El antiguo término que se empleaba en Grecia para denominar a la ciencia era "filosofía" (
philos-sophias
), amor
por la sabiduría. Este nombre tenía como propósito encaminar a la
ciencia hacia la búsqueda de la sabiduría, haciendo de ella una guía
práctica en los asuntos humanos, por medio del entendimiento del orden
natural del cosmos al cual pertenecemos. Esta búsqueda me condujo al
estudio de la ciencia propiamente y es la que aún continúa motivándome.
Y aunque esto ocurrió mucho antes de encontrar a otros científicos que
compartieran dicha búsqueda, la mayoría de ellos ya habían aceptado la
creencia de que la ciencia debía mantenerse neutral, libre de los
valores e intereses sociales, o habían creído que las siempre nuevas
tecnologías, generadas por la ciencia, constituyen el medio eficaz para
resolver todas las necesidades de la humanidad y para ayudarle a
continuar con su "progreso".
Me
convertí en una bióloga de la evolución, en una estudiante de la vida,
con una perspectiva a muy largo plazo. La evolución me fascina porque
le da significado a la humanidad en un contexto imponentemente grande y
nos ofrece una guía para el futuro. Pero mi pasión, la más amplia de
toda mi vida como científica, es encontrar el sentido de
todo en
mi experiencia completa del ser, del mundo y del cosmos. Anhelo un
modelo científico nuevo e incluyente de la realidad, que no separe mi
experiencia del mundo físico de mi experiencia espiritual de la vida,
ni separe la historia de la vida de mi corazón de la de mi mente.
Siempre trabajando hacia esa nueva visión del mundo, por lo general busco, como amigos y colegas, a otros
científicos
,
filósofos, clérigos y personas de mente amplia, continuamente en pos de
nuevas perspectivas y ángulos para un modelo de la realidad que sirva "
para todos", un modelo que pueda ser entendido y "
amado"
por todos en nuestra comunidad global total. Una historia de la
realidad verdaderamente significativa y atrayente que aporte a las
personas alguna guía útil para llevar vidas satisfactorias, tanto
individualmente como en conjunto, dentro del contexto de nuestra
hermosa y sagrada Tierra. La clase de historia que buscaban los
antiguos griegos, pero que incluya todo lo que hemos aprendido desde
entonces.
Toda
nuestra experiencia humana ocurre dentro de nuestra conciencia y es
compartida como una realidad social por medio de historias. En nuestra
historia científica, la Tierra evoluciona a medida que evolucionan sus
criaturas; y nosotros, los seres humanos, estamos entre ellas.
Evolucionamos y lo mismo ocurre con todas nuestras empresas, desde el
gobierno hasta el arte, desde la educación hasta las leyes, desde la
ciencia hasta la religión. La mayor parte de mi vida se ha desenvuelto
en lo que ha llegado a ser la cultura humana dominante de la Tierra: al
principio, una cultura europea cristiana, luego una cultura americana
con raíces americanas nativas e incorporando africanos, asiáticos,
judíos, musulmanes, budistas y así sucesivamente, y tantos idiomas y
tradiciones espirituales y conceptos de la realidad que ya no se pueden
separar en grupos. Quizás, con inadvertida anticipación a toda esta
maravillosa diversidad espiritual, mi cultura ha permanecido fiel a la
decisión de los abuelos europeos de dar a la ciencia el papel y la
responsabilidad del sacerdocio supremo. Históricamente, cada cultura
ha tenido su religión, con un sacerdocio que ha explicado la realidad
en términos de sus creencias religiosas. En la cultura dominante
actual, la ciencia explica la realidad en términos de las creencias de
los científicos.
La diferencia entre las "
realidades
"
religiosas y científicas reside en la diferencia entre la revelación y
la investigación. En cualquier religión, la historia de la realidad,
del "
Por qué y cómo son las cosas",
proviene de la revelación a ciertas personas que escriben o inspiran
textos y desarrollan un seguimiento, incluyendo el clero que pasa las
historias a las generaciones sucesivas de creyentes.
En la ciencia, se llega a la historia del "
Por qué y cómo son las cosas
"
por medio de personas que se han entrenado para proponer y ensayar
modelos de la Naturaleza que se convierten en la realidad científica.
