eGrupos Logo
Inicio > Mi Página > Mis Grupos > difusioncav > Mensajes

 Índice de Mensajes 
 Mensajes 6589 al 6618 
AsuntoAutor
Gratis Uruguay: BI Nelson G
Re: (cav) Feliz Cu Nelson G
Re: (cav) Feliz Cu Antonio
Hola Maria Ines Nelson G
FW: Cantar y vivir maria cr
Buen Dia MARTES crisbeng
Re: (cav) FELICIDA narendra
Re: (cav) FELICIDA Marta Pu
FW: ESCRT. CADA DÌ gustavo
FW: ESCRT.-NOCHE D gustavo
RE: queriendo sabe alvaro b
Re: (cav) Buen Dia Antonio
Re: (cav) FELICIDA narendra
Fw: IMAGENES INCRE Sara Mar
Re: (cav) FW: ESCR Marta Pu
RE: (cav) RE: quer gustavo
RE: (cav) FW: ESCR gustavo
APRENDIZAJE Marta Pu
RE: (cav) RE: quer alvaro b
RE: (cav) RE: quer alvaro b
RE: (cav) APRENDIZ alvaro b
RE: (cav) RE: quer gustavo
RE: (cav) RE: quer alvaro b
RE: (cav) Sobre la Manuel B
RE: (cav) RE: quer gustavo
RE: (cav) RE: quer alvaro b
ESCRT.- CUNADO NO gustavo
(cav) Fw: IMAGENES crisbeng
RE: (cav) Sobre la Marta Pu
FW: CUENTO -- VAGA gustavo
 << 30 ant. | 30 sig. >>
 
Difusion de Contacto Agua Vital

Mostrando mensaje 6623     < Anterior | Siguiente >
Responder a este mensaje
Asunto:(cav) FW: CUENTO -- VAGABUNDO
Fecha:Jueves, 21 de Agosto, 2008  17:15:27 (-0500)
Autor:gustavo bazo <gusba7 @.......com>




Date: Thu, 26 Jun 2008 18:40:16 -0500
From: gustavobazo@gmail.com
To: gusba7@hotmail.com
Subject: Fwd: CUENTO -- VAGABUNDO



 
 
 
 
 
 

VAGABUNDO
 
      Por algún lugar de la ciudad se desplaza el vagabundo luego de pasar una difícil noche. Quizá no haya probado alimento desde hace un par de días, pero aún tiene fuerzas para seguir adelante. Un nuevo día comienza para todos, también para ti vagabundo.
      ¿Dónde iré?, ¿qué ruta tomaré? - se pregunta él.
      ¡Cualquiera es buena para empezar!.
      El sucio y maloliente vagabundo iniciaba su marcha. Tal vez irá primero en busca de algo que calme su desesperado estómago, o quizá vaya a quitarse quién sabe con qué el olor a basura que tiene.
       La vida no es fácil para él, pero suele ingeniárselas para sobrevivir. Muchos han comenzado a vagar de un lado a otro, él también lo hace, pero al ser diferente sobresale entre los demás.
 
 
      ...Después de lo que comí ayer no me he sentido muy bien. Creo que lo más conveniente será mudarme de barrio. Iré hacia el sur, allá la gente vive mejor, por tanto sus desperdicios serán más agradables. Buscaré un lugar donde dormir, y ya no tendré que disputarme el desayuno cada mañana. Será mejor que parta ya. Es tiempo de comenzar una nueva vida.
 
...En mi vagar por las calles llegué a un parque. Fue allí donde lo conocí. Era un anciano, usaba sombrero y algo como una flor marchita en la solapa de su harèpiento saco. Con mis cuatro extremidades sobre el suelo, me acerqué a él.
 
 De pronto dijo:
 
 
       - Ven aquí y hazle compañía a este viejo que de alguna manera es como tú. Luego, se levantó de la banca en donde permanecía sentado, yo lo seguí. Caminamos unas cuantas cuadras hasta llegar a un viejo edificio... Subió las escaleras, y al quedarme mirándolo desde abajo, volteó el rostro y me dijo - como si supiera que lo entendía perfectamente - ¿qué esperas? ¡¡Ven aquí!!, ¡¡es hora de comer!!.
 
