 | Asunto: | [CAV] Bailando con el Universo | Fecha: | Martes, 16 de Enero, 2007 21:00:22 (-0300) | Autor: | geraldinemunoz <geraldinemunoz @...net>
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~ Taller TÉCNICA METAMÓRFICA -Dictado ~
por Miembro de la Metamorphic Ass. Teórico y Práctico desde el inicio.
Fin de semana - Sep30/1 Oct - BCN
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Bailando con el Universo
por Deepak Chopra
¿Cómo interferimos con la inteligencia de la naturaleza? En
término
s
espirituales, podemos decir que interferimos cuando nos identificamos
con
la
imagen que tenemos de nosotros mismos y perdemos de vista a nuestro ser
interior; cuando perdemos nuestra sensación de conexión con nuestra
a
lma,
nuestra fuente. En términos más comunes, podemos decir que
interferim
os cuando
empezamos a preocuparnos, cuando empezamos a anticipar problemas, cuando
empezamos a pensar en lo que podría salir mal. Cuando intentamos
contro
larlo
todo, cuando nos asustamos, cuando nos sentimos aislados; todas esas
cosa
s
interfieren con el flujo de la inteligencia de la naturaleza. Cada vez
qu
e
sentimos resistencia, frustración, que las cosas van mal, que exigen
de
masiado
esfuerzo, es porque estamos desconectados de nuestra fuente, el campo de
la
pura conciencia, que se manifiesta en la infinita diversidad del
universo
.
Fragmento de Poder, Libertad y Gracia: Vivir en la Fuente de la
Felicidad
Perdurable
NUESTRO CUERPO, NUESTRA MENTE, NUESTRAS emociones, nuestra fisiología
e
ntera
está cambiando a cada momento en función de la hora del día, de
los
ciclos de
la luna, las estaciones e incluso las mareas. Nuestro cuerpo es parte
del
universo y, en última instancia, todo lo que sucede en el universo
afec
ta a su
fisiología. Los ritmos biológicos son una expresión de los ritmos
d
e la Tierra
en relación con todo el cosmos, y sólo cuatro de ellos (los ritmos
di
arios,
mareales, mensuales y lunares) son la base de todos los demás ritmos
de
nuestro cuerpo.
La Tierra gira sobre su eje, por lo que experimentamos un ciclo de 24
hor
as de
día y noche al que llamamos ritmo circadiano. Dicho ritmo se basa en
el
giro
de la Tierra y, al formar parte de ella, también todo nuestro cuerpo
gi
ra
siguiendo el ritmo de la Tierra. Cuando este ritmo biológico se ve
interrumpido, por ejemplo, por algún viaje de larga distancia,
sentimos
jet-lag. También cuando nos quedamos trabajando toda una noche, aunque
descansemos durante el día no nos sentimos del todo bien, ya que
nuestr
os
ritmos biológicos están desacompasados con los ritmos cósmicos.
Los datos científicos muestran que si sometemos a un animal a cierta
do
sis de
radiación una vez al día, éste puede experimentar algún efecto
be
neficioso.
Pero si le damos la misma dosis de radiación doce horas más tarde,
el
animal
puede morir. ¿Por qué? Porque su fisiología ha cambiado por
complet
o en ese
periodo de doce horas. Incluso nuestra pequeña experiencia subjetiva
no
s dice
que a ciertas horas del día tenemos hambre, mientras que a otras
tenemo
s
sueño. Sabemos que tendemos a sentirnos de una cierta manera a las
cuat
ro de
la tarde y de otra a las cuatro de la mañana.
Los ritmos de las mareas también afectan a nuestra fisiología. Estos
ritmos
son el resultado del efecto gravitatorio del sol, la luna y las
estrellas
de
galaxias distantes sobre los océanos del planeta Tierra. En nuestro
int
erior
nosotros también tenemos un océano similar a los de nuestro planeta.
