Referencia al Libro XI de Kryon
Entrar
en los orbes de luz
Puede
parecer que me salgo mucho del tema, pero quiero revelar una de las cosas que
tanto el doctor Luis como Jorge han documentado: la
presencia
de ORBES –siempre allí, siempre fotografiables– dentro de esta
cueva.
Los
orbes son las pequeñas bolas de luz que aparecen tanto en las cámaras de
película como en las digitales de vez en cuando. Si las amplías en las fotos,
son de múltiples colores y parecen tener complejas formas, siempre un poco
borrosas. No son creadas por «el destello de la lente» (fenómenos comunes en las
cámaras creados por la luz brillante que muestran fenómenos de fabricación en la
lente), y no tienen la simetría que indicaría que son problemas del
cristal. (En otras palabras, no están «alineados» en una simetría que ocurriría
si fueran parte de reflexiones internas de una lente de cristal defectuosa.) Son
verdaderas, inexplicables y aparecen con regularidad en muchas
fotos.
No
voy a hablar mucho sobre la realidad de los orbes, lo que ellos representan, o
cómo se generan, ya que hay mucho sobre esto en internet. Personalmente he
estudiado tres libros fotográficos sobre el tema, pero lo que no he visto es
ninguna investigación real. He hablado con algunos fotógrafos metafísicos que en
realidad enseñan fotografía en una universidad. Ellos defienden un punto
con el que podrías no estar de acuerdo, pero también son hombres de ciencia y
todavía sienten de algún modo que se trata de algo de «la cámara» o de polvo en
las fotos. Esto es una apreciación justa y esperada, pero sin ningún tipo de
investigación, realmente no lo sabemos. Nunca he visto pruebas del tipo en
las que puedes tomar fotos de orbes en situaciones controladas. De repente,
nosotros teníamos una de aquellas situaciones y yo iba a
aprovecharla.
El
día anterior a la presentación en PowerPoint, habíamos visto fotos de muchos
orbes en el observatorio, y dentro de una cueva adyacente (igual de
oscura). Yo vi una foto de Jorge meditando en algunos escalones de la cueva con
muchos orbes a su alrededor, más orbes de los que hayas visto jamás en cualquier
fotografía. ¡Te lo garantizo! ¿Quieres verlo? Visita [www.kryon.com/orbs]
para verlo por ti mismo. Tanto Jorge como el doctor Luis me dijeron que los
orbes estaban siempre allí, y que cada vez que se sacaban fotografías en la
cueva se veían. ¡Ahí estábamos nosotros en aquella cueva con tres cámaras! Dije:
¡Hagamos algunos experimentos básicos con los orbes! Y eso
hicimos.
Luis
y yo nos sentamos en los escalones de la cueva en total oscuridad. Esto es
importante, ya que muchos que dudan de los orbes sienten que simplemente son
creados por luz residual del interior de la cámara, que entra a veces por la
zona de la mirilla trasera. Así que enseguida eliminamos el problema de la
luz diurna perdida. (Para ser justos, por supuesto que la propia luz del flash
podía contribuir a la luz perdida.) Nunca he visto orbes mientras
fotografiaba en total oscuridad. Siempre estaban en situaciones donde llegaba
luz de muchos sitios. Así que sentí que teníamos casi un cuarto oscuro
científico para examinar el acontecimiento. ¡Ninguna luz perdida, tres cámaras
que representaban a dos tipos de digitales y dejando pasar un tiempo para
intentar conseguir y analizar los orbes!
Las
cámaras son algo que conozco. Pasé toda mi juventud en la tienda de artes
gráficas de mi padre (Carroll
Graphics,
en San Diego) y la fotografía se ha convertido en mi afición. En la tienda de mi
padre había cámaras tan grandes que un Humano podría meterse dentro de ellas,
y pasé muchos años trabajando durante el verano y aprendiendo todo
sobre óptica y sobre cómo funcionan todas estas cosas. También tengo una mente
científica, así que estaba preparado para examinar algo que podría ser un
determinante en el aspecto de los orbes.