Los modelos (o teorías) sugieren preguntas cuyas respuestas se hallan
mediante pruebas experimentales para comprobar si dichos modelos son
válidos, y para ganar claves para revisarlos si se prueba que no lo son.
De esta manera, se espera que la ciencia se transformará, aunque en la práctica esto no es tan fácil. Se espera que la religión
no cambie
y, en la práctica, eso tampoco es tan fácil. Parece que existe presión
sobre ambas para que evolucionen así como lo hacen la Tierra y la gente
que la habita.
La
resistencia al cambio entre los científicos está profundamente
enraizada en su posesión de hipótesis incuestionables, pero
fundamentales, olvidando que estas hipótesis no llegaron por revelación
cósmica sino que los hombres europeos de ciencia las diseñaron.
Aquellos fueron hombres enamorados de la maquinaria, proyectando su
propia experiencia técnica a Dios, llamándoLo el Gran Ingeniero y,
llegando a considerar así a toda la naturaleza como una maquinaria sin
vida. Posteriormente, cuando lo decidieron, ya no necesitaron a Dios e
hicieron de la ciencia una aventura completamente secular. El concepto
de una maquinaria sin un inventor los forzó a creer que la maquinaria
natural se podía ensamblar a sí misma por accidente. Por esta razón,
sus hipótesis fundamentales se basaron en la creencia en un universo
mecánico, un gran mecanismo de relojería cósmico, ensamblado de la base
hasta la cima por colisiones accidentales de partículas en átomos,
átomos en moléculas y así sucesivamente hasta las galaxias y grupos de
galaxias, hasta el universo entero. Y así como la maquinaria fabricada
por el hombre se oxida y se desintegra, si se deja abandonada, ellos
"probaron", por medio de la Ley de Entropía, que este universo mecánico
inconsciente, sin vida y sin inteligencia, se dirigía hacia la fría
muerte final de la nada.
En
este esquema de cosas, en este modelo científico, la vida es un
accidente peculiar que surge de la no-vida, así como la inteligencia
surge de la no-inteligencia y la conciencia surge de la no-conciencia,
en el transcurso de la evolución. A pesar de los enormes cambios del
siglo pasado, en la descripción que la física hace de nuestro universo,
todavía se asume esta historia fundamental. Incluso la teoría
cuántica, que disolvió todas las partículas duras del universo en ondas
de energía, todavía se discute y se reconoce como "
Mecánica Cuántica"
.
En
las ciencias de la vida, la teoría de la evolución plantó al hombre,
firmemente, dentro del mundo natural, donde la noción de la
"supervivencia del más fuerte" tuvo enormes implicaciones sociales.
Justificó que se tomara todo lo que se pudiera de la Naturaleza –a la
que ahora vemos como el conjunto de "
nuestros recursos naturales"–
mediante una lucha competitiva y agresiva entre los seres humanos para
lograr todo lo que pudiéramos, mientras pudiéramos, en este universo
entrópico y sin inteligencia. De esta manera, los niños fueron atados
a las máquinas en búsqueda de ganancias, se libraron guerras para
adueñarse de los recursos, se diseñó el holocausto para descartar a los
"débiles" y el acuartelado meollo del asunto se cifró en la actual
tiranía competitiva, que evita que la administración corporativa asuma
su debida responsabilidad con el planeta y con su gente, en su impulso
para maximizar el lucro financiero.
Actualmente,
en el amanecer del nuevo siglo, nos encontramos perplejos ante una
visión científica del mundo que nos conduce hacia unos modos de
existencia cada vez más destructivos, sin ninguna guía hacia la
sabiduría. Nuestro comportamiento, guiado por esta visión del mundo,
realmente amenaza con nuestra extinción como especie. El calentamiento
global y otras perturbaciones en el clima y sistemas del clima de la
Tierra, la hambruna masiva y las epidemias de enfermedades, las nuevas
amenazas nucleares, religiosas, las guerras por el petróleo y el agua,
las toxinas ambientales, la acumulación de desechos, los desastres de
la ingeniería genética, la degradación del suelo y la erosión, la
contaminación de las aguas, las crecientes discrepancias entre la
extrema pobreza y riqueza, etc., compiten por una posición dentro de
nuestro arsenal de armas de suicidio de la especie. No obstante,
sabemos en nuestros corazones y mentes y hasta la médula misma de
nuestros huesos, que la crisis ahora es tan grande que ya no podemos
ignorarla, que las cosas "
tienen" que cambiar rápidamente, antes de que sea demasiado tarde.
