Salvando a la Humanidad
Febrero del
2008
La afilada
tijera del dolor debe separar lo real de lo irreal; el látigo del dolor debe
despertar a la vida refinada, el alma dormida; el sufrimiento producido por la
extirpación de las raíces de la vida en el terreno del deseo egoísta, debe ser
soportado, y entonces el hombre quedará liberado”. Así reza el Antiguo Comentario en una
de sus estrofas más místicas.
El Maestro Tibetano Djwhal Khul en
Los Rayos y las Iniciaciones de Alice A.
Bailey
Nuestro mundo
es interdependiente. Actualmente
es más evidente, como nunca, que el propio destino está vinculado al destino
de la totalidad. Tenemos la
obligación, individual y colectivamente, de ayudar a los destituidos que se
encuentran entre nosotros, basándonos en una profunda apreciación de nuestra
humanidad compartida.
Secretario General Ban Ki-moon, Lanzamiento del Llamado
Humanitario de la ONU del 2008,
Ginebra, 23 de
Enero del 2008
Estimados Amigos,
En uno de los puntos de diálogo en el Foro de
Discusión, enfocado en esta iniciativa de meditación, uno de los
participantes se refiere a un singular mural abstracto, en relieve, ubicado en
la pared exterior oriental del Edificio de la Asamblea General, con vistas al
jardín de rosas de las Naciones Unidas.
Investigando sobre esta escultura, otro participante encontró que esta
obra abstracta de 50x17 pies, creada por el artista norteamericano Ezio
Martinelli también se conoce por el nombre de
“Aspiración”.
El catálogo del Museo de Arte Americano Smithsoniano
describe, así, este mural abstracto en relieve: “Esta pieza es de aluminio
dorado y en su centro está el elemento principal, un rayo de sol de aluminio
radiando hacia fuera”.
Este parece un símbolo muy apropiado para el trabajo de
la Asamblea
General y es sobre este cuerpo principal de las Naciones Unidas,
sobre el que queremos centrar nuestro enfoque en la carta de este
mes.
Fundada en 1945, bajo la Carta de las Naciones Unidas,
la Asamblea General está destinada a ocupar una posición central como órgano
principal de deliberación, ejecutor de políticas y representante de las
Naciones Unidas. Actualmente
consta de los 192 Integrantes de las Naciones Unidas, quienes utilizan este
cuerpo principal para la discusión multilateral sobre una gama completa de
temas internacionales cobijados bajo la Carta. La Asamblea General también
desempeña un papel importante en el establecimiento de los criterios y
codificación de la ley internacional.
Durante muchos años se ha creído que el trabajo de este
cuerpo principal ha sido desviado y su poder usurpado por el Consejo de
Seguridad, percibido con frecuencia por la opinión pública, como el
representante de intereses particulares de unos pocos, oponiéndose al trabajo
a favor del Bien Común de la totalidad.
Como resultado, el pasado otoño del 2007, el Presidente
de la Asamblea General comisionó un Grupo de Trabajo cuyo propósito era
enfocarse en la “Revitalización de la Asamblea General”. Según las palabras del Embajador
Eladio Loizaga de Paraguay, uno de los dirigentes de ese Grupo de Trabajo, la
Asamblea General debe desempeñar el papel que se le asignó, tal como se
describe en la Carta de las Naciones Unidas.
Al anunciar el tema principal, el presidente de la
Asamblea General, Srgjam Kerim, afirmó: “sobre todo, la Asamblea General se
fortalece y se hace más efectiva y relevante en las vidas de las personas del
mundo, si unidos atendemos los retos que enfrentamos y logramos
resultados”.
Con este fin, entre sus diversas actividades, la
Asamblea General convocó un encuentro sobre “La Estrategia de la ONU Contra el
Terrorismo Global” en diciembre del 2007, una iniciativa adoptada inicialmente
en el 2006 y que será revisada nuevamente en el próximo encuentro en el otoño
del 2008.
Intentando comprender mejor el flagelo del terrorismo
que asecha a la humanidad y al planeta, se celebró una Conferencia conjunta de
la ONU en Tunicia (Túnez), del 15 al 17 de noviembre del 2007. Uno de los objetivos de esta
conferencia era examinar las condiciones en las que prospera este
flagelo.
Dirigiéndose a esta conferencia, el Secretario General Ban Ki-moon enumeró las
siguientes condiciones:
Conflictos prolongados no
resueltos;
Deshumanización de las víctimas;
Falta de cumplimiento de la ley y violaciones de los
derechos humanos;
Discriminación étnica, nacional y
religiosa;
Exclusión política;
Marginalización social y
económica;
Falta de buen
gobierno.
Además, añadió lo que todos sabemos: aunque esas
condiciones sean locales inicialmente, tienen consecuencias para todas las
naciones y personas.
Resumiendo los resultados de la conferencia, el
Servicio de Noticias de la ONU enfatizó los anteriores puntos: “Los
participantes estuvieron de acuerdo en que el terrorismo florece en los
ambientes donde existe el descontento, la exclusión, la humillación, la
pobreza, la opresión política y los abusos a los derechos humanos, como
también en los países embarcados en conflictos
regionales.”
Ofreciendo una solución inequívoca, el Sr. Ban se
dirigió a cerca de 200 participantes, que representaban a todos los
continentes, así como organizaciones internacionales, institutos de
investigación y a la sociedad civil:
“Permítanme ser claro: cuando nos decidimos por los
derechos humanos, a combatir la pobreza y la marginalización, apoyamos el buen
gobierno y el cumplimiento de la ley, lo hacemos porque esas actividades
tienen un valor intrínseco y deben ser buscadas por derecho propio. Pero mientras lo hacemos, también
trabajamos para contrarrestar el terrorismo y atendemos las condiciones mismas
que conducen a éste.”
