Gracias Paloma Fernández Fernández!!!
Bitácora De La Tierra
4 De Diciembre De 2007
por Celia Fenn
4 de Diciembre: Mirando
Atrás..... Marchando Adelante....y algunas Ballenas, Gansos y Leones....:
¡Bien, ya estamos en diciembre! Con las potentes energías y los alineamientos que
actualmente nos rodean, esperaba sentir las turbulencias. Sin embargo, me siento
inmensamente tranquila y sosegada; como dice el Arcángel Miguel, es como si
hubiésemos entrado en el
Corazón de la Luz. Espero que en este mes de diciembre, con las vacaciones y
con sus momentos sagrados, podamos seguir sosteniendo en nuestro interior ese
espacio de nuestro corazón sagrado, creando un tiempo de Paz y Alegría para
nosotros mismos y quienes nos rodean. También me he dado cuenta de lo mucho que
me ha ayudado trabajar con la “Meditación del Corazón Sagrado” del Arcángel
Miguel para permanecer en mi centro y mantener una sensación de equilibrio
interno.
Así pues, en este tiempo estamos ante un punto para mirar
atrás, a fin de que nos sea posible avanzar. Repasemos los últimos diez años del
viaje de Cambio y de Transformación. Repasemos dónde hemos estado para conocernos
a nosotros mismos lo suficientemente bien para que seamos capaces de seguir
avanzando. En el pasado, aquellos
a quienes se entrenaba para ser “iniciados” en las tradiciones espirituales,
siempre eran instados a que se “conocieran a sí mismos”, a que aprendieran y
descubrieran la esencia única de quienes eran, con el objetivo de que fueran
capaces de vivir “en la verdad”, de vivir una vida auténtica. Por supuesto, la
paradoja es que, cuanto mejor llegas a conocerte y a saber quién eres, más cuenta
te das de lo único que eres y de que eres “uno” con la vida restante de la Red
Cósmica. Casi es como si “ser único” consistiese en ser capaz de tomar conciencia
de que has nacido y eres parte del “Uno”. Verdaderamente, es una “danza” de
opuestos complementarios que se mezclan para crear una potente fusión Amorosa.
Lo que me ha hecho reflexionar acerca de este tema ha sido la
invitación a la
“Conferencia de la Diosa” que apareció ayer en mi buzón. Disfruto de la energía
de la “Diosa” y trabajo con la Femenina Divina, pero cuando vi el programa me
pareció que tenía mucho de “retroceso” para reconectar con el pasado. No es que
eso tenga nada de malo, lo que los humanos elevamos a la categoría de sagrado
siempre debe ser cuidado y respetado y, a veces, debe ser redescubierto para que
podamos volver a honrarlo. La reconexión de las energías femeninas divinas ha
sido todo un proceso. Pero, a veces no basta con limitarse a descansar en el
pasado. Somos seres creativos, tenemos que recrear esas conexiones para que éstas
cobren para nosotros un significado propio del siglo XXI. Quizás sea fácil
sentirse como una Diosa cuando se está bailando alrededor de un mayo u oficiando
una ceremonia del fuego pero, ¿cómo podemos trasladar esto a nuestras vidas
cotidianas? ¿Cómo podemos sentirnos como “Diosas” mientras estamos sentadas
delante de un ordenador con un ratón en la
mano?
Pasa lo mismo que con la manera en la que vivimos, estuve
leyendo una cosa sobre la vida en “comunidades intencionales” y pensé que ya
vivimos en ellas... sólo que las llamamos ciudades. Nos guste o no, así es como
la mayoría de nosotros hemos elegido vivir en el planeta Tierra del siglo XXI.
Tal vez parezcan comunidades caóticas y desorganizadas, pero la “teoría del caos”
demuestra que no importa lo caótico que algo pueda parecer, siempre subyace un
orden. De hecho, a veces cuanto más caótica es una cosa, más simple es su patrón
subyacente. Ser capaces de conectar con el sencillo patrón del corazón nos
permite sortear el caos y vivir con la simplicidad propia de un modelo básico.
Por lo tanto, tal vez debamos examinar lo que ya hemos creado para ver si no
podemos encontrar el
modelo subyacente a las comunidades. Es probable que, dentro de estas inmensas
ciudades, haya un modelo básico sobre el que podamos empezar a crear una nueva
manera de “conocernos a nosotros mismos” como creadores de “comunidades
intencionales”.
