El número de alertas
de productos peligrosos que se gestionan anualmente tiene un crecimiento
exponencial. Desde el año 2000 se ha incrementado un 677%, superando las 3.000
alertas en el 2009. Por otra parte, la Agencia Catalana del Consumo destruyó o
retiró del mercado casi 160.000 productos inseguros durante el año 2009.