Es dentro de la Asamblea General en donde las personas
del mundo comienzan a verse mutuamente reflejadas, reconociendo el destino
común de la familia humana. Es
dentro de este órgano donde los principios espirituales de la Era Acuariana
pueden verse de manera incipiente: la compasión, el amor, la unidad y la
cooperación en una escala mundial.
Durante el actual estado meditativo, quienes trabajamos
con el delineamiento de meditación “El Trabajo Espiritual de las Naciones
Unidas y la Liberación de la Humanidad”, nos enfocamos en la Asamblea General
viendo a este gran órgano internacional como el vehículo a través del cual
fluyen las esperanzas y aspiraciones de las personas del mundo; lo
visualizamos como el punto central a través del cual afluyen las energías
espirituales de los Maestros de Sabiduría y del Mundo Supramundano. Mientras hacemos esto, contemplamos el
propósito divino que busca guiar el trabajo de las Naciones
Unidas.
Este mes somos asistidos en nuestro trabajo por las
energías que afluyen a nuestro planeta desde el signo astrológico de
Piscis. Piscis es el décimo
segundo y último signo del horóscopo.
En el tomo de Astrología Esotérica leemos que Piscis representa la
liberación del alma de su cautiverio y su retorno a la tarea de Salvador del
mundo” (p. 100)
En este signo tenemos la oportunidad de cambiar nuestro
enfoque de una devoción a las necesidades del yo separado por una respuesta
compasiva a las necesidades del Bien Común.
Las energías sutiles de los mundos internos toman mucho
tiempo en producir sus efectos en el plano objetivo tangible de la vida
cotidiana. Sin embargo, este
proceso puede fortalecerse con el poder inherente en la luz de numerosas
mentes enfocadas en análogas formas mentales de Luz, Amor y
Poder.
Por eso se le invita a unirse en el empleo del
delineamiento de meditación que inspira esta iniciativa de meditación, “El
Trabajo Espiritual de las Naciones Unidas y la Liberación de la Humanidad”,
los viernes de cada semana (y en cualquier momento que usted elija) y también
a unirse a los que vivimos cerca al Salón de Meditación de las Naciones
Unidas, en un encuentro de meditación silenciosa el miércoles 20 de febrero,
desde el mediodía hasta las 12:30 p.m.
A continuación se celebrará un coloquio en las afueras del Salón de
Meditación de 12:30 a 1:15 p.m.
Comprendemos que el pensamiento no permanece en un
lugar; viaja a través de los éteres sin tener en cuenta las barreras del plano
físico; por tanto, como en el pasado, les pedimos a los que viven fuera del
área de la ciudad de Nueva York fortalecer este trabajo con el poder de sus
pensamientos iluminados, recordando la sabiduría de la Agni Yoga, “La ley es que dos pensamientos unificados
aumentan el poder siete veces”. (Hojas del Jardín de
Morya, Vol. II, V, Par. 7, Sociedad Agni Yoga, Nueva
York)
Se encuentran a su disposición copias del delineamiento
de la meditación en inglés, polaco, portugués, ruso y español. Por favor solicítela. También puede
encontrar la programación de los próximos encuentros del 2008, y se incluye
una explicación del beneficio de la meditación en el momento de los Festivales
Solares mensuales (durante la luna llena) en inglés, español y portugués:
http://www.aquaac.org/un/medmtgs.html
Por favor háganos saber si desea recibir esta carta en
español o inglés en la versión simple de
texto.
Como siempre, se aprecian sus respuestas a esta carta o
los pensamientos derivados de su reflexión al emplear la meditación sobre el
trabajo de las Naciones Unidas.
Usted puede compartir estas respuestas colocándolas en el UN Discusión
Forum (Foro de Discusión de la ONU, en inglés solamente) o
utilizando el e-mail UN@aquaac.org
que también se encuentra en la despedida que va al final de este
mensaje.
Le invitamos a
reflexionar sobre la cita del mes (quote of the
month) y su imagen cósmica acompañante que cambia el primero de
cada mes.
Le dejamos con un pensamiento del libro Los Problemas
de la Humanidad, que enfatiza el trabajo espiritual de las Naciones
Unidas:
El verdadero problema de las Naciones Unidas es doble;
implica distribuir adecuadamente los recursos del mundo a fin de que no haya
necesidades, y dar igual oportunidad y educación a los hombres de todas
partes. Las naciones que poseen
grandes recursos en realidad no son sus dueños, sino custodios de la riqueza
del mundo y depositarios de la misma, para bien de sus semejantes. Llegará inevitablemente el momento en
que, en bien de la paz y de la seguridad, los capitalistas de las diversas
naciones se verán obligados a darse cuenta de ello y a reemplazar el viejo
principio (que los ha regido hasta ahora) de adueñarse codiciosamente de los
recursos, mediante el principio de compartir. (p.
183)
Que podamos recordar y encontrar inspiración en el rayo
que hay en la parte exterior del edificio de la Asamblea General, rememorando
que el resplandor solar, dador de vida, a su vez es el símbolo del Alma: “acerca y vivifica la
tierra”.
Que este sea el trabajo de cada uno de nosotros y de la
Asamblea General de las Naciones Unidas,