Muchos de nuestros intentos de
perdón fracasan, pues confundimos escencialmente lo que es perdonar y nos
resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos ú
olvidarlos.
Lo que NO es perdonar:
-El
perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.
-No significa escusar
o justificar un determinado evento o mal comportamiento.
-No es aceptar lo
ocurrido con resignación.
-No es negar el dolor.
-No es minimizar los eventos
ocurridos.
Creemos erradamente que el perdón, debe de conducirnos
inexorablemente a la reconciliació n con el agresor.
Pensamos que perdonar, es
hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos.
No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más.
No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o
modifique su conducta, pues lo más probables es que ésta
persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor.
El perdón se debe
de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda.
Si esperamos que el
agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y
nuestras energías en una disculpa que jamás llegará.
Si estamos esperando
esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón
pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento.
Seguimos anclados
en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor.
Ahí no
hemos perdonado, ahí quien tiene el comando de nuestra vida es el EGO.
EGO que
quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.
No existe nada ni nadie que pueda
resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene como ser
cambiado.
Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de
tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos.
Al esperar una
disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido
en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de
justicia mal enfocada.
Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los
hechos tal y como sucedieron y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el
ayer.
Aceptamos que somos
APRENDICES !
que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado
vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.
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