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RedLuz Argentina
 | Asunto: | [redluzargentina] El Rayo - Los Ángeles en la Vida Oculta de la Naturale za - 5/5 | Fecha: | Miercoles, 13 de Agosto, 2008 09:17:24 (-0300) | Autor: | Sabiduría Arcana <bvr @..........ar>
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Invoquemos a los Ángeles, para que Ellos, "vencidos
por el poder de nuestras plegarias, desciendan
a la Tierra y nos enseñen mejores caminos..."
Porfirio
Los
Ángeles en la Vida Oculta de la Naturaleza
"Todos los fenómenos
realizados en la vida de la Naturaleza son de carácter eléctrico y en su base
oculta se halla como siempre la misteriosa e incomprensible actividad dévica.
Tales fenómenos son de dos clases principales:
a.
Geológicos, como las erupciones volcánicas, los terremotos, los
desprendimientos de tierras, etc.
b.
Atmosféricos, como las lluvias, el viento, el
rayo, el trueno, etc.
Examinemos
esotéricamente cómo se producen:
5. El Rayo
Es un fenómeno atmosférico
relacionado con la actividad de los Señores AGNIS, siendo
descritos éstos esotéricamente como “los Descargadores del Fuego”. En dicha
actividad no intervienen las salamandras, o devas ígneos en
contacto con los fuegos que se originan en la superficie de la tierra. Los
Señores AGNIS de las altas zonas de la atmósfera manejan tal tremendo en inconcebible poder que les sería fácil
destruir en un momento todas las creaciones humanas y aun las de la
propia Naturaleza. Son “la Serpiente Ígnea”, o contraparte de KUNDALINI en el
Aire, a la cual se refieren algunos tratados místicos de la más lejana
antigüedad, siendo una Fuerza misteriosa controlada por la propia Divinidad y
que se muestra creadoramente activa en el proceso de la Iniciación.
Su poder es utilizado para
descargar el aire de las partículas del Fuego que lo dinamizan y para
purificar la atmósfera planetaria en momentos determinados y en regiones
especialmente reconocidas como kármicas. Las descargas eléctricas son el
resultado de una polaridad existente en las altas zonas del aire que libera su
contenido cuando existen las condiciones apropiadas (por ejemplo, durante el
curso de una tempestad en la que intervienen devas acuosos de
tipo positivo y otros de tipo negativo). Entonces las descargas eléctricas son
inevitables, quedando localizadas en ciertas áreas de la atmósfera o cayendo
sobre la tierra, allí en donde exista alguna polaridad lo suficientemente
activa como para servir de vehículo para tal terrible fuego. El
relámpago es una chispa del Rayo, de la misma manera que el alma es
una chispa del Espíritu, siendo el trueno el resultado de la
fricción entre las dos fuerzas de la polaridad determinando fenómenos
acústicos. En realidad sólo existe el Rayo, la Fuerza
liberadora del Fuego existente en cada partícula molecular del aire, por lo
que cabe deducir una mancomunada acción de los Devas del Aire
y de los Agnis del Fuego en cada uno de los fenómenos
eléctricos de la Naturaleza.
En todo caso, siempre
resulta terriblemente impresionante contemplar una tormenta de agua con gran
aparato eléctrico, tal como corrientemente se dice, desde el ángulo oculto,
cuando los Señores del Fuego, portando cada cual su
particular cetro de poder, descargan sus energías siguiendo las líneas de una
“inducción kármica” señalada por “los Grandes Señores del
Viento”, los cuales hacen un vacío en el aire, que es su Vida, para
que el Fuego llegue a su destino.
Los Señores del Agua vienen a ser los
espectadores silenciosos del proceso, limitándose a actuar como mediadores,
siendo el elemento Agua que movilizan la garantía de dicha mediación, o
elemento “neutro” que facilita la acción coordinada del Aire y del Fuego. En
todo proceso fenoménico en la vida de la Naturaleza, y en orden a la actividad
de la vida oculta tras los elementos, hay que tratar de ver constantemente
"las Manos del Señor”, modelando el destino de la humanidad y de cada uno de
los Reinos. El poder del Rayo está directamente vinculado con
las energías del Primer Rayo, una energía
que un día será controlada por las mentes de los hombres, constituyendo las
bases de una prodigiosa civilización humana que obtendrá la energía eléctrica
directamente del aire, de igual manera que se obtienen del aire todas
las posibles ondas eléctricas conocidas, como las de la radio, del teléfono,
de la televisión, etc., y no habrá así necesidad alguna de
alterar el orden ecológico de la Naturaleza tan profundamente afectado hoy día
por la combustión de las substancias energéticas que constituyen la
base de la energía eléctrica utilizada por la humanidad.
La Fuerza del Rayo,
mantenida en “expectante suspensión” en determinados estratos de la atmósfera,
puede constituir evidentemente una tremenda Fuente de energía natural al
servicio del hombre cuando la humanidad, como un todo, responda a ciertas
claves de armonía en su corazón y pueda invocar
“cosas más grandes" que las que actualmente conoce, manipula y
ejercita.
Así, este Tratado
esotérico sobre los Ángeles otea audazmente el porvenir,
pero siempre dentro del orden cualificador de las energías que ya de inmediato
puede ejercitar el hombre como base de futuras y más esplendentes
realizaciones. El reconocimiento de las vidas dévicas o
angélicas es el primer paso; siempre insistiremos sobre este “leit
motiv”, trabajando constantemente en el sentido oculto del
establecimiento de relaciones normales y naturales con los
Devas más afines con nuestra particular naturaleza psicológica y
tratar, finalmente, de atraer la amistad de algunos de ellos en particular
para que Estos, “vencidos por el poder de nuestras
plegarias -tal como decía el gran filósofo Porfirio- desciendan a la Tierra y
nos enseñen mejores caminos”. Tal es la Ley.
Fuente del artículo:
Asociación Vicente Beltrán Anglada. Páginas:
160-161
Vicente
Beltrán Anglada
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El
uso de La Gran Invocación por muchas personas ayuda a suavizar el karma
planetario, y moviliza gran cantidad de energía angélica benéfica para la
humanidad.
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