El astrólogo: Un chamán de los tiempos actuales
1. Astrología y destino 2. El viaje del héroe a través de la carta natal 3.
El monomito 4. ...Y comienza el viaje 5. La consulta astrológica como rito
de
iniciación 6. El astrólogo como chamán 7. Bibliografía Citada ASTROLOGÍA Y DESTINO Comúnmente se ha hecho referencia con
respecto a que la conciencia es destino. En lo que nos es personal nosotros
proponemos que la inconciencia es destino. Como decía el gran maestro Rudhyarno
nos suceden las cosas sino que nosotros le sucedemos a ellas. El destino se
habría de configuraren este sentido a través de y mediante la proyección
inconsciente de aspectos personales no vividos y/o no aceptados en y por nosotros
mismos. Como decía Antonio Machado: "... caminante no hay camino se
hace camino al andar". En este sentido una existencia plenamente
consciente implica como refería Don Juan seguir un camino con corazón y en este
transitar no vivimos nuestro des-tino sino que configuramos y co-construimos
nuestra existencia. No con esto estamos proponiendo un libre albedrío
de carácter nihilista sino que hemos de partir de y en base a la aceptación de
una determinación anátomo-fisio-genética que es inmodificable pero amén de ello
existen una serie de condicionantes -que no determinaciones-de carácter tanto
personal como colectivo las que pueden en y con diversos grados de tentativo
éxito inmediato ser transfiguradas y transformadas es decir existen
condicionantes cuya trascendencia es menos dificultosa que otras siendo las más
caras de lograr aquellas que mayores promesas de conciencia llevan implícitas.
En una
palabra podemos dejar que la vida nos viva y decir que ese es nuestro destino y
la carta natal así como los futuros tránsitos y progresiones nos permitirán dar
clara cuenta de ello muy por el contrario podemos optar por erigirnos en
arquitectos de nuestra propia existencia un propósito este en donde el éxito no
se encuentra asegurado.... pero es posible. De esta manera una
ampliación de nuestros horizontes concienciales no sólo habrá de implicar un
mayor autoconocimiento personal sino que por otra parte nos permitirá ir
convirtiéndonos en cierta medida en co-creadores de las circunstancias por las
cuales habremos de transitarlo que devendrá en la reconfiguración de las
experiencias a ser vividas en tanto que una transformación de nuestra conciencia
ha de implicar que ciertos "aprendizajes" ya no tengan que ser incorporados y
vivenciados. Como Don Juan refiere en el libro de C. Castaneda"La rueda del
tiempo": "La diferencia básica entre un hombre corriente y un guerrero es que
para un guerrero todo es como un desafío mientras que para un hombre corriente
todo es como una bendición o una maldición"(1). Así una experiencia
vivida desde la in-conciencia es destino pero transitada desde la conciencia y el
discernimiento es aceptación. EL VIAJE DEL HÉROE A TRAVÉS DE LA CARTA
NATAL. En base a lo anteriormente explicitado no podemos menos que
arribar a la conclusión de que la carta natal simboliza el sentido y el
significado de
la vida pero en un sentido dinámico y no estático pues se encuentra en
permanente transformación evolutiva tal cual lo han de reflejar los sucesivos
tránsitos y progresiones. Joseph Campbell refiere en "El poder del
mito" que "... la mitología es un mapa interior de la experiencia dibujado por
gente que lo ha recorrido"(2). En este sentido la astrología tiene raíces comunes
con la mitología constituyéndose la propia carta en un mito vivo a ser
experienciado vivencialmente al tiempo que co-construido y re-construido.
