Estoy en la ciudad de Paraná, Entre Ríos junto a Mario Ciriaco Agostini de la Fundación Casa de los Angeles. Llegamos luego de 18 horas de viaje, como representantes de la región noroeste, a participar activamente de esta nueva propuesta de las redes de luz, que, en esta ocasión pudo manifestarse por la voluntad, responsabiliad y empuje de quien es hoy el anfitrión, Gustavo Fernández a quien hago público el agradecimiento de haber tomado la posta.
Estos encuentros son fiestas de luz, son momentos sagrados que permite tocarnos, mirarnos a los ojos, compartir sonrisas luego de años de contacto virtual