Susana, creo que el Trabajo de cada uno es de cada uno, y cada uno lo va llevando como puede y se inspira.
Permitíme que disienta con que uno tenga que reprimirse frente a nada. No puedo conocer mi sombra sino se proyecta. Es más, la sombra concentrada en mi interior me hace pintar aureolas luminosas en mi cabeza, como las estampitas, que no existen y sólo yo me las creo y trato de vender esa imagen, no pocas veces montando un kiosco de bienes espirituales. Bienes que, en sí, son buenos, pero están puestos en un imaginario equivocado, en una intención manipuladora.
Tampoco creo que tengamos que equilibrar nada. Bienvenido el desequilibrio porque rompe la rigidez de mi creencia. El movimiento fractura no sólo las piedras. Los mantos de benevolencia suelen encubrir criaturas tenebrosas.
ES difícil hablar en estas situaciones donde se cuela no se si la ingenuidad o la mala fe, pero si sé que se disfraza de sabiduría profunda.
Y eso, como bien decís, lo denuncio. Sacudir un poco la modorra de la lista no viene mal. Bienvenidas las divergencias mientras sean divergencias, sobre eso se puede hablar. Tengo íntimos amigos macristas y kirchneristas y ninguno me convence, pero allá ellos. Pero son eso: gente sumergida en el sueño de este mundo y ahí van. Sólo ellos no visten con destellos luminosos a ninguno de sus héroes, me hablan de seres humanos, de personajes de cartón, para los que estamos en el Camino.
No creo en los "haiga paz". La falta de ruido, de disenso, de contradicción o discusión, no es paz. En los cementerios nadie diverge, están todos "convergidos" en un mismo estado. La vida, si proclamamos que es diversa para riqueza de todos y cada uno, entonces es ruido, entrechoque, y las chispas pueden encender corazones. Es más, los corazones sólo se encienden en la fricción de la contradicción.
Las "pacificaciones" uniformadoras que buscan un mismo clima de quietud monasteril reafirman la posición de los "intermediarios", los que portan "la palabra", a los que se debe escuchar ... y acatar.
Como te habrás dado cuenta... :-)) no pertenezco a esa raza sumisa. Los guerreros buscamos montar nuestra violencia para transformarla y toda ocasión es buena para lidiar con la sombra. Sobre todo porque es bueno sacudir el paisaje ajeno -sólo el paisaje, nada de meterse con la intención ajena- porque el imaginario "celestial" también adormece, como la tele. Sacudir el paisaje ajeno resulta de lo que no dice sin atacar al otro, sin dirigirse al otro o de lo que uno actúa. En suma, lo que el otro puede ver sin que sea objeto de una acción. Entonces, puede proyectar su sombra y verla. Si no lo hace, perdió su oportunidad, allá él.
Ramsu sacudió mi paisaje, claro, pero sobre todo, mezcló planos y manipuló ideológicamente con su mensaje. Y no. Creo haberme excedido (para el tono general de la lista, digo) en haber calificado a Macri. habría bastado con señalar que no podía presentarlo como el avatar argentino. Ahí se me escap estético que ideológico, es la contracara de un hombre político y el paradigma del ventajero. Pero, bueno, creencias ¿sombra proyectada? prometo revisarlo. Pero por eso, gracias, ramsu.
Y aclaro: meterse con el otro, lo que el otro siente, diciéndole qué debe sentir, es funcionar de policía emotiva, como hacía mi mamá: nene tenés que estar alegre, nene no estés triste, nene para qué te amargás, nene los hombres no lloran. Lo que ayuda es preguntar al otro cómo siente, eso le permite echar claridad en su experiencia y uno sabe a qué atenerse. Lo otro, simplemente, no es el trato que uno pediría para uno.
Paradojalmente, sintiendo se siente. La Fuerza que antecede la Luz se siente, no se ve. Y como alienta la vida, si uno se ocupa en desequilibrar de tanto en tanto, puede hacer poderosos descubrimientos. Y si a uno algo lo desequilibra, por algo es. Habrá que revisar.
Así que, me pasa al revés, Susana. No me entristece la divergencia, sólo la manipulación que se manifestó y vuelve con otras voces. Pero me entusiasma, en la discusión est ¿C confrontación?
Yo no me voy a bajar de la lista, agradezco las cosas interesantes e inspiradoras.
abrazos
Néstor