Por tanto, al mirar atrás, podemos ver dónde hemos
estado y para qué...... para conseguir conexiones humanas sencillas, ayuda mutua,
para tener una relación cercana con el Espíritu y la Naturaleza, o para
experimentar alegría y calidez en nuestras únicas y preciosas vidas. Sé que,
durante nuestro periodo de transición y de cambio, hemos tendido a rechazar la
vida urbana por fría y estéril, inclinándonos más por una vida rural idílica, que
tal vez sea una opción para algunos, pero la mayoría de nosotros vamos a seguir
viviendo en esas
formaciones sociales caóticas y abigarradas que creamos el siglo pasado. La
cuestión es cómo transformarlas basándonos en lo anterior y en lo que queremos
para nosotros mismos. ¿Podemos devolverles un sentido de Sacralidad? ¿Podemos
recuperar en ellas el Amor y el apoyo mutuo? ¿Podemos recrear en ellas un vínculo
amoroso con la Naturaleza y con el mundo del Espíritu? A medida que avanzamos,
esto parece ser un reto para la transformación en la Nueva Tierra.
Creo que para eso estamos aquí ahora que vamos navegando por este
aspecto del Sueño del planeta Tierra. Y cada uno de nosotros tenemos un papel en
él, independientemente de donde vivamos.
Pasemos ahora a la energía de las Ballenas, que todavía está
muy presente. Recibí muchas cartas acerca de la contribución japonesa a las
Bitácoras de la Tierra de noviembre, cartas en las que se expresa una amplia
variedad de emociones y opiniones. Pero también he recibido recientemente varias
cartas procedentes de Nueva Zelanda, país que también tiene estrechas conexiones
con la energía de las ballenas. Dos de las cartas se referían a la mágica
película “Whale Rider” (El Jinete de la Ballena), basada en la leyenda maorí de
la creación de los “humanos” que, para ellos, son los maoríes. Consideran que su
ancestro original llegó a Nueva Zelanda procedente de su “hogar” originario en el
Océano Pacífico montado a lomos de una ballena. Para mí, esto es una metáfora del
conocimiento que aportan las ballenas a la vida humana desde el punto original de
la creación hasta el de la existencia de la Tierra y el
momento en el que la vida humana “emergió” de ese útero marino. La historia
maorí sigue llevando en su seno el eco de este conocimiento ancestral.
Recibí una carta maravillosa de una mujer maorí, que me parece conmovedora por
la forma en que ella compatibiliza sus propias tradiciones sagradas y su pasado
tribal con la vida en el mundo presente. Se llama Hineraukura, y le pedí que me
permitiera compartir su carta con ustedes en estas bitácoras:
Querida
Celia,
Quisiera agradecerte muchísimo tus
palabras relativas a la conciencia de las ballenas. Hace varios años tuve una
experiencia consciente que nunca fui capaz de comprender, excepto, creo, en lo
que el acontecimiento tiene de herencia para mi hija.
Después de su
nacimiento, me sentí cada vez más molesta por el sonido de llamada de las
ballenas que sentía en mi cabeza.
20 minutos antes de que naciera,
había muerto una ballena en nuestro puerto local y la tribu había despedido sus
huesos en una playa cercana. Bien,
una semana después, yo todavía seguía oyendo ballenas, por lo que le dije a una
prima que fuésemos a la playa tarde, de noche, para ver si podíamos “captar” algo
o, por lo menos, para intentar entender porqué yo seguía oyendo ballenas. Al
llegar, mi prima y yo nos quedamos mirándonos y dijimos: “Bueno, y ahora ¿qué
hacemos?”. Entonces, mientras estaba mirando al estrellado cielo nocturno que
había detrás de ella, apareció un arcoiris blanco, aterrizando justo sobre las
aguas poco profundas, en el lugar donde (como supimos después) habían sido
colocados los huesos (que no habían sido enterrados). Quedamos maravilladas,
dimos gracias al Creador y nos volvimos para casa.
