Eduardo, vos no entendés que el Mercado está satisfecho".
¿El Mercado?: "no entendés que esto no, porque el Mercado no quiere".
¿El Mercado?. Yo me pregunto, ese señor Mercado, ¿es uruguayo?, ¿tiene credencial cívica?, ¿votó?, ¿fue votado?, ¿quién votó por el Señor Mercado?.
El Frente Amplio no tiene que rendir cuentas al Señor Mercado, pero sí está obligado a rendir cuentas al pueblo que lo votó.
En estos días, en estos tiempos (y perdón por la garganta que me falla, la culpa de la media estación), estamos viviendo yo creo, no solo el Frente y el gobierno sino el país todo, tiempos muy difíciles en que sin dudas el gobierno ha heredado un país hipotecado, endeudado hasta la manija, cuyos márgenes de soberanía se han estrechado, se han hecho cada vez más angostitos.
Entonces, se vive un clima en el cual es muy difícil decir algunas cosas.
Yo lo comprendo, comprendo que puede haber sectores de la población como ahora ocurre con algunos sectores en Fray Bentos que estén contentos con la idea de que van a trabajar.
Este es un país desmantelado, donde el trabajo se ha convertido lamentablemente en un privilegio de pocos.
Entonces, la defensa ecologista del medio, de la tierra, del agua y también de la salud humana parece una cosa de marcianos, porque se vive un clima semejante al de aquella película -probablemente algunos de los que están acá la vieron- "Bienvenido Mr. Marshal" en la que había un pueblo español enloquecido porque venía Mr. Marshal que iba a traer la plata, que hacía las inversiones.