Los
tenientes Luis Bracamonte y Osvaldo Orellano quedaron atónitos
ante la extraña aparición de un objeto volador no identificado
y de cuatro seres provenientes de otro planeta mientras
patrullaban una zona rural.
Según los relatos que
surgieron por el fenómeno, el arribo de los seres
cósmicos fue antecedido por el
impacto visual de una luz blanca, si bien ya se habían
recogido testimonios similares tanto de vecinos como de un
matrimonio que experimentó el contacto con las criaturas
excepcionales.
El último encuentro se produjo
el miércoles a la 1:30 cuando los policías circulaban por la
zona de Irene. Mientras Orellano se bajó del vehículo para
realizar tareas de reconocimiento, Bracamonte permaneció en el
móvil.
Sentado, mientras cargaba la tarjeta de su celular,
percibió “una luz pequeña, como de una
camioneta que se acercaba, pero en cuestión de instantes se
hizo más grande como si fuera una camioneta grande y gris que
estaba ya muy cerca”, dijo Bracamonte, aunque no lo había
inquietado tal visión.
Sin embargo, todo cambió al percibir
“una silueta como de un hombrecillo de aproximadamente 80
centímetros, con una cabeza grande, ojos grises prominentes y
un color verdoso”.
Asustado por la situación, el policía
intentó llamar a su compañero, quien permanecía fuera del
vehículo, pero cuando intentó marcar el número, “mi mano
queda como estática”.
"En ese momento, mi
compañero que estaba viendo lo mismo que yo gritaba '¡qué
pasa!', pero los cuatro hombrecitos se
subieron otra vez a esa nave y ésta salió desplazándose
raudamente hacia el norte, esparciendo una luz blanca que se
extinguió despacio dejando un halo verde y un fuerte olor a
azufre o pólvora, haciendo un ruido como un trueno", concluyó
el teniente al relatar su experiencia fantástica al diario
comunal La Voz del Pueblo.
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