| Asunto: | [redluzargentina] ¿A dónde voy? "Enseñanzas para el Tercer Tiempo" | Fecha: | Martes, 8 de Mayo, 2007 18:26:25 (-0300) | Autor: | Alicia Y Amira Contursi y Manzur <alicia.amira @.....com>
|
|
Gracias Pedro Llanos! telecentrollamar@yahoo.com.ar
¿ A donde Voy ?
( Enseñanzas para el Tercer Tiempo
- de La Vida Verdadera )
La Palabra del Padre :
Grande será la transformación que sufra la Humanidad en breve plazo; instituciones, principios, creencias, doctrinas, costumbres, leyes y todos los órdenes de la vida humana serán conmovidos desde sus cimientos.
Sí, éste es el tiempo de la luz. Yo os digo que la luz es fuerza, es pureza y es verdad; por tanto, esa pureza y esa verdad tendrán que brillar en todos los caminos y obras de los hombres. Muchos dirán entonces: "Señor, ¡por cuánto tiempo te ocultaste a nuestras miradas" Mas Yo les diré: No es que Yo me hubiese ocultado, es que vosotros tendisteis un denso velo para no verme.
La Humanidad es mi campiña. Yo soy su labriego, pero veo que sobre sus tierras han caído innumerables plagas, y eso ha hecho demasiado laboriosa vuestra salvación.
El materialismo, la guerra, el pecado, han sido las plagas que han azotado sin cesar las tierras del Señor; mas el poder para exterminarlas está en Mí y pronto llegará el instante en que sean exterminadas para siempre. Entonces florecerán los campos, habrá paz en los corazones y pan en abundancia en todos los hogares. La vida humana será como un culto que se eleve hasta Mí al cumplir con el precepto que os dice: Amaos los unos a los otros.
Todo el que quiera convertirse en sembrador, que escuche mi lección, la grabe en su espíritu y tome la semilla, la herramienta y el agua para ir en pos de las tierras estériles que hará fructificar con su amor.
Comprended que éste es el tiempo en que os salvaréis por vuestras propias obras. No todos los méritos los debo hacer Yo en la Tercera Era de la Humanidad.
No conocéis el final del camino, pero tenéis confianza en llegar a él; no conocéis en plenitud al Padre, pero su voz despierta en vuestro corazón una fe y una esperanza absolutas. A los que así creen les diré nuevamente: Bienaventurados los que sin ver han creído.
Yo os digo: Cumplid esta Ley y tendréis paz en este mundo y después vuestro espíritu será en la gloria. Así os desperté para que, sabiendo quiénes sois, llegaseis a comprender lo elevado de vuestro destino y de vuestra misión.
Ved que el enemigo más poderoso lo lleváis en vosotros mismos. Cuando lo hayáis vencido, veréis bajo vuestros pies al dragón de siete cabezas del que os habló el apóstol Juan. Entonces será cuando en verdad podáis decir: "Puedo levantar mi faz hacia mi Señor para decirle: Señor, os seguiré" porque entonces no serán los labios los que lo digan sino el espíritu.
Si por un instante los ojos de vuestro cuerpo pudiesen contemplar a vuestro propio espíritu, deslumbrados quedaríais de saber quiénes sois y cómo sois, tendríais respeto y caridad de vosotros mismos y sentiríais un profundo dolor al contemplar por dónde habéis llevado esa luz.
Hoy vengo a deciros quiénes sois, porque no os conocéis. Vais diciendo que poseéis espíritu, sin saber lo que ello significa, sin tener siquiera fe en que tenéis espíritu, porque no lo habéis visto como lo hubierais deseado en vuestro materialismo. Si no lo conocéis, ¿cómo podréis desarrollarlo?
Carne: No seáis más la cárcel ni el verdugo del espíritu, no sea la materia su dueña y señora, dejadle que se liberte, que rechace las inclinaciones inmundas de la materia como quien ahuyenta al lobo que a cada paso le acecha.
Pronto principiará un tiempo de grandes acontecimientos para el mundo: La Tierra se estremecerá y el sol hará caer sobre este mundo, rayos
candentes que quemarán su superficie; los continentes, de un punto al otro serán tocados por el dolor; los cuatro puntos de la Tierra sufrirán la purificación y no habrá criatura que no sienta el rigor y la expiación.
De Oriente a Occidente se levantarán las naciones, desconociéndose; y del Norte al Sur también se levantarán para encontrarse todos en la encrucijada; con ese choque se producirá una inmensa hoguera en la que arderá el odio, se extinguirá el orgullo y se consumirá toda la mala hierba.
Y después de este gran caos volverán las naciones a recobrar la calma y los elementos naturales se aquietarán. Después de esa noche de tempestad en que vive este mundo, aparecerá el iris de la paz y todo volverá a sus leyes, a su orden y armonía.
Veréis de nuevo el cielo limpio y los campos fecundos, las aguas en su corriente volverán a ser puras y el mar será clemente; habrá frutos en los árboles y flores en los prados y las cosechas serán abundantes.
Y el hombre, que habrá sido purificado y sano, volverá a sentirse digno y verá preparado su camino para su ascensión y retorno a Mí.
Todo será limpio y desmanchado desde su principio, para que sea digno de poseer el nuevo tiempo que se acerca, porque he de cimentar sobre bases firmes a la nueva Humanidad.
Hay muchos seres que sólo esperan el resurgimiento de la virtud en este mundo para descender y cumplir la misión que Yo les he encomendado.
El reinado del mal, que por tanto tiempo ha imperado en este mundo, está próximo a desaparecer, para dar cabida al reinado del espíritu, al desatamiento de los dones y potencias espirituales que hay en el hombre, por los cuales éste tiene un destino muy alto.
Gracias por abrir Tu corazón.
|