 | Asunto: | [diosexiste] Narcisa de Jesús Martillo Morán | Fecha: | 8 de Diciembre, 2021 01:01:50 (+0100) | Autor: | Alfa Romeo <yj_adonai @.....es>
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Narcisa de Jesús Martillo Morán
Santa, Virgen Laica
Por: n/a | Fuente: www.NarcisaDeJesus.com
"La Violeta de Nobol"
Martirologio Romano: En
Lima, ciudad de Perú, beata Narcisa de Jesús Martillo Morán, virgen,
que, privada de padres y desprovista de sustento, después de muchos
trabajos fue recibida en la hospedería de un cenobio, donde se dio a la
oración continua y a la áspera penitencia.
Fecha de beatificación: 25 de octubre de 1992 por S..S. Juan Pablo II Fecha de canonización: 12 de octubre de 2008 por S.S. Benedicto XVI
Etimología: Narcisa = aquella que produce sopor, en referencia a la flor
del mismo nombre; es de origen griego
Breve Biografía
Nació el 29 de Octubre 1832, en Nobol, arquidiócesis de Guayaquil (Ecuador)
el día de San Narciso.
Sus padres eran agricultores y buenos cristianos. La fecha de su bautismo es
desconocida.
Contaba
con 7 años cuando recibió el sacramneto de la Confirmación de manos de
Mons. Francisco Javier de Garaicoa, primer Obispo de Guayaquil, el 16 de
Septiembre de 1839, dentro de las fiestas patronales del Señor de los
Milagros de Daule.
A
los 15 años aprendió el oficio de costurera que ejerció a domicilio y
en las familias vecinas. Desde muy joven recibió como don del Espíritu
Santo, un gran amor a la Oración: dejaba a menudo los juegos y los
amigos para retirarse a su habitación o junto a un árbol de guayabo en
la hacienda familiar, para orar.
Pasó
su vida en familia, dedicada a las tareas domésticas y a la costura,
creando una admósfera de caridad, alegría y paz entre sus cuatro
hermanos y sus cuatro hermanas.
Siendo
niña perdió a su madre. Así, ella tuvo que encargarse de la crianza y
educación de sus hermanos menores. En esos años conoció la vida de Santa
Marianita de Jesús, quien apenas había sido beatificada poco tiempo
antes, y a quien imitará con su vida, hasta tal punto que uno de sus
directores espirituales escribió “basta leer la vida de Santa Marianita
para conocer las virtudes de Narcisa”.
De
esa época de su vida se recuerda su caridad, su alegría, su gran amor
por la oración y la gran importancia que le daba a la dirección
espiritual.
Cuando
tenía 18 años muere su padre, y ella emigra a Guayaquil. Allí trabaja
como costurera y comienza a dirigirse con Luis Tola, quien después será
obispo de Portoviejo.
En
la catedral de Guayaquil, y antes en la parroquia de Daule, dedicó
mucho tiempo al apostolado, especialmente a los niños, a quienes les
enseñaba catecismo. También trabajó con jóvenes abandonadas y refugiadas
en la “Casa de las Recogidas” y visitaba a los enfermos y moribundos.
Después se trasladó algún tiempo a Cuenca para atender a Monseñor Amadeo
Millán, quien era su director espiritual, y que había contraído
tuberculosis.
En
1867, cuando fallece monseñor Millán, regresa a Guayaquil, a la “Casa
de las Recogidas”, donde, junto con la Beata Mercedes de Jesús Molina,
enseña costura a las niñas huérfanas.
Algunos
de sus directores han destacado el amor que ella tenía a Jesús en la
Eucaristía y a la Santísima Virgen. Cuando vivía en Guayaquil perteneció
a la Asociación Piadosa de Hijas de María, cuyo programa consistía en
la práctica de las virtudes cristianas a imitación de María y en las
obras de apostolado y de caridad.
