(...) El texto con el que ETA
anunció el "alto el fuego unilateral e indefinido" en septiembre de
1998 y el que ayer proclamó un "alto el fuego permanente" no sólo
responden a dos momentos distintos. Reflejan dos estilos diferentes y
confirman una nueva forma de aproximarse a la realidad que evita la
amenaza y huye de la retórica maximalista.
Aunque será hoy cuando las páginas del diario Gara ofrezcan una
declaración más amplia de ETA, el texto que la banda hizo llegar a varios
medios es de una concisión desconocida hasta ahora. La tregua de 1998 se
anunció en un comunicado de 10 folios. El de ayer apenas ocupa uno.
La puesta en escena se ha cuidado tanto por parte de ETA que hasta el
vídeo incorporado ayer a su documento busca el protagonismo de una mujer,
que lee la nota en euskera y castellano.
Pero, pese a tan cuidados detalles, la policía puede haber reconocido a
la informante. Según Tele 5, fuentes de la lucha antiterrorista creen que
puede ser Ainhoa Ozaeta, miembro del aparato político de la banda y
próxima a Josu Ternera. Ozaeta fue integrante de la anterior mesa
nacional de Batasuna y es titulada en gestión de empresa. Además, figura
en el el sumario del juez Baltasar Garzón sobre la financiación de ETA.
Incondicional
Por primera vez, ETA no pone condiciones, al menos hasta ayer. Aunque
en 1998 alardeó de su decisión unilateral, desde el primer momento
advirtió de que la "continuidad de la tregua" quedaba al albur de
"la respuesta" que recibiera y de los "pasos y
acontecimientos"..
Lo que la banda dice ahora es que tiene "deseo y voluntad" de
que el proceso abierto "llegue hasta el final" y se consiga así una
"verdadera situación democrática" y "paz basada en la
justicia". Además, al menos en el texto divulgado ayer, ETA no hace
reserva a su alto el fuego: ni "defensa" ni
"abastecimiento".
El escueto comunicado no incluye amenazas, ni indirectas ni veladas. En
su anterior tregua apuntó: "No habrá paz si no se basa en los derechos
de Euskal Herria". Esta vez constata que "la superación del
conflicto es posible" y que ése es "el deseo y la voluntad" de
ETA.
También elimina cualquier alusión a la necesidad de "expulsar"
de Euskadi a "los que son y seguirán siendo enemigos" del proyecto
soberanista, como dijo en 1998.
Otro vocabulario
ETA recurre a un vocabulario convencional en el lenguaje político vasco
como el que afirma que con su decisión trata de "impulsar un proceso
democrático en Euskal Herria para construir un nuevo marco". Hace ocho
años, la banda perseguía el "camino para la independencia".
También en 1998 dijo que su oferta abría la puerta a una "fase
política" de soberanía. Ahora apunta que "al final del proceso los
ciudadanos vascos deben tener la palabra y la decisión sobre su
futuro".
El comunicado difundido ayer incluye un "llamamiento" a los
agentes sociales y a las "autoridades de España y Francia" para que
den respuesta positiva a su oferta. También en 1998 lo requirió, aunque lo
hizo con un tono más autoritario.
Ayer, anunció que su alto el fuego será efectivo a partir del viernes
día 24. El 16 de setiembre de 1998 emplazó para dos días después el inicio
de la tregua indefinida que, en realidad, duró hasta el 28 de noviembre de
1999. |