Más del
60 por ciento de nuestro cuerpo es agua, y más del 60 por ciento de
nue
stro
planeta es agua. Por lo tanto, experimentamos en nuestra propia
fisiologí
a las
pleamares y las bajamares y los flujos y reflujos de las mareas. Cuando
n
os
sentimos incómodos es porque nuestro cuerpo está fuera de
sincronía
con el
cuerpo del universo. Pasar tiempo cerca del mar o en cualquier sitio
natu
ral
puede ayudarnos a sincronizar nuestros ritmos con los de la naturaleza.
El ritmo lunar es un ciclo de veintiocho días que se produce como
resul
tado
del movimiento relativo de la Tierra, el sol y la luna. Dicho ritmo es
evidente considerando el crecimiento y decrecimiento de la luna. Vemos
la
luna
llena, media luna, dejamos de verla, y el ciclo vuelve a empezar otra
vez
. La
fertilidad humana y la menstruación son buenos ejemplos de ritmos
lunar
es,
pero hay otros muchos ciclos de veintiocho días. Cuando trabajaba como
medico
en una sala de urgencias, era de esperar que atendiésemos a más
pacie
ntes con
determinados tipos de problemas dependiendo de la hora del día y de
los
ciclos
de la luna.
Debido al movimiento de la Tierra alrededor del sol, experimentamos los
r
itmos
estacionales en forma de diferentes cambios bioquímicos en nuestro
cuer
po y
mente. Por eso somos más propensos a enamorarnos en primavera o a
depri
mirnos
en invierno. Las personas que padecen un síndrome conocido como
desorde
n
afectivo estacional se deprimen en invierno pero mejoran al ser
expuestos
a la
luz solar. Los cambios estacionales no sólo afectan a la bioquímica
d
el cuerpo
humano: afectan a la de los árboles, las flores, las mariposas, las
bac
terias
y todo lo que está presente en la naturaleza.
La Tierra se inclina sobre su eje en primavera y brotan las flores, las
marmotas salen de sus madrigueras, migran las aves, los peces regresan a
sus
territorios de desove y comienzan los rituales de cortejo. Las personas
s
e
sienten inclinadas a escribir poesía, los amantes cantan sus canciones
y
corazones jóvenes y viejos se enamoran. Los ritmos estacionales nos
afe
ctan
biológica, mental y emocionalmente; todos ellos tienen que ver con la
r
elación
entre la Tierra y el sol.
Hay otros ritmos y ciclos que oscilan cada pocos segundos, como las
ondas
cerebrales y electrocardiográficas, mientras que otros como los ritmos
ultradianos duran desde treinta minutos a veinticuatro horas. Hay ciclos
dentro de otros ciclos, alcanzándose un elevado nivel de complejidad
qu
e en su
conjunto funciona al unísono como una sinfonía. Todos esos ritmos
cre
an la
sinfonía del universo; cuerpo y mente siempre están intentando
sincro
nizar sus
ritmos con los ritmos universales.
Separar el cuerpo y la mente del resto del cosmos es no ver las cosas
com
o
son. El sistema cuerpo-mente forma parte de una inteligencia superior,
es
parte del cosmos, y los ritmos cósmicos generan cambios profundos en
nu
estra
fisiología. El universo es una verdadera sinfonía de las estrellas.
Y
cuando
nuestro cuerpo y nuestra mente están sincronizados con dicha
sinfonía
, todo se
da espontáneamente y sin esfuerzo, y la exuberancia del universo fluye
a
través de nosotros en glorioso éxtasis.
Cuando los ritmos de nuestro cuerpo y mente están sincronizados con
los
ritmos
de la naturaleza, cuando vivimos en armonía con la vida, vivimos en
est
ado de
gracia. Vivir en gracia es experimentar ese estado de conciencia en el
qu
e las
cosas fluyen sin esfuerzo y nuestros deseos son satisfechos con
facilidad
. La
gracia es mágica y sincrónica, está llena de coincidencias y es
mar
avillosa.
Es ese factor de la buena suerte. Pero para vivir en la gracia es
necesar
io
que permitamos que la inteligencia de la naturaleza fluya a través de
n
osotros
sin interferir con él.
Teóricamente, si estuviésemos totalmente alineados con el cosmos, si
estuviésemos en completa armonía con sus ritmos y si tuviésemos
cer
o estrés,
habría muy poca entropía en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo no
envejec
ería si
estuviésemos completamente sincronizados con los ciclos del universo.