La carta refiere a un mito personal pero a
diferencia de las principales historias mitológicas la carta astral tiene un
"comienzo"pero carece de un final. Y ello configura una gran paradoja enigmática
pues la carta es y no es a un mismo tiempo el ser de una
persona. En Astrología como vemos el principio lógico de no-contradicción se
encuentra carente de efecto. El mapa astral propio se convierte así en
un mito dinámicamente vivo y holónico pues es en sí mismo una totalidad pero
tránsitos y progresiones lo re-actualizan y aún más lo transmutan y mediante
ellos somos consciente e inconscientemente transformados. Dice Bill
Moyers en "El Poder del Mito": "Los mitos son historias de nuestra búsqueda de la
verdad a través de los tiempos del sentido. Todos necesitamos contar nuestra
historia y comprenderla"(3). Y yo me pregunto si eso no es lo que refleja nuestra
carta personal y lo que buscamos al analizar la misma. EL
MONOMITO. El Monomito término que toma Campbell de Joyce para referir
al viaje del héroe da cuenta de la aventurosa travesía que hace a la experiencia
humana consciente la que cuando es vivida de manera in-consciente denominamos
"vida cotidiana". El viaje del héroe o de la heroína da cuenta de
aquellos seres que víctimas de una torturante insatisfacción con sus actuales
modos de existencia descubren bajo el peso inmenso de las innúmeras farsas social
es un destello de su propia "divinidad" en cuanto a lo que ésta hace al re-
conocimiento y re-descubrimiento de realidades interiores más profundas que no
por negadas, inexistentes. Cabe dar cuenta que el viaje del héroe es
un mito solar que refiere a una dimensión y/o cualidad independiente de género
es decir que hace tanto a hombres como mujeres. Es un mito solar en
tanto que no se encuentra pre-definido sino que es algo en proceso de. No nacemos
héroes pero tenemos la oportunidad de constituirnos en tales. Cómo dijera
Hércules: "Mi padre es divino, yo no le conozco excepto que en mi mismo sé que
soy su hijo. Mi madre es terrenal. La conozco bien y ella me ha hecho como tú me
ves. Asimismo oh Maestro de mi vidas y también uno de los gemelos. Hay
otro parecido a mi. A él también conozco bien, sin embargo no lo conozco. Uno es
de tierra por lo tanto terrenal el otro es un hijo de Dios" (4). En este sentido es posible afirmar que nuestra madre lunar es nuestro
punto de partida y que nuestra meta solar es una intuición de nuestro verdadero
origen pero no una "realidad". Es tan sólo una insinuación, un símbolo en el
sentido original del término. Recordemos en este sentido que el símbolo en la
antigua Grecia hacía referencia a un fragmento de cerámica que se entregaba a
otra persona a los efectos de que al re-encontrarse ambos se re-conocieran como
miembros de una misma unidad social. La carta natal entonces es el fragmento del
mapa celeste que nos permite a través de una voluntaria travesía re-encontrarnos
con nuestro "gemelo divino" así como con nuestro "Padre". ...Y
COMIENZA EL VIAJE. El camino del héroe se inicia entonces cuando
logramos tomar
pleno contacto sin vendaje alguno que interfiera con una sincera percepción de
ese nuestro sufrimiento existencial que destruye la complacencia cotidiana y nos
obliga por ende a un despertar hacia y de nosotros mismos. El
sufrimiento entonces constituye en si la primera gracia pues su consideración de
manera reflexiva y racional con pleno entendimiento del mismo señala el inicio
del viaje hacia nosotros mismos. Sufrimos entonces, no debido a que estemos
enfermos, sino que siendo sanos y sanados nos abrimos, no sin miedo y reticencia
a un principio de intuición creativa y sagazmente espontánea y re-vitalizadora.
Y este sufrimiento es el que remite a una persona a realizar una
consulta con un astrólogo. En términos astrológicos podríamos considerar
que los dioses-planetas han llamado a nuestra puerta y nosotros hemos respondido
a la llamada. Esto se vería referido a través de los diversos tránsitos y
progresiones que se van sucediendo en el transcurso de nuestras existencias. En
el caso de hacer oídos sordos a tales llamados nos veremos enfrentados a lo que
comúnmente damos en llamar "destino", es decirlos arquetipos planetarios ya no
nos hablan sino que directamente han de irrumpir en nuestras vidaspor tanto
podemos ver como siempre en última instancia existe en cada uno de nosotros una
capacidad de libre elección en cuanto a la actitud con que nos hemos de
pronunciar ante la caleidoscópica infinitud de variables matices con que se nos
presenta la vida misma. Y ello va a depender no sólo de la integridad
que mantengamos para
con nuestro propio ser sino también de nuestro grado de evolutivo desarrollo
conciencial. No con esto deseamos afirmar que el ser conscientes del
avecinamiento de un tránsito "difícil" por ejemplo nos permita evitar la sacudida
que el mismo pueda implicar sino que tan solo seremos capaces de mantener firme
