Sabiduría
Tolteca, por Dr. Miguel
Ruiz
Parásitos
Los toltecas creen
que el parásito -el Juez, la Víctima y el sistema de creencias- controla nuestra
mente y nuestro sueño personal. El parásito sueña en nuestra mente y vive en
nuestro cuerpo. Se alimenta de las emociones que surgen del miedo y le encantan
el drama y el sufrimiento.

Los
toltecas tienen un plan completo para liberarse de la domesticaci
Comparan al Juez, a la Víctima y el sistema de creencias con un
parásito que invade la mente humana.
Desde
el punto de vista tolteca, todos los seres humanos domesticados están enfermos.
Lo están porque un parásito controla su mente y su cerebro, un parásito que se
alimenta de las emociones negativas que provoca el
miedo.
Si
buscamos la descripción de un parásito, vemos que es un ser vivo que subsiste a
costa de otros seres vivos, chupa su energía sin dar nada a cambio y daña a su
anfitrión poco a poco.
El
Juez, la Víctima y el sistema de creencias encajan muy bien en esta descripción.
Juntos, constituyen un ser viviente formado de energía psíquica o emocional y
esa energía está viva.
No
se trata de energía material por supuesto, pero las emociones tampoco son
energía material ni lo son nuestros sueños y sin embargo, sabemos que
existen.
Una
función del cerebro es la de transformar la energía material en energía
emocional. Nuestro cerebro es una
fábrica de emociones. Y ya hemos dicho que la principal función
de la mente es soñar. Los toltecas creen que el parásito -el Juez, la Víctima y
el sistema de creencias- controla nuestra mente y nuestro sueño personal. El
parásito sueña en nuestra mente y vive en nuestro cuerpo. Se alimenta de las
emociones que surgen del miedo y le encantan el drama y el
sufrimiento.
La
libertad que buscamos consiste en
utilizar nuestra propia mente y nuestro propio cuerpo en vivir nuestra
propia vida en lugar de la vida de nuestro sistema de
creencias.