S
i su
entropía no se incrementase, estaría dentro de la escala del
universo
, que se
mide en ciclos cósmicos o eones de tiempo. Pero nuestro sistema
cuerpo-
mente
no está perfectamente alineado con los ritmos del universo; ¿por
qué
es así?
Por el estrés. Ya lo ves, en cuanto tenemos un pensamiento, cualquier
pensamiento, éste interfiere con la tendencia innata de los ritmos
biol
ógicos
a sincronizarse con los universales.
¿Cómo interferimos con la inteligencia de la naturaleza? En
término
s
espirituales, podemos decir que interferimos cuando nos identificamos
con
la
imagen que tenemos de nosotros mismos y perdemos de vista a nuestro ser
interior; cuando perdemos nuestra sensación de conexión con nuestra
a
lma,
nuestra fuente. En términos más comunes, podemos decir que
interferim
os cuando
empezamos a preocuparnos, cuando empezamos a anticipar problemas, cuando
empezamos a pensar en lo que podría salir mal. Cuando intentamos
contro
larlo
todo, cuando nos asustamos, cuando nos sentimos aislados; todas esas
cosa
s
interfieren con el flujo de la inteligencia de la naturaleza. Cada vez
qu
e
sentimos resistencia, frustración, que las cosas van mal, que exigen
de
masiado
esfuerzo, es porque estamos desconectados de nuestra fuente, el campo de
la
pura conciencia, que se manifiesta en la infinita diversidad del
universo
. El
estado de miedo es el estado de separación; es resistencia hacia lo
que
es.
Cuando no oponemos resistencia todo es espontáneo y sencillo, no exige
esfuerzo.
Nuestro cuerpo nos está hablando constantemente mediante señales de
c
omodidad
e incomodidad, placer y dolor, atracción y repulsión. Cuando
prestamo
s
atención a las sutiles indicaciones de nuestras sensaciones
corporales,
accedemos a la inteligencia intuitiva. Dicha inteligencia es contextual,
relacional, enriquecedora, holística y sabia. La inteligencia
intuitiva
es más
detallada y precisa que cualquier otra cosa existente en el reino del
pensamiento racional. La intuición no es pensamiento; es ese campo
có
smico de
información no localizado que nos susurra en el silencio que hay entre
nuestros pensamientos. Por lo tanto, cuando hacemos caso de la
inteligenc
ia
interior de nuestro cuerpo, que es el genio supremo y definitivo, nos
est
amos
introduciendo en el universo y accediendo a una información a la que
no
suele
tener acceso la mayor parte de la gente.
Cuando hagamos caso de la sabiduría de nuestro cuerpo, cuando seamos
conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo, conoceremos el cosmos
entero, ya que experimentamos todo el cosmos en nuestro cuerpo en forma
d
e
sensaciones. Cuando no estamos en armonía con los ritmos universales,
l
a señal
que nos llega es de incomodidad, ya sea física, mental o emocional.
Cua
ndo
fluimos en armonía con el universo, la señal que nos llega es una
sen
sación de
comodidad, de alegría, de que todo es fácil. En realidad, esas
sensac
iones son
la voz del espíritu, que nos habla al nivel de sentimiento más
sinton
izado de
nuestro cuerpo. Cuando ofrezcamos a nuestro cuerpo una profunda
atenció
n,
escucharemos la voz del espíritu, porque nuestro cuerpo es una
bioorden
ador
constantemente conectado con la mente cósmica. Nuestro cuerpo tiene
una
habilidad informática que lo capacita para reparar instantáneamente
e
n la
infinidad de detalles que crean cada acontecimiento de nuestra vida.
Sabiendo todo esto, ¿por qué no tratas a tu cuerpo con respeto y lo
c
uidas?
Cuida de él con amorosa atención. Aliméntalo con comida saludable
y
agua
fresca. Aliméntalo con la frescura de la tierra y con los colores del
a
rcoiris
que la tierra ofrece en forma de frutas y vegetales. Bebe intensamente
la
s
aguas de la Tierra para que ellas puedan abrir las líneas de
comunicaci
ón e
inteligencia que corren a través de tus tejidos y de tu torrente
sanguí
neo.
