A veces, ¡cuando te sientes importante!
A veces, cuando tu ego florece;
A veces, cuando das por sentado
Que eres el mejor del lugar;
A veces, cuando sientes que tu ida
Dejará un vació que no puede llenarse
sigue simplemente estos consejos
Y observa cómo se humilla tu alma.
Toma un balde y llénalo de agua
sumerge tu mano hasta la muñeca
sácala,
y el hueco que queda
es la medida de cuánto serás extrañado.
Podrás salpicar con gozo cuando entres
podrás remover el agua con
abundancia
pero deja de moverte y en un minuto observarás
que su aspecto es
quieto como antes.
La moraleja de este ejemplo pintoresco
es hacer simplemente todo lo mejor
que puedas
Y sé orgulloso de ti mismo, pero recuerda
Que no hay un hombre
indispensable.
Dios no despide a nadie excepto a los que están llenos de ellos mismos.
1 Pedro 5, 5
Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los
humildes.