Tan
sobrecogedoras como parecen ser las crisis, creo que sus soluciones
están relacionadas y que quizás son más simples de lo que parecen.
Aunque el término "
despertar"
generalmente está enmarcado en un contexto espiritual, yo quisiera
proponer un contexto científico para él. Si la ciencia en la cual fui
entrenada, la ciencia que nos proporciona a todos una comprensión
fundamental del mundo en que vivimos, tiene una gran responsabilidad en
el problema en que nos encontramos, entonces también tiene una inmensa
oportunidad dorada para desenredar y ayudar a resolver el problema.
Por
lo tanto, a continuación imaginaré un escenario en el cual la ciencia
conducirá al camino de salida de nuestros problemas globales y nos
ayudará a unirnos en una comunidad global floreciente, que creo es la
agenda evolutiva de la Tierra para la humanidad.
Imaginemos que los principales científicos de avanzada celebran un retiro global en una isla griega durante todo un "
año sabático". A este evento lo denominan "
Segundo Simposio Socrático"
,
en reconocimiento del hecho de que nuestros tiempos actuales contienen
un extraordinario fermento para el cambio, así como lo fue el tiempo en
que se realizó el primer simposio de esta clase. El resultado de este
simposio será un manifiesto que cambiará oficialmente las hipótesis
fundamentales de la visión científica del mundo y todo su modelo de la
realidad. Este manifiesto será redactado en un lenguaje popular y será
emitido a través de todos los medios de comunicación del mundo.
En
este manifiesto el mundo aprende que los científicos ahora reconocen
que toda la experiencia humana ocurre dentro de la conciencia y que ya
no podemos percibir ninguna realidad "
objetiva"
fuera de la conciencia. Por lo tanto, el modelo del universo mecánico
sin vida y sin inteligencia, existente fuera de la experiencia humana,
es desechado como una edificación falsa. El nuevo modelo reconoce que
la única definición apropiada de la realidad es la suma total de la
experiencia humana directa, percibida a la vez como un mundo de "
experiencia externa" (incluyendo la experimentación científica pero sin limitarse nunca únicamente al experimento científico) y como un mundo de "
experiencia interna", percibido como pensamientos, sentimientos, sueños, revelaciones e intuiciones. Asumiendo la
experiencia interna
tan seriamente como la externa, la ciencia busca información que
inspire hacia el experimento, tanto en las religiones actuales y en las
culturas pasadas como la védica, taoísta, kototama y demás tradiciones
autóctonas que posean una larga experiencia en el estudio de la
percepción de los mundos internos, construyendo, de este modo, puentes
importantes con las tradiciones espirituales.
Desde
esta nueva perspectiva, la ciencia acepta a la conciencia como una
hipótesis fundamental en su modelo de la realidad, en donde todo lo que
se percibe se auto-organiza y se crea por sí mismo. Debido a que la
auto-creación (
autopoiesis)
es la definición de la vida, el nuevo modelo científico es el de un
universo viviente e inteligente, desde una perspectiva humana.
Los
físicos desarrollan entonces modelos de un universo que se crea a sí
mismo, en términos de una geometría viviente. En un modelo de
avanzada, cada punto de singularidad en nuestro universo es concebido
como un agujero negro/blanco de infinita radiación hacia afuera,
perfectamente balanceado por la contracción gravitacional de infinita
rotación hacia adentro, equilibrando de esta forma la entropía con la
centropía o sintropía y resolviendo el descollante problema de la
unificación en la física. Todas las singularidades, bien sea en el
corazón de una partícula, átomo, célula, organismo, planeta, galaxia o
de todo el universo, son esencial y fractalmente semejantes y su
avanzada de ondas interactuantes se puede ver como creación recíproca y
como el campo de energía del punto cero del cual ellas emanan.