Respira profundamente para que tus pulmones se expandan por completo con
el
aire.
Libérate de toda atadura o constricción consciente para que tu
cuerpo
pueda
relajarse en los ritmos del universo. Mueve tu cuerpo, ejercítalo y
man
tenlo
en movimiento. Comprométete a mantenerlo libre de toxinas, tanto
físi
cas como
emocionales. No lo contamines con bebidas o alimentos muertos,
químicos
tóxicos, relaciones o emociones tóxicas en forma de ira, miedo o
culp
a.
Asegúrate de alimentar tus relaciones saludables y no albergues
rencore
s ni
resentimientos. La salud de cada célula contribuye directamente a tu
es
tado de
bienestar, ya que cada célula es un punto de conciencia en el campo de
conciencia que tú eres.
Cuerpo y mente son la danza del universo y, cuanto más bailen con el
un
iverso,
más alegría, vitalidad, energía, creatividad, sincronicidad y
armon
ía
experimentarás. Puedes permanecer sintonizado a tu cuerpo siendo
consci
ente de
cómo bailas con el universo. Si prestas atención a los ritmos y
ciclo
s de tu
cuerpo y mente y te familiarizas un poco con los ritmos cósmicos,
verá
s cómo
puedes sincronizar los ritmos de tu cuerpo con los del universo. No
tiene
s que
ser ningún experto, simplemente presta un poco de atención a esto.
Ob
serva
cómo te sientes en diferentes momentos del día y del mes dependiendo
del ciclo
lunar. Mira al cielo y fíjate en los ciclos de la luna. Si lees el
diar
io,
mira los horarios de la pleamar y la bajamar. Siente tu cuerpo y observa
cómo
se relaciona con cada estación. Entiende que estos ritmos pueden
ayudar
te de
verdad; la siguiente información es lo único que debes recordar.
Entre las seis y las diez de la mañana y las seis y las diez de la
noch
e es
cuando tu cuerpo está hipometabólico, en su fase de metabolismo
más
baja.
Intenta pasar un rato en silencio en torno a las seis de la mañana y
de
la
tarde. Lo Ideal sería meditar al inicio de esta fase y hacer ejercicio
en la
mitad de ella, especialmente si lo haces para perder peso.
Entre las diez de la mañana y las dos de la tarde es cuando el fuego
metabólico se encuentra al máximo. Es el momento de hacer la comida
p
rincipal
porque tu cuerpo metabolizará mucho mejor la comida. Entre las dos y
la
s seis
de la tarde es un buen momento para estar activos, aprender nuevas
activi
dades
mentales o emprender actividades físicas. Entre las dos y las seis de
l
a
mañana es buen momento para soñar.
Alrededor de las seis de la tarde, preferiblemente antes de la puesta
del
sol,
es un buen momento para cenar. Es mejor cenar algo ligero y dejar al
meno
s dos
o tres horas de intervalo entre la cena y el sueño. Por lo tanto,
inten
ta
acostarte hacia las diez o diez y media de la noche y tendrás un
descan
so
ideal con grandiosos sueños.
Estas son recomendaciones muy básicas pero, una vez que empezamos a
sin
tonizar
nuestros ritmos con los ritmos cósmicos, el cuerpo se siente bastante
diferente. Se siente vital; no se cansa. Subjetivamente nos sentimos
má
s
enérgicos. Empezamos a experimentar ese estado de conciencia en el que
todas
las cosas de nuestra vida fluyen con facilidad. Una salud vibrante no es
solo
la ausencia de enfermedad; es esa alegría que debería estar en
nuestr
o
interior todo el tiempo. Es un estado de bienestar positivo no solo
fís
ico
sino emocional, psicológico y, en última instancia, incluso
espiritua
l. La
tecnología no va a hacernos más sanos. Lo que va a hacernos más
san
os es que
estemos alineados con las fuerzas del universo, que sintamos que nuestro
cuerpo es parte del cuerpo de la naturaleza, comulgar con ella y con
nues
tra
alma pasando tiempo en soledad y silencio.
