EL IN POSECONÓMICO NO ES LA RENTA
BÁSICA ECONÓMICA (2).
El IN poseconómico no precisa de ningún estudio
previo de "viabilidad económica", ya que su financiación viene asegurada por la
poseconomía, es de inocultable "viabilidad poseconómica".
Según vimos, el argumento principal que han
esgrimido los legisladores opositores a la ley de la RB ha sido "con la RB
nadie trabajaría".
Bueno, empecemos por el principio. Esta
absurda idea contiene implícito el preconcepto de que la gente sola y
únicamente trabaja porque no tiene otra opción para ganarse el ingreso
monetario. Es decir, que la gente no trabajaría si recibiera una RB porque el
trabajo en sí mismo "lo hizo Dios como castigo". O dicho de otra manera: sólo
obligándola la gente iría a trabajar; y si se la deja de obligar, el trabajo
acabaría. Es todo un desatino. Hoy Bill Gates, antes Rockefeller, y otros de
hoy y ayer, ¿por qué razón siguen trabajando? ¿Por qué muchos ricos trabajan?
No, no está allí el motivo de la oposición.
Quienes dicen eso de que "con la RB nadie trabajaría" presuponen que los
empleadores necesitarían mañana pagar mejores salarios que hoy para retener a
los trabajadores, con la disminución de la ganancia empresarial que tal cosa
implicaría. ¡Allí está lo grave, según sus ojos de derechistas
económicos!
Sin embargo, los fundamentos esgrimidos por
quienes impulsaron la ley avalan en un todo ese razonamiento. Si la RB proviene
de impuestos (genera por tanto inflación), si los ricos son los únicos que
pierden con esa instrumentación y, para colmo, los trabajadores podrán hacer
huelgas sin morirse de hambre, ¡válgame Dios! ¡Muera la RB! Para los idólatras
de la economía la RB no tiene nada de bueno. No es extraño que grupos de
izquierda también se le opongan.
El IN poseconómico no genera estas reacciones.
La principal razón es que no se financia a partir de impuestos, ni nuevos ni
reformados.
El Posestado sustituye al dinero por el
indev, a la Riqueza Social por el PIB, y al sistema financiero explotador por
el autofinanciamiento.
En el Uruguay de hoy –que no ha de ser muy
distinto a la España actual- cualquier producto que tiene un precio de venta de
cien pesos lleva incluidos 52 pesos, por término medio, de intereses, aportes,
impuestos, subvenciones, tributos, etc. Es decir, el 52% de un precio
contiene todo lo que el Estado y el sistema financiero succionan a la
producción y el comercio para –según dicen- subsistir.
Con el gobierno que propugna el Partido
Socialista Poseconómico, esos 52 pesos (promedio) por producto pasarán a formar
parte de la ganancia empresarial. Así es, pasarán directamente a la ganancia
bruta del empresariado. Porque la poseconomía no le exige éste -como
contraparte de la eliminación de impuestos- la rebaja de los precios. En
absoluto. Es claro, el empresariado podrá bajar los precios, sólo si así lo
cree conveniente, y si es de su voluntad hacerlo, libremente. Quizá pueda
hacerlo para aumentar su competitividad, por ejemplo.
Pero el gobierno poseconómico no lo exigirá.
Por principio, por axioma. Ningún empresario podrá decir que la distribución
del IN causará que la gente no vaya a trabajar porque él no puede pagarle
salarios más altos que los actuales.
Con la poseconomía el empresariado pasará a
ganar más que con la economía. Mucho, muchísimo más. Tanto como un 52% más (en
promedio).
No obstante, veamos que el enorme cambio que
la aplicación del IN (o vuestra RB) causa por su simple aplicación, también
conlleva el hecho de que es posible, muy posible, que los trabajadores
concurran al trabajo recibiendo un salario inferior al actual, ya que la suma
del salario más el IN (o la RB) harán que reciban, en conjunto, mucho más que
antes. No lo aseguramos, pero, con la aplicación del IN, existe la misma
posibilidad de que con el IN (pero no con la RB) los trabajadores dejen de
trabajar como que concurran a trabajar por un salario menor.
El problema de la RB es su origen impositivo.
Cada empresario, cada mercader, traslada el volumen de los impuestos al precio
de sus mercancías. Es decir, todo impuesto es inflaciógeno.
Veamos que los estudios realizados por
nosotros donde se definen las categorías de distribución del Ingreso Natural
(IN) se basan en los niveles actuales de precios; una modificación de
ellos –hacia arriba o hacia abajo- implicaría la modificación de la definición
actual del IN, por ejemplo. Además, sabemos que un país con precios bajos es un
país miserable. Y, por otra parte, notemos que la Riqueza Social, el indicador
principal de la poseconomía, crece según las compras realizadas por la
población, es decir, más crece cuanto mayor es la cantidad de productos
adquiridos por la gente, y que también crece según el precio de dichos
productos. Todos nuestros cálculos se basan en los precios actuales, y no se
mejoran porque los precios bajen.
Notemos que en esos 52 pesos se incluye otra
diferencia entre el Posestado, el estado de la poseconomía, con el Estado
económico actual: que se eliminan definitivamente los aportes jubilatorios. Ni
los empleados ni los empleadores deberán aportar nada al BPS. Ni un solo
centésimo. Todos los uruguayos en la poseconomía "nacen jubilados".
Debido a esto, se libera el contrato laboral.
Nadie correrá riesgos de morir de hambre por falta de empleo ni trabajará por
salarios que considere indignos. Nadie tendrá que soportar patrones o empleados
insoportables. Nadie trabajará donde o con quien no le guste.
Lo que hoy es la DGI se dedicará a otros
asuntos. Lo que hoy es el BPS también, el INDA, Asignaciones familiares, etc.
Muchos otros institutos oficiales con la poseconomía cambiarán su función o,
directamente, quedarán obsoletos. El Posestado será más pequeño que el Estado.
¿Será capaz el empresariado nacional de
notar la diferencia entre economía y poseconomía? Creemos que sí.
Hoy el Estado económico intenta hacernos
creer que 100 pesos producidos es igual a 48 pesos recibidos. Nosotros
corregimos tal desatino. Haremos que 100 pesos producidos sea igual a 100 pesos
recibidos, por producto vendido.
Quedamos a las órdenes para profundizar
sobre estos tópicos o para despejar cualquier otra pregunta relacionada a la
propuesta del Partido Socialista Poseconómico, en formación.
Comité Central (transitorio) el
PSP.
Centro INDEV
LA POSECONOMÍA LO PUEDE TODO
Montevideo - Uruguay El Centro INDEV tiene como objetivo aplicar la poseconomía. Es decir, busca la sustitución del Estado por el Posestado. En él, se eliminan los impuestos y los aportes a la seguridad social (BPS). Se eliminan los intereses monetarios (banca oficial). Se sustituye al dinero (peso) por el indev (con nombre a definir). Dejamos explícito que no se comprenderá a la poseconomía mientras no se comprenda el concepto de Riqueza Social. Entonces, a distribuir socialmente lo producido socialmente