Desde
una perspectiva biológica, el modelo de la nueva física muestra un
metabolismo universal de acumulación progresiva anabólica y
desintegración catabólica partiendo del vórtice fundamental de una nube
proto-galáctica en el macrocosmos hasta la más diminuta partícula que
gira en el microcosmos, demostrando que todo el universo, en todos sus
niveles fractales, está vivo, de acuerdo con la definición biológica de
la vida como "
autopoiesis", literalmente
auto-creación. Los evolucionistas reconocen que la Tierra es una
célula gigante que se auto-organiza, que continuamente se recicla por
medio de la actividad tectónica de las placas y de los patrones del
clima. La Tierra logra siempre una creciente complejidad haciendo
evolucionar pequeñas células en su superficie por medio de la alianza
inteligente entre el DNA y las proteínas. Estas células evolucionan
hacia una variedad y complejidad enorme, intercambiando sus genomas a
medida que el DNA se convierte en el lenguaje planetario de la vida,
permitiendo que su programación quede incorporada y compartida entre
todas las criaturas de la Tierra, desde la más diminuta bacteria
unicelular, hasta el mamut más grande y las secoyas.
Con
la física y la biología reconciliadas en un modelo común, los demás
campos de la ciencia se integran rápidamente, adquiriendo importancia
la medicina alternativa y con una psicología que permite percibir un
contexto general de conciencia cósmica en la cual se contempla a cada
conciencia individual dentro de una perspectiva única en el contexto de
la totalidad a través de la experiencia interna y externa.
Se
organizan muchas conferencias para promover la integración de las
visiones religiosas y científicas del mundo, al tiempo que se respetan
su diversidad y evolución individual. Se desarrolla toda una nueva
rama de la investigación científica, en una real comunión y co-creación
consciente entre todas las especies y formas de vida, prestando
especial atención al conocimiento autóctono en este campo.
Quizás
lo más importante es que la biología de la evolución va más allá del
modelo darviniano de la evolución de las especies, por medio de la
lucha competitiva en la escasez, reconociendo que este es únicamente un
modelo inmaduro de desarrollo, en el cual las especies compiten
agresivamente para establecerse a sí mismas antes de aprender a formar
alianzas cooperativas, en las cuales se cuidan y alimentan mutuamente,
para construir complejos ecosistemas estables, como el bosque húmedo
tropical y las sabanas. El nuevo modelo muestra que la mayor crisis de
la Tierra, la extinción simultánea de muchas formas de vida, produjo
sus mayores olas de creatividad, que cada extinción fue seguida por una
súbita explosión de nuevas formas de vida. Únicamente cuando todas las
cosas fueron completamente removidas, estas nuevas formas surgieron,
como lo revelan los fósiles.
Todos
los resultados del simposio, conducentes a los nuevos modelos,
procedían de la investigación de la física, la química, la biología, la
medicina y la psicología efectuada durante el siglo pasado, pero se
reconoció que el antiguo modelo de un universo sin vida había cegado a
la mayoría de los científicos, impidiéndoles entender las implicaciones
de sus hallazgos dentro en un contexto holístico. Los científicos
individuales habían pronosticado el nuevo modelo mucho antes del
simposio, y pudieron reunirse y catalizar este mar de cambios para todo
el edificio de la ciencia.
Tan
pronto como el nuevo modelo científico se publicó en todo el mundo, se
produjo una enorme explosión de esperanza y gozo. Los seres humanos
siempre habían sabido, por experiencia, que las antiguas estructuras
que se tornan rígidas no cambian sino sacudiéndolas desde sus mismos
cimientos. Una mariposa no puede aparecer sin la desintegración de la
oruga y muchas historias culturales, como la del ave fénix que surge de
las cenizas, habían reconocido este canon fundamental. Culturas
completas habían colapsado justo antes de que aparecieran las nuevas;
los países destruidos por la guerra habían surgido a través de
radiantes nuevas formas; las filosofías y las creencias habían sido
desafiadas y disueltas a través de la historia, para que otras nuevas
se pudieran manifestar.
La
nueva historia científica mostró a la gente que el proceso evolutivo
que hizo que la antigua bacteria hostil y competitiva evolucionara
hacia la colaboración pacífica para producir nuevas células inmensas
(las cuales conforman toda clase de criaturas multicelulares,
incluyendo a los seres humanos), formaba parte del mismo proceso que
nos estaba impulsando a dejar de ser naciones competitivas para
transformarnos en la familia global. La historia adquirió más sentido
ahora, pues los muchos milenios de competitiva construcción de
imperios, desde reinos hasta naciones y hasta corporaciones
multinacionales, apenas ahora se comprendía como el paso de la fase
preadolescente hacia la adolescencia de la evolución de la humanidad.
