Michel Le Van
Quyen,
Michel Le Van Quyen
neurocientífico,
ha investigado los efectos del silencio
Tengo 52 años. Soy parisino.
Casado, tres hijos. Soy investigador de neurociencia en el Instituto Nacional de
Salud e Investigación Médica de Francia. Soy ecologista y de izquierdas, pero
considero que la flexibilidad es esencial para todo organismo vivo y lo mismo
sucede con el pensamiento. Soy agnóstico.
eurocientífico, ha investigado los
efectos del silencio
Tengo 52 años. Soy parisino. Casado, tres
hijos. Soy investigador de neurociencia en el Instituto Nacional de Salud e
Investigación Médica de Francia. Soy ecologista y de izquierdas, pero considero
que la flexibilidad es esencial para todo organismo vivo, y lo mismo sucede con
el pensamiento. Soy agnóstico
œEl
silencio es esencial para regenerar nuestro cerebro
El
desafío es no hacer nada.
Proyectos, viajes,
conferencias, todo quedó anulado aquella mañana de hace dos a
la que
Michel se despertó con una parálisis facial. Le diagnosticaron
agotamiento y le prescribieron reposo absoluto. Fue así como descubrió los
beneficios del silencio, que, una vez curado, decidió investigar. El resultado
es Cerebro y silencio (Plataforma), en el que analiza valiéndose de la
neurociencia los diferentes tipos de silencio y sus consecuencias en nuestro
cuerpo y cerebro recurriendo a investigaciones recientes: œHay un silencio
exterior, que es la ausencia de ruido, y un silencio interior: esos momentos en
que logramos reducir el ruido de fondo de nuestros pensamientos, ambos son
esenciales para nuestra salud. Un libro esclarecedor que ofrece claves para
vivir en equilibrio.
El silencio
regenera el cerebro?
En el 2001, Marcus
Raichle demostró que un cerebro en reposo consume tanta energía como a pleno
rendimiento, y a esa actividad cerebral en el reposo la llamo energía
oscura.
¿Porque no sabemos
mucho sobre ella?
Así es, pero
sabemos que ese silencio cerebral le permite regenerarse. Es esencial para la
creatividad, la memoria y la construcción de uno
mismo.
¿Nos construimos
no haciendo nada?
Son momentos de
ensoñación, actividad a la que dedicamos la mitad de nuestro tiempo. Cuando en
nuestro cerebro reina la energía oscura viajamos en el tiempo, sentimos
sensaciones muy vívidas asociadas al pasado y al futuro, y así se consolida la
identidad.
¿C
silencio a las neuronas?
Hace que se
reproduzcan. En un estudio publicado en el 2013 sumergieron en el silencio a
ratones durante dos horas diarias y observaron cómo se creaba una cantidad mayor
de células nuevas en el hipocampo. Sabemos que dos minutos de silencio bastan
para disminuir la presión arterial y el ritmo
cardiaco.
Pero no existe el
silencio absoluto.
Cierto, nuestros
ruidos internos siempre están ahí, por eso tenemos que recurrir a los sonidos
que sientan bien, como los de la naturaleza.
¿Cu
efecto?
El murmullo del
arroyo, del viento, de los insectos o el crujir de las ramas producen un
fenómeno psicológico, el ASMR de acuerdo con sus siglas en inglés, que se
traduce como respuesta sensorial meridiana autónoma.
¿En qué
consiste?
En una sensación
agradable de hormigueo en la punta de los dedos o escalofríos en el cuero
cabelludo, es como un estremecimiento musical, y se asocia a una secreci
dopamina, la hormona de la felicidad.
Tras a
estudio, el doctor Qing Li me dijo en La Contra que pasear por el bosque
potencia el sistema inmune.
Disminuye la
hormona del estrés, reduce la tensión arterial y el azúcar en sangre, mejora la
salud cardiovascular y metabólica, la concentración y la
memoria.
Es
increíble.
Incluso sabemos
que tras una intervención quirúrgica los pacientes se recuperan mejor, más
rápido y utilizando menos analgésicos si su habitación tiene vistas a un paisaje
natural.
El silencio
también debe ser interior.
Conviene cerrar
los ojos e ir hacia dentro. Cerrar los ojos ralentiza las ondas cerebrales.
Parpadeamos no sólo para humidificar los ojos sino también para que nuestro
cerebro descanse.
Curioso.
De hecho, según
varios estudios, si quiere percibir mejor las emociones de alguien, cierre los
ojos y concéntrese en su voz.
¿El silencio ayuda
a combatir la tendencia de la mente a los pensamientos
negativos?
Ya ning
científico cuestiona que la practica del silencio de la meditación evita esas
cavilaciones negativas. Pero eso ya lo dijo Pascal: toda la desgracia de los
hombres viene de no saber permanecer en reposo en una
habitación.
La conciencia en
la respiración es un camino hacia el silencio.
Sesiones diarias
de respiración profunda acaban por traducirse en una desaceleraci
frecuencia cardíaca, disminución de la presión arterial, descenso de la tasa de
cortisol, y el sistema inmunitario se ve reforzado.
¿Por
qué?
En esa situación
de calma y de
bienestar el corazón produce un ritmo especial capaz de
sincronizar otros sistemas fisiológicos como las ondas cerebrales, la presión
sanguínea, la digestión y el sistema inmunitario. Hay que aprender a detenerse y
respirar.
Nos cuesta
mucho.
En un experimento
se pidió a los participantes que se mantuvieran quince minutos sin hacer nada,
la única posibilidad de distracción era darse descargas eléctricas
voluntarias.
¿Y hubo quién se
dio descargas?
El 67% de los
hombres y el 25% de las mujeres prefirieron sufrir antes que estar tranquilos en
silencio.
¿Qu
pasa?
Vivimos en un
mundo regido por la economía de la atención: sugerencias, distracciones,
bombardeo de información, continuas interrupciones en el trabajo..., eso provoca
sobrecarga cognitiva, agota al cerebro.
¿Con qué
consecuencias?
Cuando la presión
es excesiva, el cerebro se desconecta, se bloquea, por eso hay quien se queda en
blanco ante un examen.
El ruido
mata.
Cualquier pequeño
ruido que percibimos dispara la secreción de hormonas que ponen al cerebro en
estado de alerta. El
ruido auditivo tiene un efecto nefasto sobre el sistema
inmunológico y el sistema cardiovascular.
Así
vivimos.
Según el informe
de la Agencia
Europea de Medio Ambiente el efecto del ruido mata a 10.000
personas al año. Se ha demostrado una relación entre la exposición al ruido, el
descenso del rendimiento escolar y el aumento del riesgo de dislexia. El
ruido es una grave agresión para nuestro rendimiento
cognitivo.
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