Una
de mis sospechas era que el aspecto de los orbes en la fotografía podría ser
específico de la cámara. En otras palabras, la pregunta lógica podría
ser: «Algunas cámaras fotografían los orbes mejor que otras? Y si es así, ¿por
qué? ¿Qué dice esto sobre los orbes o qué podrían ser?». Yo estaba
preparado para cualquier respuesta, aunque todos los que me rodeaban estaban
convencidos de que los orbes eran la energía interdimensional que «se resalta»
sólo en la fotografía realizada con flash electrónico (que, debido a su alta
frecuencia fotónica, permite capturar a los orbes), y no son
previsibles.
Ese
día nuestras cámaras eran de dos tipos. Dos de las cámaras eran digitales de
bolsillo. Del tipo de entre 200 y 400 dólares, en las que puedes ver el objeto
en una pequeña pantalla de vídeo mientras lo fotografías. Mi cámara era una
Nikon
Digital
SLR
de
alta calidad. Tenía un zoom profesional de 18 mm a 70 mm. Cada cámara usaba su
propio flash interno, pero el mío era más potente que el de los demás (de más
luz).
Nunca
he visto orbes en fotos hechas con la luz normal o con un largo tiempo de
exposición. Sólo parecen resaltarse en la fotografía realizada con flash
electrónico. Esto indicaría que la luz del flash tiene algo que ver con la
iluminación de la que están hechos, o que de algún modo los atrapa en una
coyuntura en el tiempo físico que las fotos sin flash no pueden hacerlo. Cada
cámara fue puesta (por defecto) a 1/60a
parte
de un segundo, que es el flash típico por defecto que se pone para la mayoría de
las cámaras. Que conste que los orbes han sido captados tanto con cámaras de
negativos como con digitales.
Si
realmente lo estuviéramos haciendo científicamente correcto, este
«experimento de laboratorio» debería estar hecho con flash, sin flash y con
diferentes tiempos de exposición y velocidades de obturador. Nosotros no
teníamos ni esa capacidad ni tiempo. Pero creo que lo que realmente hicimos es
significativo, y lo ofrezco para los que estén investigando más sobre el
tema.
Luis
y yo nos sentamos sobre el escalón superior de la cueva a unos seis metros de
distancia de nuestro equipo. Estábamos ligeramente elevados. Comenzamos a
meditar, y se prepararon las cámaras para que dispararan a intervalos de varios
minutos cada una. Nos quedamos en los escalones durante aproximadamente diez
minutos mientras las cámaras flasheaban. Los operadores de las cámaras no
sincronizaron sus disparos. En otras palabras, era aleatorio. Además, todos
nosotros fuimos muy cuidadosos para no remover el
polvo.
Los
resultados fueron divertidos y crearon más preguntas de las que contestaron. Lo
que relato aquí es lo que vimos en el examen posterior
de
las exposiciones. Inicialmente, no hubo orbes captados por ninguna cámara en los
primeros momentos. Era interesante, ya que si los orbes fueran polvo, sería de
esperar que nuestra subida a las escaleras dejara una ráfaga. Después de
unos minutos, los orbes comenzaron a resaltar. A los siete minutos, había
muchos de ellos y éstos se quedaron hasta el final. Naturalmente, como
meditadores (y tipos extraños) nuestra explicación es que los orbes representan
la energía que nosotros metíamos en nuestra área, y que aumentaron
con la gran energía que creábamos espiritualmente. Los escépticos dirán que
hicimos grandes disparos de polvo en un lugar muy polvoriento. Pero hay dos
cosas que no parecen convincentes en esto. Primero, nuestros movimientos
deberían haber creado polvo, no nuestra quietud. Recibimos resultados
opuestos si es que los orbes son polvo. Segundo, entonces ¿por qué no se
resaltó «el polvo» en la mejor y más potente cámara con
flash?
