"Apareció
casi de golpe, al doblar una curva en la senda peatonal del centro arqueológico
de Xochitecatl. Me detuve, pasmado, y un hormigueo que hace tiempo no corría por
mi columna vertebral volvió a decir œpresente. Merecería ser un oopart. Porque
ese œtrilito, ese tipo de monumento con forma de dintel y formado por una
piedra horizontal montada sobre dos verticales, podemos encontrarlo en Europa,
en Asia, pero¦ ¿en América? Quizás “mucho más enigmática, por cierto“ rememore
la Puerta del Sol, en Tiwanaku, Bolivia. Pero (otra vez), ¿en
México?"