La
nueva historia de maduración de las especies hacia una cooperación
pacífica fue un potente catalizador para miles de millones de personas
que esperaban un mundo pacífico. En todas partes del planeta se
multiplicaron y florecieron nuevos proyectos para la construcción de la
familia global, a través de empresas cooperativas, conectadas por
Internet. Con la ciencia promoviendo un modelo de sistemas vivientes
que encajaban unos dentro de los otros, operando bajo los mismos
principios en todos los niveles de tamaño, se volvió fácil relacionar a
las familias y comunidades saludables con una economía global
saludable, en la cual todos los individuos recibían el debido apoyo
para satisfacer sus necesidades. La diversidad se reconoció como algo
esencial para la creatividad, y tan pronto como fue posible la
humanidad comenzó a avanzar hacia la cooperación madura y la
sostenibilidad mutua.
Como
reconocimiento a la necesidad de reemplazar el petróleo por fuentes de
energía alternativa, la ciencia guió el camino hacia un gran desarrollo
de la energía solar, el hidrógeno y otras formas de potencia benigna;
así mismo, a la industria de métodos de producción con grandes gastos
de calor, golpes y tratamiento a base de hidrocarburos, le siguió la
dirección natural de producción basada en los carbohidratos con cero
desechos. Esto dio al mundo nuevos materiales para su empleo.
Cada
cristiano ya había aprendido a valorar el servicio a los demás, por
encima de la posición y las riquezas y a voltear la otra mejilla cuando
fuera atacado. Los musulmanes habían aprendido a hacer el bien a los
demás y a abstenerse de hacer el mal en su vida cotidiana. La antigua
Regla Dorada de prácticamente todas las culturas: "
Haz a los demás lo que desees que te hagan a ti", de repente se pudo considerar como la forma natural de ser dentro de la especie madura.
El
Dalai Lama nos estuvo diciendo, desde su perspectiva budista, que las
múltiples religiones son una forma excelente de suplir las necesidades
de los diversos seres humanos, y que la bondad es la práctica
espiritual universal que todas ellas podían abrazar. Él también
sostuvo muchas conversaciones con los mejores científicos que pudo
encontrar en el mundo, y de esta manera se fueron preparando las bases
para la nueva visión científica del mundo al ser ésta anunciada.
Ahora, al fin quedaba muy claro que la ciencia y la espiritualidad
habían estado separadas únicamente por razones históricas temporales, y
se volvieron a reunir ¡por la ciencia misma!
Se comprobó que todos los seres humanos quieren ser amados, estimados, comprendidos y cuidados, y que por lo tanto "
saben"
como tratar bien a los demás, pero el antiguo modelo científico nos
enseñó que la vida no tenía significado y era una lucha individual para
ganar lo que pudiéramos antes de que terminara en la nada. El nuevo
modelo científico, como una bocanada de aire fresco, tuvo un impacto
tan repentino y positivo como la caída del Muro de Berlín, la
desaparición del comunismo soviético y la liberación de Nelson Mandela
de la prisión, aunque mucho más grande que las tres juntas.
En
ningún lugar el llamado al despertar fue tan dramático como en el
gobierno de los Estados Unidos, que reconsideró su propia constitución
a la luz de la nueva visión científica del mundo. Pronto anunció al
mundo que las serias fallas de su política exterior se habían vuelto
evidentes en el nuevo marco de trabajo, y que ahora reconocía cuán
desafortunadamente insensible había sido ante la devastación ecológica
y frente a las verdaderas necesidades de los pueblos del mundo. El
presidente puso en claro que, en adelante, los Estados Unidos harían
todo lo posible, en su poder democrático, para ser el miembro modelo de
la familia global, comenzando con el desarme unilateral y una rápida
conversión de todas las bases militares en centros educativos, de salud
y de resolución de conflictos.