También
hay que considerar otra explicación, y es que independientemente de lo que sean,
son sensibles al calor, y como nosotros calentábamos la zona con casi cien
grados por cuerpo, vinieron de donde estuvieran a nuestra área más caliente.
¿Quién sabe?
Las
dos pequeñas cámaras digitales produjeron muchos orbes. Lo que tuvieron en común
era que la cantidad de orbes era coherente: pocos al principio y montones al
final. Pero nunca fueron idénticos. Esto también es interesante, porque muestra
que independientemente de lo que está siendo fotografiado, incluso a la
vez, es único en cada momento preciso. Una comparación precisa mostró que los
orbes no estaban en el mismo lugar de una cámara a otra.
El
siguiente
atributo es decepcionante para mí, ya que esto pronostica que se avecina un
problema. ¡Mi cámara profesional no fue capaz de fotografiar ni un solo orbe! No
importa cuándo se disparó, no capturó ni un solo orbe. Cuando las demás veían
muchos de ellos, la mía no vio ninguno. ¿Por qué? Sólo puedo suponerlo. Pero
recuerda, éste es un tipo diferente de cámara, tiene muchos cristales en la
lente (las otras no), y quizá un flash más brillante. La razón por la que me
decepciona es que las cámaras se están volviendo más sofisticadas y
ofrecen lentes más grandes. Hay una teoría sobre la simplicidad de estas
cámaras digitales «menores», que combinadas con una lente elemental de un
cristal muy fino, permite esta demostración de orbes. Pero cuando añades la
sofisticación de las lentes de los zooms
con
varios elementos de cristal, las cámaras no los captan. Algo que de alguna
manera se muestra realmente a la cámara puede desaparecer según éstas se
mejoran. ¡Espero que no! ¡Quédate con tu digital
barata!
He
creado una página en internet que sólo se menciona en este libro, es
[www.kryon.com/orbs]. En la primera foto, se me ve en las Naciones Unidas el 31
de marzo de 2006. No supimos hasta más tarde que un orbe gigantesco aparecía
junto a mí. Lo hemos ampliado con el fin de que puedas ver a qué se parecen
algunas de estas cosas más de cerca. La siguiente, muestra a Jorge sentado en
las escaleras de la cueva en los primeros momentos de una meditación. Después de
ésta, hay una fotografía increíble de los orbes a su alrededor tras unos
minutos mientras él seguía meditando (como dije anteriormente... ¡más de
los que hayas visto jamás!). También en esta página hay una foto de la pieza
superior del observatorio, que etiquetaron como «un artefacto de alojamiento de
sudor» (sí, seguro). Y finalmente, puedes ver algunas otras fotos del eje
del observatorio, más una de Luis que tomé sin trípode en la
oscuridad.
Así
pues, ¿qué son los orbes? Los expertos no han llegado a un acuerdo. Todo lo que
sé desde aquel día es que Luis y Jorge están en lo cierto: los orbes estaban
allí en masa..., fáciles de fotografiar y siempre en ese lugar. Cuanto
mayor era nuestra energía de meditación, más orbes parecía haber. Uno de ellos
se metió en mi garganta y se quedó allí mientras muchos se agrupaban alrededor
de Luis. Cuando vimos las fotos más tarde fue bastante alarmante, al comprender
que quizá conseguimos un atisbo de energía interdimensional que sólo fue captada
porque de algún modo el flash de una cámara fuerza parte de ella momentáneamente
a las 3D. La cámara es diferente al ojo Humano porque se abre solamente
1/60a
parte
de un segundo y se cierra de golpe otra vez. También se sincroniza con una luz
muy brillante. Nuestros ojos no hacen esto. No tengo la respuesta, pero estoy
contento de presentar este simple experimento a los que puedan hacer esto
más tarde.
Tomado del libro XI de Kryon "Levantar el
Velo"
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