Tanto
Mariluz como yo, nuestra sobrina Mariona de 14 años y toda la familia os
queremos agradecer vuestras muestras de pésame por la defunción de Mª Antonia
Viñals Carrera.
Si cabe,
dentro de la desgracia, nos contagiamos del optimismo de mi hermana que hasta el
final de los tres meses de hospital mantenía no solo una claridad mental fuera
de lo común, sino una fe y fortaleza espiritual y psíquica
extraordinarias,
Estos
acontecimientos te cambian la vida, pero en la propia visión de Mª Antonia
terminamos convenciéndonos de que la adaptación se hace necesaria y seguro que
aporta otras perspectivas de la vida que superado el trance neurótico de no
entender el porqué y esforzarse en los sacrificios por la esperanza coetáneos a
esa lucha interna, finalmente se vislumbran también nuevas gratificaciones
espirituales en el crecimiento personal al que estamos obligados, sobre todo los
grafoanalistas pues trabajamos precisamente algo tan apasionante como es el ser
humano en la dimensión de su personalidad.
Dejamos
la tristeza atrás para asumir con renovada alegría un nuevo camino en la memoria
de Mª Antonia y su esposo Carles también fallecido de cáncer hace un par de años
atrás.
Francisco Viñals Carrera