Agentes del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la Jefatura Superior
de Cataluña han detenido en Badalona, Barcelona, a Guy Chrstian N.B, de
32 años de edad y de nacionalidad camerunesa, como presunto autor de un delito
de estafa. La actividad ilícita, de la que los miembros del grupo obtuvieron
61.100 euros, fue realizada empleando el timo de los billetes tintados.
Investigadores policiales adscritos a la Comisaría Local de Badalona tuvieron
conocimiento de que un grupo de individuos, en fechas recientes, había realizado
estafas en Barcelona y en zonas limítrofes. A mediados de este mes contactaron
con un vecino de Badalona, víctima de este tipo de estafa, que había perdido
sesenta y un mil cien euros. El hecho delictivo se consumó en Reus
(Tarragona).
Este ciudadano informó a la Policía que en el primer encuentro que tuvo con
los estafadores, y una vez efectuado el procedimiento normal de los billetes
tintados, los autores le manifestaron que volverían a las veinticuatro horas
para lavar el dinero. Alegaban que el reactivo líquido que utilizaban se
deterioraba y que era necesaria la compra de más líquido. Asimismo, le
explicaron que el producto utilizado era muy caro y que no salía rentable
comprarlo para “lavar” poco dinero, y que en el caso de que la víctima
consiguiera más moneda legal, sí se desplazarían para realizar dicha
operación.
La víctima, con el conocimiento de la Policía, acordó una segunda cita con
los estafadores para el día 24 de mayo en un hotel de San Adriá del Besos
(Barcelona). En principio, se deberían “lavar” los primeros fajos ya sometidos a
los reactivos, además de una nueva cantidad de ochenta y dos mil euros. Una vez
en el lugar se consiguió detener a uno de los autores.
Modus operandi
Un miembro del grupo con apariencia ostentosa, que ejerce de “gancho”, capta
la confianza de la futura víctima. Aquélla le comenta que forma parte de una
organización que ha adquirido una máquina capaz de “duplicar” billetes, mediante
un procedimiento químico, quedando en hacerle una demostración.
En la demostración introducen un billete de curso legal entre dos recortes de
papel tintado de negro del mismo tamaño y, tras someterlos a unos reactivos
químicos, consiguen que estos dos recortes se transformen en dos billetes del
mismo valor, que aparentemente son de curso legal. Los dos billetes conseguidos
por este procedimiento tienen número de serie diferentes por lo que el
procedimiento de “duplicado” no es tal.
En la primera cita la víctima se persona con una importante cantidad de
dinero al que los estafadores someten al procedimiento descrito. Sin que la
víctima se percate, éstos cambian los fajos de billetes buenos por otros del
mismo tamaño y grosor que carecen de valor, abandonando el lugar con la moneda
legal. Le informan a la víctima que tienen que transcurrir veinticuatro horas
para que se produzca la duplicación, tiempo indispensable para que los reactivos
químicos surtan efecto.
Como esta “duplicación” no se produce, quedan para una posterior cita donde
volverán a aplicar los reactivos a los fajos. Normalmente y aprovechando que
estos reactivos químicos son caros, le piden que lleve una nueva cantidad de
dinero para rentabilizar mejor la operación.
Efectos intervenidos
Se ha intervenido una maleta de viaje que contenía los útiles necesarios para
realizar el “ procedimiento” de duplicación de billetes:
- Dos jeringuillas hipodérmicas.
- Dos guantes de látex.
- Cinco fajos de papeles tintados de diversos tamaños y grosores
- Tres recipientes conteniendo liquido en su interior.
- Una rollo de cinta de embalar.
- Cinco paquetes de plástico conteniendo en su interior polvo blanco.
- Una caja de cartón plegada.
Asimismo, se han intervenido los tres primeros fajos de papeles que
utilizaron para “duplicar “ billetes en la primera cita. Se trata de papeles del
mismo tamaño que los billetes de curso legal, de grosores diferentes,
perfectamente envueltos con cinta de embalar.
La operación continúa abierta.