el timón mientras atravesamos la tormenta. Y esta respuesta a la
llamada hecha por nuestros arquetipos planetarios ha de implicar un develamiento
del misterio con respecto a quienes somos en realidad. Sobrepasamos nuestros
horizontes familiares y conocidos para acceder a una incipiente conciencia de y
sobre la existencia de un "algo más". Y ello conlleva una profunda angustia y una
no menor sensación de temor y apremio. Y una vez escuchada la llamada
ya el camino no
puede ser desandado, ya no es posible vivir en la rutinaria cotidianeidad sin
ser víctimas de una profunda ansiedad. Una vez que hemos probado del fruto del
árbol del conocimiento ya no podemos cerrar los ojos y decir que no somos quien
en realidad nunca hemos dejado de ser. Y el consultante-héroe que
decide realizar el viaje en todo momento contará con la ayuda (aspectos
armónicos) de figuras protectoras (arquetipos planetarios) que lo apoyarán a lo
largo de su peregrinaje hacia su sí mismo más profundo y recóndito pues es este
un viaje no exento de una diversidad de pruebas y obstáculos. Así hemos
de avanzar hasta llegar a enfrentarnos al "guardián del umbral" primer mojón de
nuestro camino. El guardián del umbral se encuentra representado -en la generalidad
de los casos-por el no siempre suficientemente ponderado Saturno como símbolo de
nuestra sombra en el sentido junguiano del término. Como afirma Edward
Whitmont: "La sombra es un problema moral que constituye un reto para toda la
personalidad yoica ya que nadie puede llegar a tener conciencia de la sombra sin
un considerable esfuerzo moral. Tomar conciencia de ella implica reconocer como
reales y presentes los aspectos oscuros de la personalidad. Este acto
es la condición esencial para cualquier género de conocimiento de si mismo y por
ende tropieza generalmente con considerable resistencia"(5). Pero este cruce del umbral da cuenta de un verdadero renacimiento
pues nos guste o no lo aceptemos o no la "sombra" es una parte co-constitutiva de
nuestro ser y sólo podremos continuar el viaje hacia nuestro sí mismo en tanto
seamos lo suficientemente honestos para con nosotros mismos como para aceptar
como propios nuestros aspectos más rechazados. A nadie le apetece besar a la
bruja o al sapo de la fábula, pero sólo así se convertirán en la princesa o el
príncipe pues somos nosotros quienes los hemos hechizado al reprimirlos al
inconscientey por ende los únicos que podemos desconjurar el mismo al hacer
consciente lo inconsciente. A partir de este momento nos veremos
adentrar en un mundo desconocido para nosotros en el cual seremos sometidos a un
sinnúmero de pruebas. Nuevamente nos encontraremos aquí con las "ayudas" ya
mencionadas (aspectos
armoniosos). Y así hasta culminar en la prueba suprema donde de modos
diversos logramos una expansión de nuestro sí mismo con la consiguiente
transmutación libertaria de nuestra conciencia. Entonces hemos de
iniciar el viaje de regreso a la vida cotidiana. Paradójicamente si bien es
cierto que somos los mismos que cuando iniciamos la partida al mismo tiempo somos
diferentes. La diferencia radica en el plus de conciencia transformadora que
hemos conquistado al ser "conscientes" de nosotros mismos. LA CONSULTA
ASTROLÓGICA COMO RITO DE INICIACIÓN. Dice Campbellen "El
héroe de las mil caras - Psicoanálisis del mito": "El camino común de la
aventura mitológica del héroe es la magnificación de la fórmula representada en
los ritos de iniciación: Separación-iniciación-retorno que podrían recibir el
nombre de unidad nuclear del monomito" (6). Y en "Los mitos - Su
impacto en el mundo actual "este mismo autor refiere: "Los mitos son los soportes
mentales de los ritos los ritos las representaciones físicas de los mitos" (7).
Dane Rudhyar refería a la carta astral como un verdadero mandala
celeste consideración esta que lleva implícito en su percepción mandálica el de
convertirse la carta en una "imago mundi" donde al tiempo que aparece
representado el cosmos en su manifestación micro también se encuentra referida la
esencia de una persona así
como el devenir "potencial" de su existencia. Es decir en la carta misma no
sólo se encuentra implicada la esencia una del in-dividuo inmutable por
definición sino que a un mismo tiempo apreciamos la infinitud de posibilidades
que el ser puede desarrollar y cuajar a partir del libre ejercicio de su
voluntad. El mapa astral personal en este sentido es un cuadro de las
probabilidades inciertas pero presentes de opciones múltiples y multiplicativas
dependiendo de cada uno de nosotros el llegar a plasmarlas en hechos y
situaciones concretas. Estas apreciaciones son las que convierten a la
consulta astrológica en un verdadero rito de iniciación en tanto que el
consultante re-actualiza en el aquí y ahora su ser implícito en la carta. En este
sentido Mircea Eliade señala: "...
