¿El último Papa?
Por Alicia Contursi
Para el UNO digital, subido on
line ayer 14 de febrero
Las Profecías se hacen para que
no se cumplan. Son un aviso, un anticipo que un vidente o profeta hace,
siguiendo una línea de tiempo. Tiene una imagen, ve como si se tratara de una
película un futuro posible y lo toma como certero, como irrevocable. œUn futuro
tan irrevocable como el pasado diría Borges. Pero no es así.
A veces la persona no tiene una
visión, sino que escucha una voz o escribe palabras o símbolos que traduce en
ideas. Al traducir le pone su impronta y de alguna forma el mensaje recibido se
tiñe con el ropaje personal. Allí se complica la cosa.
Pero el tema es que no hay una
sola línea de tiempo, ni un destino escrito. Hay múltiples futuros posibles y
dependen de las elecciones que hagamos. Hacia adónde nos dirigimos. Vamos
abriendo o cerrando puertas que se nos ofrecen como bifurcaciones.
Pero sabemos que las palabras,
escritas o dichas tienen poder de realización. Como una maldición o una
bendición. Decir mal y decir bien son efectivos e importantes. Con el tema de
las Profecías hay una diferencia. Se las conoce tanto, se habla de ellas, se las
teme o se las niega, que tanto juego energético termina por agotar el poder de
concreción y todo queda en la nada. O se dan de otra forma. Le pegan en el palo,
diríamos en lenguaje futbolero.
Sobre los Papas hay dos
profetas importantes: Nostradamus (1503-1566) y San Malaquías.(1595-1690)
El papa Negro
Miguel de Nostradamus fue un un
médico y astrólogo que dejó una serie de cuartetas escritas en francés antiguo
en lenguaje profético. El es quien habla de un Papa negro de mucho poder antes
del Apocalipsis.
¿Qué quiso decir con Papa
Negro? En su tiempo era poco probable que quisiera referirse a un Pontífice de
raza negra. Estaba en una época de mucho oscurantismo y racismo. Los africanos
eran esclavizados y se consideraba que no tenían alma. Hoy en día hay Cardenales
de esa raza y dos de ellos son posibles candidatos.
Las profecías de Nostradamus se
desacreditaron y quedaron en el olvido. Ahora vuelven a aparecer.
La lista de los últimos Papas
Por otro lado está el monje que
conocemos como San Malaquías que deja una serie de 112 pequeños lemas o frases
en latín sin numerar haciendo alusión alegórica y ambigua a los siguientes 112
papas que gobernarían la
Iglesia católica, desde Celestino II (1143-1144) hasta un
supuesto Pedro el Romano, incluyendo a los antipapas.
Las correspondientes a los
papas anteriores a 1595 son mucho menos ambiguas que las sucesivas. Se ha puesto
en duda el momento de creación de la obra. Durante el siglo XX con cada
renovación papal se ponía en juego dicha lista, adjudicando el lema a uno u
otro.
Últimos papas de la lista
Según una adjudicación hoy
aceptada por casi todos, a Juan
XXIII le tocaría el lema œPastor et Nauta (Pastor y marinero). Él era de origen
lombardo, al norte de Italia, y llegó a ser el patriarca del puerto de
Venecia.
El siguiente fue Paolo VI,
descrito como œFlos Florum (flor de flores). En su caso su escudo familiar
cuenta con un lirio.
Siguió Juan Pablo I, con œDe lmedietate Lunae o de media aetate
lunae (con el período medio de la luna). Su reinado fue de 33 días, un solo
ciclo lunar hasta que se dio a conocer su muerte.
Llegó Juan Pablo II y le tocó
œDe labore Solis. El trabajo del Sol o La fatiga del Sol. Se lo explica
diciendo que nació y murió durante un eclipse solar.
El Papa actual Benedicto XVI, de acuerdo a la
correspondencia, está descrito como œDe gloria olivae. Hay quienes piensan que
es porque Benedicto corresponde a la orden benedictina de la Congregación
Benedictina Olivetana. Otros, porque nació en un día de sábado
de pascua de los olivos.
Hasta aquí llegamos. ¿Cómo
continúa la lista?
Aparentemente sigue sólo uno
más: Pedro el Romano, quien deberá enfrentar muchas tribulaciones y el fin de un
ciclo. La traducción no es clara. Puede ser el fin del mundo o el fin de un
ciclo. Otra vez la misma disyuntiva.
Hay quienes auguran que Pedro
el Romano podría ser Tarcisio Pietro Evasio Bertone, actual secretario del
Estado Vaticano que desde el próximo 28 de febrero ejercerá las funciones de
Jefe del Estado Vaticano durante la elección papal. No sabemos qué vendrá
después.
Cerramos tal como empezamos: no
hay un futuro prefijado. Sí múltiples posibilidades.
Lo cierto es que en esta Nueva
Era que estamos comenzando las estructuras férreas, dogmáticas y en muchos
aspectos medievales de la
Iglesia no van más. Los secretos celosamente guardados por
la Jerarquía
Eclesiástica han sido difundidos de manera global en best
sellers y películas. Las vergüenzas ocultas han visto la luz: sexo pervertido y
pederasta, economía oscura, machismo en todos los planos con postergación de la
mujer, doble discurso, generación de miedo, pactos con los dictadores de turno e
intrigas palaciegas que no tienen que ver con el espíritu.
Una nueva espiritualidad está
creciendo y el mensaje de Jesús, el Cristo merece ser liberado de estas
costras