El poeta hindú Rabindranath Tagore resume el milagro de la vida de una
manera
más hermosa de lo que la ciencia puede hacerlo. Dice: "La misma marea
d
e la
vida que corre por mis venas día y noche corre por el mundo y baila
con
métrica cadenciosa. Es la misma vida que se dispara con alegría por
e
l polvo
de la tierra en innumerables briznas de hierba, rompiendo en olas
tumultu
osas
de hojas y flores. Es la misma vida a la que mece el mar, cuna de
nacimie
nto y
muerte, en su flujo y reflujo. Siento que la caricia de este mundo de
vid
a
hace gloriosos a mis miembros. Y mi orgullo viene del latido de eras que
baila
en este momento en mi sangre".
Los mares y ríos de esta biosfera son la sangre de la vida que circula
por
nuestro corazón y nuestro cuerpo. El aire es el aliento sagrado de
vida
que da
energía a cada célula de nuestro cuerpo, a fin de que sea posible
viv
ir,
respirar y participar en la danza del cosmos. Tener la experiencia de
"el
latido vital de eras que baila en este momento en nuestra sangre" es
vivi
r la
alegría, la conexión con el cosmos. Esta es la experiencia sanadora;
es la
experiencia de estar completo. Y estar completo es vivir en la gracia.
© 2006, Deepak Chopra, Todos los Derechos Reservados.
Publicado con permiso de Amber-Allen Publishing, Inc., San Rafael,
Califo
rnia.
SOBRE EL AUTOR
Deepak Chopra nació y creció en Nueva Delhi, India. Hijo de un
eminen
te
cardiólogo, asistió al prestigioso All India Institute of Medical
Sci
ences,
emprendiendo su carrera en el campo de la medicina occidental. Tras
gradu
arse
se mudó a los Estados Unidos, completando sus especialidades de
medicin
a
interna y endocrinología. Enseñó en la Universidad Tufts y en la
Es
cuela de
Medicina de la Universidad de Boston, alcanzando la categoría de Jefe
d
e
Equipo en el New England Memorial Hospital y ejerciendo una dilatada
prá
ctica
privada.
En aquella época, a pesar de su éxito aparente, el Dr. Chopra
sentí
a una
creciente insatisfacción y la incómoda sensación de que quizás
po
dría estar
haciendo algo más por sus pacientes. Esas dudas le condujeron al
Ayurve
da, la
antigua ciencia hindú de la sanación. El Dr. Chopra lo reconoció
de
inmediato
como el sistema de cuidado de la salud que trata a la persona en su
conju
nto
en lugar de tratar síntomas individuales. El Ayurveda le enseñó
que
la mente
ejerce una profunda influencia sobre el cuerpo y que la Buena salud
depen
de
tanto de la consciencia y del equilibrio interior como de llevar una
vida
saludable. Gracias al Ayurveda, el Dr. Chopra volvió a despertar a las
antiguas tradiciones espirituales de oriente, y sus escritos reflejan la
influencia de la sabiduría antigua aunada con lo mejor de la ciencia
mo
derna.
Sus precursores trabajos mezclan la física con la filosofía, lo
prá
ctico con
lo espiritual y la venerable sabiduría oriental con la aguda ciencia
occidental, con resultados dinamizadores.
Dr. Chopra es fundador de la Asociación Americana de Medicina
Ayurvéd
ica. En
1992 fue designado miembro de la comisión de expertos creada ad hoc
sob
re
Medicina Alternativa por el Instituto Nacional de Salud y miembro del
Com
ité
Científico Asesor de la revista Longevity. En 1993 fue nombrado
Directo
r
Ejecutivo del Instituto Sharp para el Potencial Humano y la Medicina de
l
a
Mente y el Cuerpo, así como asesor jefe del Centro para la Medicina de
la
Mente y el Cuerpo. En 1995 fundó el Centro de Bienestar Chopra en La
Jo
lla,
California. Se han vendido millones de ejemplares de sus libros en todo
e
l
mundo, habiendo sido traducido a más de 34 idiomas. Entre sus
títulos
más
conocidos figuran Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, Cuerpos Sin
E
dad,
Mentes Sin Tiempo y Sanación Cuántica
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