Lo que estás haciendo es reconectar las hebras. Lo que estás haciendo es reconectar las cuerdas.
Cuando usamos esta energía de sanación, estamos haciendo más que arreglar un problema especial; estamos literalmente reconectando las hebras, hebras de ácido dexoxirribonucleico: ADN.
El ADN es una molécula compleja que consta de 2 hebras conectadas en una forma de espiral de doble hélice, como una escalera de mano enroscada. La ciencia enseña que cada ser humano tiene estas dos hebras en cada molécula de ADN de su cuerpo, y esta configuración es la base de nuestro código o impronta genética. De tales partes diminutas de materia se forma la estructura de nuestros cuerpos, nuestros cerebros, incluso gran parte de nuestra personalidad.
Lo que la ciencia no enseña-por lo menos aún- es que en cierto momento PODRIAMOS HABER TENIDO 12 HEBRAS DE ADN CODIFICANDO TANTA INFORMACIÒN.
Reconectar hebras implica que más que continuar el desarrollo de forma lineal, la raza humana se beneficiará al rescatar en el tiempo y traer al presente ciertos aspectos de cuando éramos gente más completa.
Esto es la parte de lo que está ocurriendo ahora con la Reconexiòn: nos estamos reconectando con quienes fuimos.
El fenómeno de Reconexiòn nos hace retroceder dentro de nuestros recuerdos intrínsecos hasta esa edad de oro y nos liga a la sensación original de conexión profunda con la vida. Aún así, no se trata simplemente de volver atrás; también se trata de avanzar hacia algo nuevo. De esta integridad proviene la sanación. Verdadera sanación. Sanación evolutiva.
A pesar de lo dicho acerca de volver, lo cierto es que la sanación de la estamos hablando no la teníamos con nosotros desde un principio. En otra época, nuestra especie tenía una conexión más completa e integra; por lo tanto, no hacían falta frecuencias específicas para reconectarnos. Lo que si hemos tenido desde un principio es la capacidad para elevar nuestro consciente colectivo hasta el nivel en el que podemos aceptar y alojar frecuencias de este tipo. Por fin hemos alcanzado ese nivel y el universo ha decidido que es hora de presentarlas.
Todos tenemos la capacidad de ser portadores de esta nueva frecuencias de sanación. No es un don que tienen algunos pocos hombres o mujeres elegidas o gurús o santos. Es un don de nuestro tiempo; ya tenemos la capacidad mental y la sabiduría necesarias para orientarnos. Como raza estamos accediendo a un nivel de frecuencias en el que las falsedades no podrán sincronizar sus vibraciones y, simplemente por ser demasiado densas, irán desapareciendo; repararemos las separaciones; nos desharemos de las supersticiones. Estamos embarcando en el apasionante proceso de atravesar nuestros miedos, reconociendo cuántos de ellos se disfrazan de ceremonias de amor y belleza.
La reconexiòn por DR. Eric Pearl.