En estos días arriba a la Tierra enorme
cantidad de Viento Solar, por la eyección de masa coronal desde un agujero en
el Sol de 900.000 km,
como un Gran Cañón que lo atraviesa de polo a polo. La intensidad puede ser
entre clase 1 y 2.
La imagen es una representación artística
que nos ayuda a visualizar lo que ocurre con cada emanación.
Estos vientos solares están inmediatamente
recodificando nuestro ADN.
Nuestros sistemas energéticos, tormenta
tras tormenta, son bañados por rayos solares cargados de iones que,
literalmente, aniquilan todo lo que no se les parece, por decirlo de un modo
muy simplificado.
Una imagen que nos puede apoyar a
comprenderlo, es la de un vaso de agua con residuos en el fondo (las memorias
de limitación guardadas en nuestras células), que recibe de golpe una enorme
cantidad de agua totalmente cristalina. Los residuos se agitan, y suben a la superficie,
para dejar el contenido completamente limpio.
Uno de los síntomas que se producen con
cada emanación solar, es la sobre estimulación.
Nos hacemos más sensibles a todo lo que
entra por los sentidos, puede que los sonidos nos hagan más impacto, puede que
si escuchamos muchas palabras, como son emitidas en los medios, sintamos como
que son martillos en nuestro cerebro.
Que la cabeza nos duela, porque el cráneo
está abriéndose sutilmente para dar más espacio al cerebro para recibir más
energía-información.
Que nos sintamos levemente mareados.
Que lo que no es armonioso en alguna
relación se amplifique, de modo que no tengamos más remedio que mirarlo y ver
qué nos está pasando dentro.
Que tengamos que darnos siestas a lo
largo del día porque lo único que nos pide el cuerpo es descansar.
Puede que estemos profundamente
intuitivos y en un abrir y cerrar de ojos sintamos que confiamos mucho m
nosotros mismos y en la vida.
Que el olfato esté incrementado y
percibamos el aroma de árboles o plantas que están a más de 200 metros de distancia.
Que, si estamos quietos y receptivos,
podamos ya percibir el aura de los grandes árboles, de las montañas.
Que no podamos por momentos incorporar
nueva información mental, ya que estamos saturados de una que viene de lo más
profundo del cosmos, que todavía no podemos traducir en palabras, pero que va a
expresarse como Acción Guiada en los próximos días.
Puede que veamos que tenemos resuelto un
problema en un abrir y cerrar de ojos, si estamos haciendo una práctica diaria
de conexión con la Fuente, aún cuando juzguemos que no hacemos la práctica de
manera œperfecta. Lo que nos empodera es la voluntad de recordar quién
realmente somos.
Como siempre, es conveniente:
Estar a solas en algún buen rato del día.
Estar junto al verde, y respirarlo.
Si es posible, caminar descalzos en la
tierra durante al menos 15 minutos.
Beber abundante agua y alimentarse con
alimentos frescos y vitales.
Cuidarse, cuidar el cuerpo físico dándole
toda clase de elementos que agradan a su naturaleza, cristales, esencias
florales, aceites esenciales, sonidos curativos.
Y, sobre todo, entrar en la vivencia de
que, con cada Llamarada Solar, amanecemos Nuevos. Y que este Nuevo Yo con el
que comenzamos el día, tiene unas conductas diferentes, guiadas por la
Confianza y el Reconocimiento de ser sostenidos pase lo que pase.
Feliz Tormenta Geomagnética!
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