al "vivir" los mitos se sale del tiempo profano cronológico y se desemboca en
un tiempo cualitativamente diferente un tiempo "sagrado"a la vez que primordial e
indefinidamente recuperable" (8). Extrapolar estas apreciaciones a lo que hace a
una situación de consulta astrológica implica el considerar la misma como un
espacio "sagrado" donde el consultante no sólo ha de tomar conciencia de sus
potencialidades y debilidades sino que las habrá de vivenciar en el aquí y ahora
es decir no hablamos tan sólo de la percepción mental de las mismas sino de un
verdadero "awareness" o "darse cuenta" experiencial y vivencial donde no sólo
están en juego los sentidos físicos y la mente sino también nuestras emociones y
sentimientos más plenos. No es un re-memorar sino un recordar en las concepciones
etimológicas de ambos términos. En este sentido la consulta astrológica
se convierte en
un verdadero rito de iniciación en tanto que se opera un verdadero "retorno al
origen" (ad origine) a la manifestación primigenia de la carta por decirlo de
alguna manera donde al constituirse en un espacio y en un tiempo "sagrados" nos
aproximamos al mismo dejando de lado nuestras máscaras tanto personales como
sociales. Y es en la reactualización de ese tiempo primordial donde la
carta adquiere la cualidad de convertirse en algo orgánico, vivo. No es tan sólo
un pensar la carta como un vivir la misma. Ya no asistimos a la lectura y/o
interpretación de un mapa astral sino que incursionamos en un proceso de
auto-descubrimiento interior personal. Es entonces este retorno
ad-origine hacia ese "comienzo primordial" el que ha de dar cuenta de la
posibilidad de operar como
una verdadera "renovatio" y por ende de constituirse en la posibilidad de
re-generar nuestra existencia. Cómo vemos la re-actualización de
nuestra carta astral es un proceso dinámico más que una situación estática
refiriendo en última instancia a un verdadero "regressus ad uterum" y es ello lo
que la convierte en un verdadero rito de iniciación con lo que adquiere en
definitiva rizos de experiencia plutoniana y escorpiana en lo que conlleva de
transformación y transmutación alquímica de nuestro ser. La consulta
astrológica se constituye así para el consultante en la posibilidad de que opere
un verdadero re-nacimiento (renovatio) un acceso a un nuevo modo de ser en el
mundo. Así la carta natal como promesa a través del proceso de consulta
deviene una posibilidad de redención. EL ASTRÓLOGO COMO CHAMAN. La posibilidad de que un astrólogo se convierta en "chamán" trasciende la
simple adquisición de conocimientos a través de una base teórica y mediante
procedimientos pedagógicos de carácter meramente intelectual. Hay un
viejo aforismo que dice que sólo un cuerpo lleno de cicatrices puede sanar a
otro. Y justamente es esto lo que ha de transformar a un astrólogo de ser un mero
técnico a convertirse en un verdadero "chamán" quien devendrá la capacidad de
de-velar el mensaje de las esferas celestes y trasmitir y guiar al lego por
dichos caminos. Y cómo se lleva a cabo este proceso? El
mismo presenta similares características referidas en cuanto hace al consultante
en lo que hemos referido como rito de iniciación en el viaje del héroe y en el
proceso de consulta astrológica, motivo por el cual no lo habremos de repetir.
