¡Estallo la meditación masiva en San Juan!
Dr Enrique Mazzucco
Si. El día llego y allí estuvimos. En el parque, desde temprano. Unos antes que otros. Había que sacar electricidad de una farola para el sonido. Colocar unas maderas para apoyar la consola y los baffles. Transportar todo al lugar del parque elegido, al lado de la calesita. Por suerte Silvana y Juan Carlos, Jorge y otros muchachos colaboraron para que todo estuviera listo. Luego nos fuimos sumando el resto, con los nervios de la primera vez, esperando que se sume la mayor cantidad posible de gente. Habíamos trabajado intensamente en la difusión del evento. Yendo a los medios, por Internet, en el boca a boca. Sabíamos que iban a concurrir muchos. Pero el clima no ayudaba. Hacían solo 9º de temperatura y un vientecillo del Sur, para nada amigable, hacia dispersar las ganas a cualquiera.
La hora se acercaba y había que empezar. Cuando no, ¡ninguno de los micrófonos funcionaba en ese momento!! No importa, me dije. Tome fuerzas y tras aplaudir para llamar la atención de todas las personas que conversaban y se saludaban efusivamente, ya que algunos no se veían de hacia mucho tiempo, largué la presentación. Por suerte, mientras lo hacia, se arreglo el micrófono y nos facilitó seguir con el evento.
Luego Maria Esther, nuestra maestra de reiki, con su mas dulce voz intento dirigir una relajación para que entrásemos mas fácilmente en estado meditativo. Sólo faltaban 15 minutos para las 11.
El viento frío arreciaba y nos colocamos lo mas al reparo que pudimos. Aunque costó un poco relajarse por las condiciones climáticas, el momento llego. El silencio embargo nuestros corazones y la alineación con nuestro maestro Yo Soy comenzó a producir una sensación de gran energía y luz interior hermanando a todos los presentes.
Por momentos el frío nos apabullaba, pero no importaba. ¡Cómo no hacer este intento en este momento tan importante de la humanidad! ¡Qué era este pequeño homenaje a nuestro planeta, al lado de la devastación que este ha sufrido a lo largo de estos últimos 13000 años!
Creo que la luz que emanaba el conjunto se podía tocar con las manos. Hasta que el dulce sonido de un barchaín y un palo de agua, a los que luego se sumaron un cuenco de cuarzo y un djembe, indicó que ya habíamos llegado a las 11,30.
Los instrumentos ejecutados por Ivana y Valeria nos siguieron dulcificando el momento de la salida y su magia aumento cuando se sumo la entonación de mantras en sánscrito, que nos decían de los múltiples nombres de lo divino, pero que finalmente lo divino esta dentro de uno. Así era, henchidos de alegría y bailando al compás de la música para acumular calorcito, con los ojos llenos de lágrimas, Silvana me dijo que estaba muy emocionada. Maria Esther también y yo igual. Nos fundimos en un fuerte abrazo. Luego los mantras terminaron y pedí el micrófono para anunciar el final de la meditación y pedir un aplauso para todos nosotros, para todos los presentes. ¿Por qué no? nos lo mereciamos. También invité a que nos abrazáramos y nos felicitáramos por el éxito de la meditación. El convite no se hizo
esperar. y luego de varios gritos, aplausos y apretujones varios, cada uno manifestaba su alegría y entusiasmo por estar allí en ese momento. Otros prepararon sus equipos de mate y se dispusieron en ronda frente al improvisado escenario. Lidia anuncio a los artistas y comenzó el espectáculo musical. Primero canto la Mili. Mili Yacante, sí, la misma de la canción oficial de la Fiesta del Sol. Una artista impresionante y con una voz privilegiada, llena de matices y con mucho corazón. Comenzó a cantar con su pequeña caja unas bellas vidalas y bagualas. Impresionante!! Muchos acompañaban las canciones con sus manos y otros nos movíamos al ritmo de las mismas. Hasta los
pajaritos que a pesar del frío se habían quedado en el parque nos acompañaban en este festejo. Mili, para despedirse, se paro para desentumecerse un poco, ya que estaba sentada en el piso, y nos canto a capella "el Seclanteño". Fue a pedido mío. Esa canción me mueve. y su voz, un tanto mas. Mi garganta pedía un mate calentito. Pero en realidad, era que me resultaba difícil tragar saliva por la emoción del momento. No paraba de aplaudir y de vivar. Mi corazón a mil. Por fin llegó el mate salvador y me senté a escuchar a los pibes que tocaban a continuacion. Emilio Rodríguez y Joaquín, dos pendex, dos chicos muy jovencitos que con su carga de adolescencia y su empeño, junto a Jorge, consiguieron y pusieron el sonido. Eso es compromiso carajo! fue así, como con sus canciones mas melódicas o en tiempo de rock, nos siguieron deleitando para terminar de amenizar ese bello encuentro. Que hermosa voz tiene Emilio y que futuro tiene este duo!
aunque sobre todo, nos deslumbro su predisposición.
Siguieron los mates, galletitas, bizcochuelos (los de Estelita, otra buena compañera del grupo), comentarios y anécdotas de reencuentro. Besos y abrazos de despedida y promesas de futuras y cercanas juntadas. Que tenemos que juntarnos a comer, que puede ser en el próximo eclipse, el de Venus en junio. Cualquier transito astrológico nos venia bien. Así es y así debe ser. Meditar y aunarse en la luz nos hace mas humanos y merecedores de esta nueva ascensión planetaria.
Entonces, nosotros, los del grupo de Meditación Masiva San Juan, ya estamos preparando la próxima , la del mes de octubre, he dicho! y gracias a todos por sumarseeeeee!!!!