Un Anciano Sabio recibe una pregunta de un joven entusiasta de lo espiritual.
"Abuelo, - le dice el joven al Sabio- ¡yo admiro tanto que Tú siempre estás en tu centro, siempres estás sereno y en paz, que siempre caminas por el Camino Rojo, sin caer ni a un lado, ni al otro!"
El Abuelo Sabio le mira profundo a los ojos y le responde:
"Te equivocas, yo caigo a los lados del centro tantas veces al día como lo haces tú. Pierdo la serenidad y la paz tantas veces como las pierdes tú. La única diferencia real entre tú y yo es ¡que yo regreso al centro más rápido...!"
Un abrazo de corazón a corazón para todos...