Pero dichas similitudes operan en cuanto hace a su configuración como estructura
matricial. El camino se iniciaría a partir del momento en que el
Astrólogo recibe "la llamada" en el sentido que lo refiere Joseph Campbell lo que
generalmente se produce a punto de partida de una insatisfacción con la praxis
profesional cotidiana clásica que llevamos a cabo instaurándose de esta
manera un sinsabor generado por el anhelo y la intuición de la existencia de un
"algo más". Y esa es la "herida" que lo (nos) habrá de conducir a un período de
"iniciación". Y esto implica el ser plenamente conscientes de la
presencia al interior de nosotros mismos de realidades no percibidas en nuestra
cotidianeidad y por otro lado el asumir que la negación por nuestra parte de las
mismas no implica necesariamente su no-existencia. Por tanto aceptar
"la llamada" implica emprender el camino de la experiencia personal, un sendero
no de explicación sino de experimentación interior. Y el arquetipo que
entonces ha de ser invocado por el astrólogo que acepte el "llamado" es
el del "Guerrero Espiritual". Cómo dice Don Juan, el brujo yaqui que "inició" a
Carlos Castaneda: "El guerrero espiritual es aquel que está en permanente batalla
contra si mismo, en guardia para no perderse y seguir sólo "el camino con
corazón" " (9). Dicho camino ha de referir a un proceso dinámicamente
continuo de búsqueda, encuentro, enfrentamiento y asimilación de nuestros
aspectos no aceptados de nuestra "sombra" en el sentido junguiano del término. En
una palabra es transitar a través de un sendero de auto-des-cubrimiento de
nuestra esencia mediante la experiencia directa de nuestro ser tanto en el camino
de ascenso hacia nuestros aspectos espirituales como de descenso hacia nuestras
facetas más instintivas siendo ambos mundos comprendidos y aceptados como
complementarias polaridades. Como dijera Rainer María Rilke: "Tengo miedo de que
si mis demonios me abandonan
mis ángeles lo hagan también" (10). Y retomando a Castaneda y su
camino del guerrero espiritual en este proceso iniciático el astrólogo ha de
enfrentarse a diversos "enemigos" representados en la propia carta por diversos
planetas y configuraciones "inarmónicas". Y son dichos obstáculos los que nos han
de obligar a utilizar al máximo nuestros propios recursos tanto conocidos como
des-conocidos en tanto los mismos han de operar como verdaderos "dioses del
cambio"en virtud de que habrán de configurar una "amenaza" sistemática a todo lo
que hemos de considerar como seguro y previsible. Un proceso en el cual el
astrólogo deja de leer y/o interpretar para convertirse y ser en definitiva para
llegar a "encarnar" su propia carta. La carta deja de convertirse en un
objeto para
transformarse en un ser que lo enfrenta al astrólogo a su si-mismo, la carta
natal se transforma así en el hermano gemelo conocido al tiempo que desconocido
al que hacía referencia Hércules. Y no es este un proceso con comienzos
y fines definidos sino que es una espiral dinámicamente eterna re-definida y
re-configurada a través y mediante cada consulta que el astrólogo lleva a cabo en
su calidad de "agente de cambio" más que de técnico. De esta manera el
astrólogo ha de asumir el rol de Virgilio conduciendo a Dante a través de los
tres reinos partiendo del Infierno, pasando por el Purgatorio hasta llegar al
Paraíso. Pero esto sólo lo ha de lograr aquel que se haya convertido en un
verdadero psico-pompo hermético, es decir el astrólogo que al igual que el dios
Hermes-Mercurio sea apto de y para guiar a las almas en y a través de los tres
reinos de lo cual sólo hemos de ser capaces cuando logremos constituir a los
mismos en nuestro hogar pues tan sólo cuando nos aceptemos a nosotros mismos como
animales y como dioses podremos devenir finalmente como plenamente humanos. Bibliografía Citada: 1. CastanedaC.: "La rueda del tiempo"pág.
20 - (Biblioteca Nueva Era) 2. CampbellJ. - Moyers B.: "El poder del mito"pág.
19 - Emecé Editores - 1991 3. Ibidem.: pág. 30 4. BaileyA. A.: "Los
trabajos de Hércules"pág. 9 (Versión electrónica digitalizada) 5. GreeneL.:
"Relaciones Humanas - Un enfoque psicológico de la astrología"pág. 90 - Ediciones
Urano -
1987 6. CampbellJ.: "El héroe de las mil caras - Psicoanálisis del mito"pág.
35 - FCE. - 1997 7. CampbellJ.: "Los mitos - Su impacto en el mundo
actual"pág. 59 - Ed. Kairós S.A. - 1994 8. EliadeM.: "Mito y realidad"pág. 24
- Ed. Kairós S.A. - 1999 9. CastanedaC.: "La rueda del tiempo" 20 -
(Biblioteca Nueva Era) 10. IdemonR.: "El hilo mágico"pág. 129 - Ediciones Urano
- 1998 Lic. Germán H. Pastorini Graciela E. Prepelitchi
El
secreto de la existencia no consiste solo en vivir, sino en saber para que se vive. Fedor
Dostoievsky |