El único
significado que fuimos capaces de extraer acerca de esto es que,... La ballena
que había muerto había
sido la primera en regresar para ser enterrada por la tribu local, e hizo que
ésta se reuniese para aprender más sobre las ballenas. Con anterioridad había
sido función del Gobierno disponer sobre estas majestuosas criaturas, por lo que
las tribus carecían de autoridad. Por tanto, para nuestro pueblo se trató de una
experiencia profundamente espiritual, la de restablecer una relación que la
colonización había eliminado. Tradicionalmente, habíamos tenido una relación muy
cercana con las ballenas, como se ve en “El Jinete de la Ballena”. Las
ballenas eran respetadas por ser consideradas guardianas y, cuando ellas sufrían,
nosotros sufríamos con ellas. Sus barbas eran consideradas un prodigio y, cuando
las ballenas morían, nunca se desperdiciaba nada de ellos, ni siquiera sus
huesos. Eran tallados para producir adornos muy apreciados.
Tal vez
haya alguna relación entre mi hija y aquella ballena que murió. La niña tenía una
prominencia bastante acusada en su espina dorsal, por lo que sus tías decían que
tenía una “aleta”. Llegué a llamarla mi ballenita. Ahora tiene siete años y se
niega a comer cualquier cosa que proceda del mar, lol.
Lo único
que sé es que, para alivio mío, después de aquella noche no volví a escuchar a
las ballenas, bueno, por lo menos no todo el rato. lol. He tenido muchas
experiencias de estas y he llegado a ganarme fama de
excéntrica por ahí, así que ahora llevo una vida muy silenciosa, eremítica. Da
ánimos saber que somos muchos los Trabajadores de la Luz que estamos conectados
globalmente. Muchísimas gracias, ¡¡Namasté!!
o Arohanui / Mucho
Amor,
Hineraukura.
Gracias, Hineraukura...... y para aquellos de ustedes que no
conozcan lo del “Jinete de la Ballena” y la energía maorí, aquí tienen un video
clip de la película en You Tube.
Es una gran película y, a los que todavía no la
hayan visto, les recomiendo que lo hagan.
Ahora les voy a contar algo gracioso que me pasó ayer. Salí un
rato y, al volver a casa, aparqué el auto en el garaje que está en la trasera y
entré en casa, me quité de encima el bolso y encendí las luces, porque a pesar de
que era temprano por la tarde, adentro estaba oscuro. Al pasar por delante de la
ventana, mi visión periférica registró que había algo oscuro en la piscina que
tengo en el jardín delantero. Retrocedí a mirar para asegurarme de que lo que
había visto era un enorme Ganso del Nilo nadando en la piscina, justo al lado del
asqueroso artefacto de limpiarla. Permaneció impertérrito, y siguió nadando por
allí bastante contento. Le saqué esta foto por la ventana:
Esta otra imagen tiene un orbe pasando que se asomó también a mirar:
¡Ahí lo tienen, este es el
aspecto que puede llegar a tener en la Nueva Tierra una piscina de los suburbios!
En realidad, mi ganso estuvo hecho todo un huésped feliz. Terminó por treparse
fuera de la piscina, usando la escalera, para darse una vuelta por el césped.
Cuando salí, creí que se habría ido volando, pero se me quedó mirando y luego
prosiguió con su garbeo, así que le dejé a su aire en el jardín. Me sentí
profundamente honrada de que aquel ganso silvestre se hubiera sentido tan
relajado y seguro como para visitar mi jardín y compartir mi “ojo de agua”
conmigo.
Y, para finalizar, aquí tienen un “leonclip” que me ha
enviado Deb desde los EE. UU.
Adoro este video, que muestra a un León fundido en un “abrazo” con un humano.
Para mí demuestra que estos hermosos animales son tan capaces de vincularse y de
expresar ese vínculo de corazón como lo somos los humanos. Verdaderamente es hora
de que empecemos a repensar nuestras relaciones con el mundo animal y de que
empecemos a ver cómo vamos a “compartir” el planeta con las demás especies que
son igualmente capaces de expresar el Gran Amor que está en el Corazón de todas
las cosas.
Es un videoclip para Windows por lo que, por desgracia,
aquellos de ustedes que tengan Macs tal vez no puedan verlo, pero inténtenlo de
todas formas, porque bien merece la pena.
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CELIA FENN EN:
BUENOS AIRES, ARGENTINA - 5 Y 6 DE ABRIL DE 2008
SANTIAGO, CHILE - 20 Y 21 DE ABRIL DE 2008
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