¿Qué le hace una mancha más al
tigre?
¡PARE
DE SUFRIR! ¡LLAME YA!
Si como
muestra basta un botón... esto es palmario. En distintos países latinoamericanos
—muy especialmente en
Argentina— sufrimos desde hace un tiempito
la invasión de un grupo neo pentecostal de origen brasileño conocido como
Iglesia Universal del Reino de Dios (también, "Iglesia Universal del
Señor"). Ha copado espacios masivos en la TV de trasnoche, adquirido radios y
salas de cine abandonadas en distintas ciudades del interior, augurando sombrías
nubes cuando la cultura cede su lugar al fanatismo seudo religioso. Porque si
bien nadie estará en contra de la mayor libertad de cultos, observar a bien
vestidos "obispos" que en portuñol básico nos invitan a cubrirnos "con el manto
de la piedad" (y no es una metáfora: ¡tendrían que ver ustedes a unos doscientos
ingenuos tapados con una gran tela roja! No quiero insinuar las bromas procaces
que se me sugirieron al respecto), adquirir el "óleo santo de Jerusalén", o "el
agua bendita del río Jordán", ciertamente, supera el límite de la vergüenza. y
no hablemos, entonces, del "bolígrafo en forma del Cayado de profeta" con el
cual todo documento, cheque, contrato firmado con él estará, obvio bendito. Así
que esto que voy a mostrar no presupone ningún descubrimiento ultraterreno. Pero
es cosa de no creer, vea.

Logo e Isotipo de esta
iglesia
Barrio de
Almagro. Buenos Aires. Allí está —y es parte del marketing
publicitario de esta "Iglesia"— su gran cede central. Con aires
de Partenón, majestuosa, símbolo preclaro de la opulencia que supieron
conseguir. Pasaba por ahí y, siempre con mi cámara a cuestas, tomé una
fotografía. Porque sí, nomás. Me llamó la atención un gran edificio, reluciente
en sus vidrios negros, espejados, de unos tres pisos de altura, con sólido
mármol revistiendo su frente a nivel de la calle. Un kioskero me miraba curioso,
así que le pregunté sobre ese edificio mezcla de oficina de multinacional y
central de inteligencia. Casi con aire de secretismo, me respondió: "Ah, ahí
es donde tienen sus oficinas y sus computadoras, los pastores de esa Iglesia".
Qué duda cabe que la computadora es ícono yuppie de poder cuando un
maduro hombre de golosinas y cigarrillos la pone al mismo estatus que toda una
oficina...
Y seguí
caminando unas cuadras hacia el centro de la ciudad. Al llegar a la esquina,
mientras reflexionaba sobre el crecimiento económico de este grupo, me volví
para verlo una vez más. Y quedé de una pieza.
A ver cómo
andan de la vista. La primera foto es de la iglesia, su frente y, a la
izquierda, el "edificio de oficinas", recoleto ashram financiero dicen,
de los popes de la secta donde sólo acceden, claro, los que están más cerca
del Señor.