En
1868 se trasladó a Lima (Perú) para continuar la dirección espiritual
con el sacerdote franciscano Pedro Gual, quien poco después partió para
Roma. Por esto tuvo que comenzar a dirigirse con el p. Manuel Medina, de
quienes son la mayoría de los escritos que nos han llegado sobre ella.
Este sacerdote, previendo un posible proceso de beatificación, los hizo
corroborar con la firma de un Notario Público.
En
Lima vivió en el Convento del Patrocinio como huésped o como
pensionista, nunca como religiosa, ganándose el sustento con las labores
de su propia mano.
En
Septiembre de 1869 se inicia su última enfermedad. En los últimos
momentos de su vida los dolores de su enfermedad se hicieron muy
intensos, pero ellas los soportó heroicamente, abandonándose a la
voluntad de Dios, y ofreciéndose como víctima por la conversión de los
pecadores. Falleció el 8 de Diciembre después de haber comulgado.
Fue beatificada por San Juan Pablo II el 25 de Octubre de 1992 y canonizada
el 12 de Octubree de 2008 por el Papa Benedicto XVI.
Sus milagrosas intercesiones
Para su beatificación
Juan
Pesántez Peñaranda es un hombre solitario. Nunca se casó y tampoco
conoce sus orígenes familiares porque a los nueve meses fue regalado a
una pareja en Gualaceo, la que a los 10 años abandonó para ir a trabajar
en las bananeras de Pasaje, en El Oro.
Allá
fue donde se golpeó la frente con un tallo de plátano, lo que le
originó varios tumores, que luego se comprobaron eran cancerosos. Pero
en 1967, tras repetidas intervenciones quirúrgicas que no le ayudaron a
superar el mal que padecía, recibió “la sanación de Narcisita”, dice,
mientras limpia los pasillos del colegio La Inmaculada, de Guayaquil,
donde trabaja por más de tres décadas.
Tenía algo más de 20 años y muchos le decían que pida un milagro.
Pero
él no creía. “Solo tenía fe en un Dios lejano”, dice, y cuenta que un
día, mientras estaba en el hospital Luis Vernaza, se le acercó un
policía quien le sugirió que le escriba a “Narcisita, que era milagrosa,
pero le dije que no creía en eso y me quedé dormido”.
Sin
embargo, mientras descansaba tuvo un sueño. Ahí habló con ella y le
dijo: ‘Narcisita, si es de curarme, ¡cúrame!, sino ¡llévame!’. “Y me
respondió ‘te vas a curar. Anda ponle una velita a la Virgen’. Cuando me
desperté conté a todos que me iba a sanar, pero la mayoría pensaban que
la enfermedad me había vuelto loco”
Para
sorpresa de todos, la curación fue real, una comisión médica del
Vaticano revisó el caso de Pesántez y en 1991 lo calificó como “un
milagro de curación de Narcisa de Jesús”.
Cuenta
que tras la sanación, su fe en Dios creció. Llegó a ser de la corriente
carismática, actualmente no participa ya de ese grupo pero su fe no a
claudicado, va regularmente a Misa y visita con frecuencia la iglesia
San José, en Guayaquil, donde estaban los restos de Narcisa cuando él
superó el cáncer.
Para su canonización
Edermina
Victoria Arellano Plúas, que para el 2008 tenía 20 años, y estaba por
terminar sus estudios de colegio, Luego desea trabajar como secretaria.
Ella
vive en Nobol, donde aprendió el oficio de corte y confección, pero no
se imagina vivir dedicada a la costura como lo hiciera Santa Narcisa de
Jesús Martillo, a quien, dice, debe la vida.
La
joven que, según la Iglesia, recibió un milagro de la sierva, tras la
reconstrucción de sus genitales externos, se considera una devota de la
Beata, aunque no intenta seguir sus pasos.
Edermina se imagina en una oficina contestando llamadas y manejando el
computador, y no descarta casarse y tener hijos.
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