          Esa noche sería la primera vez que comería bajo un techo y en compañía de alguien que no era como yo. Luego, más tarde, cubiertos por el silencio de la noche dormimos hasta la mañana siguiente.
 
...Los días pasaban y aquel anciano se había convertido en mi inseparable amigo. Vivía de la caridad de algunas personas dadivosas que en su pasar apurado por las calles introducían las manos en sus no profundos bolsillos y dejaban caer de entre sus dedos algunas monedas que representaban de alguna manera el plato de comida que él compartía conmigo.
Ya en el parque, el sol brillaba aquella tarde. En la misma banca de siempre, el viejo miraba a su alrededor. Fue entonces cuando noté dibujada en su rostro una expresión de alegría, que confirmé cuando rompió el silencio para decir: LA VIDA ES HERMOSA, es bueno poder mirar a esos niños jugar y reír; o mirar aquellas parejas vivir lo mejor de sus días bajo la sombra de un árbol - hizo una pausa y luego prosiguió: - A mí no me queda mucho tiempo. Por el momento tengo este parque, a ti y mi banca de madera que parece simbolizar el cajón en donde me dejarán cuando me vaya de este mundo.
           La tarde terminaba una vez más. Como todos los días, el sol se marchaba lentamente. De pronto, entre los árboles del parque apareció un niño, era bastante delgado y tenía unos zapatos tan viejos que andaba de tropezón en tropezón. Sin embargo, al vernos, se acercó y, mientras acariciaba mi cabeza, ofrecía con cierta timidez un número de la lotería a mi viejo amigo.
           - Es el último que me queda - dijo -. Sin pensar, mi compañero introdujo su mano en el bolsillo de su gastado pantalón y sacó algunas monedas con las cuales compró el número. Luego, ambos se quedaron mirando de una manera muy especial. El niño antes de marcharse agregó...
           - ¡Que tenga suerte!, juega hoy... y se alejó...
 
           El anciano murmuró algunas palabras que, desde mi cuadrúpeda existencia, no llegué a comprender bien.
 
            El oscuro manto de la noche cubría ahora a la ciudad. El parque quedaba solo otra vez aguardando un nuevo amanecer. Nosotros nos acercábamos lentamente a nuestro hogar. Luego de beber un poco de agua y compartirla conmigo, el viejo apuntó el número de la lotería muy cerca de la cabecera de su inquieta cama, y mientras balbuceaba algunas palabras, escondió en algún lugar de la habitación el billete de la suerte. Después, se echó a dormir, y su suave ronquido arrulló mi sueño.
 
            Con los primeros rayos de luz desperté al día siguiente. El sol no brillaba aquella mañana. Luego de estirar mis músculos por algunos segundos me acerqué a mi amigo para como todos los días anunciarle que un nuevo día había llegado. Mi sorpresa fue grande cuando me percaté que se había ido, !ahora, ya no pertenecía a este mundo!!!
Desde ese momento, y en adelante, ya no tendría su vieja compañía, era el momento de comenzar solo otra vez, ser un vagabundo nuevamente.
 
 Triste y cabizbajo, el vagabundo se alejaba de lo que había sido su hogar. Al salir del edificio y alcanzar la calle se conmovió cuando escuchó que un vendedor de diarios pregonaba el número ganador de la lotería, ¡¡era el del viejo!!
Perplejo y desconsolado, comenzó a caminar por la larga calle, hacia el parque.
 
 
(Gustavo Bazo)   (1982)
 
 
 
 
 
 
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *



Explore the seven wonders of the world Learn more!


Inicio | Apúntate | Bazar | Grupos | Gente | Quienes somos | Privacidad de Datos | Contacta

eGrupos is a service of AR Networks
Copyright © 1999-2004 AR Networks, All Rights Reserved
Terms of Service