Muchas
más mujeres fueron llamadas a participar en las elecciones políticas en
reconocimiento de la importancia de su perspectiva y en pro del
equilibrio de los géneros. A la cabeza de las políticas domésticas y
extranjeras estaría la verdadera eliminación de la pobreza en todas
partes. Habría cooperación completa con la ONU, mientras que los
Cuerpos de Paz y las fuerzas protectoras reemplazarían a las fuerzas
armadas. La Carta de la Tierra sería ratificada y todos los otros
tratados serían honrados, en tanto que se le daría pleno apoyo a la
Corte Mundial de la Haya.
El
júbilo en el mundo fue instantáneo y los terroristas se encontraron sin
apoyo. Los Estados Unidos recibieron un fraternal abrazo y recibieron
el perdón que se le brinda a un amigo, y las grandes corporaciones casi
tropiezan la una con la otra en su carrera por volverse más sostenibles
y confiables ante la gente y el planeta. Los empeños cooperativos
entre las religiones se multiplicaron como nunca. Era como si un
huracán hubiera devastado a un viejo mundo aquejado de profundos
problemas y hubiera liberado los corazones y las mentes de la gente que
ávidamente abrazaba la nueva visión cósmica.
¿Es
posible todo esto? Mi fe en el cosmos consciente del cual sólo soy el
más pequeño aspecto, me permite exclamar un resonante y gozoso "¡Sí!".
Sé que todos somos un continuo de energía consciente, como un teclado,
desde las ondas lentas de lo físico a través de todo el espectro
electromagnético hasta las ondas espirituales de frecuencia más
elevada, y por lo tanto continuaré tocando todo mi teclado con cada
célula bendita de mi cuerpo y con todo mi corazón y mente hasta que sea
así. ¡Que así sea!
La
Dra. Elisabet Sahtouris es
una bióloga de la evolución y consultora de negocios reconocida
internacionalmente. Enseña en el programa MBA del Bainbridge Graduate
Institute y es integrante de la Academia Mundial de Negocios. Vivió
durante largo tiempo en Grecia y en los Andes peruanos, descubriendo
soluciones para nuestros grandes problemas sociales y económicos en los
ecosistemas de la Tierra y las ciencias autóctonas. Ha adelantado
actividades con el Banco Mundial, EPA, la ONU, Boeing, Siemens y las
escuelas de negocios de avanzada en Sao Paulo. Sus libros incluyen
"La Danza de la Tierra: Sistemas Vivientes en Evolución y Biología Revisada (con Willis Harman).
www.sahtouris.com
–
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/lifeweb
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en este momento, tratando de encontrar las soluciones de los problemas
mundiales más importantes, para que podamos introducir la Nueva
Civilización y Cultura.
Agradecemos tu presencia siempre atenta y dispuesta a participar en la construcción del Gran Cambio.
7. El séptimo es el de los
Servidores Científicos
.
Revelará la espiritualidad esencial de todo trabajo científico que esté
motivado en el amor a la humanidad y su bienestar; relacionará la
ciencia con la religión y traerá a la luz la gloria de Dios por medio
de Su mundo tangible y sus obras. Su función es muy interesante, pero
no se manifestará hasta dentro de mucho tiempo -cuando se comprendan
mejor las fuerzas constructivas del Universo, lo cual coincidirá con el
desenvolvimiento de la visión etérica. Este grupo actuará como canal de
comunicación o intermediario, entre las energías que constituyen las
fuerzas que construyen las formas y elaboran la vestidura externa de la
Deidad y los espíritus humanos. Observarán, en consecuencia, la
posibilidad de que este grupo inicial y principal se ocupe del problema
de la reencarnación. Este problema consiste en adoptar una vestidura
externa o forma, de acuerdo a la Ley de Renacimiento.
Centros de energía que utilizan los Servidores Científicos: Coronario, laríngeo y sacro.
Libro de texto básico:
Tratado sobre Fuego Cósmico

Desde
el punto de Luz en la Mente de Dios, Que afluya luz a las mentes de los
hombres; Que la Luz descienda a la Tierra. – Desde el punto de Amor en
el Corazón de Dios, Que afluya amor a los corazones de los hombres; Que
Cristo retorne a la Tierra. – Desde el centro donde la Voluntad de Dios
es conocida, Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los
hombres; El propósito que los Maestros conocen y sirven. – Desde el
centro que llamamos la raza de los hombres, Que se realice el Plan de
Amor y de Luz Y selle la puerta donde se halla el mal. – Que la Luz, el
Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.