"Para ahorrar ansiedades
al lector, comienzo resumiendo lo que expondré en este artículo: ciertos
œobjetos de culto de naturaleza inmemorial no aparecieron como tales desde su
origen, sino simbolizan, representan o replican (que no es lo mismo) objetos de
œuso tecnológico, diseñados ya sea por avanzadas civilizaciones hoy
desaparecidas, ya sea por legado o herencia de tecnología de eventuales
visitantes extraterrestres en esa misma, innominada antigüedad. Y fueron
las Órdenes y Sociedades Iniciáticas, paralelamente a las Iglesias (más allá de
cultos y religiones, que tampoco es lo mismo) las que les conservaron,
pero mientras las últimas olvidaron su uso primigenio “o lo limitaron a una
élite- las primeras sostuvieron transversalmente entre sus miembros, cuando
menos a partir de ciertos Grados, ese Conocimiento."
Antes de avanzar, lo expuesto me obliga a sincerar una convicción personal:
cierta Sabiduría no es, aún hoy, para cualquiera. Pero otra cierta Sabiduría sí
lo es, y se le está negando al común de los mortales. Apliquemos este argumento
a lo expuesto en el párrafo anterior. Un Hermano de grados inferiores de una
Orden cualquiera puede estar leyendo en este momento estas líneas y diciéndose,
sinceramente, œlo que soy yo, no tengo la menor idea sobre el origen de tales
herramientas (un Iniciado no les llamaría œobjetos de culto excepto en una
charla con profanos). Y eso será así, precisamente, porque en su grado aún no ha
llegado (...)