Sentirse
en Paz es una Elección
Por Michael
Brown
Es obvio en estos momentos para
cualquiera que no está viviendo con su cabeza en la arena, que estamos
actualmente experimentando una intensificación en todos los niveles de la
experiencia humana. Cada día, en algún lugar del mundo, hay otro terremoto,
inundación, desastre de una mina, desenmascaramiento político, crisis
financiera, revelación pública de alguna forma de comportamiento no ético y
disturbios civiles masivos. Países enteros se están dividiendo hasta los
cimientos y están recurriendo a la retribución
violenta.
Si examinamos nuestro ambiente
inmediato de cerca, tenemos que ser testigos de la evidencia de esta sacudida
justo en medio de nosotros. Lo que está sucediendo en el macrocosmos del
escenario del mundo, también se está manifestando como el contenido de la
conversación en lengua de todos. El conflicto y el caos de una forma u otra se
están incrementando. Un gran cambio está en marcha.
Es vital ahora por lo tanto, dar
homenaje a una experiencia que parece estar pasando a segundo plano mientras
todo esto se desenvuelve: La Paz. En este momento no hay nada más importante que
recordar diariamente que la experiencia de paz es una responsabilidad que se
logra personalmente – no es un derecho que nos otorga ninguna organización
política, económica, social o religiosa. La experiencia de la paz siempre se
encuentra como un estado personalmente sentido y solo cuando es sentido a nivel
personal, es entonces irradiado como una experiencia colectiva. La paz
auténticamente sentida emana solo desde adentro.
Uno de los grandes engaños que nos
jugamos, individual y colectivamente, es la noción de que ‘necesitamos hacer la
paz’. ¿Han notado que nada que hayamos hecho a lo largo de toda nuestra historia
humana documentada, en el intento por ‘crear paz’ jamás ha funcionado? Esto se
debe a que la misma idea de que ‘la paz es algo que puede hacerse’, ya sea a
través de la guerra, la discusión, el debate, los acuerdos, o firmando un
tratado, es engañoso y por lo tanto desorientador.
Cualquier país u organización que
clame haber logrado la paz a través de tales medios, ha demostrado con el tiempo
que todo lo que se logró fue un ‘control forzado temporalmente, resultando
únicamente en personas que viven durante un tiempo en una desesperación
silenciosa y estados apagados de agresión pasiva, antes de que emerja nuevamente
el descontento.
Esto se debe a que la paz no puede
‘hacerse’- ni en el Medio Oriente, ni en Sudáfrica, Indonesia o ningún lado. La
paz ya existe dentro de la estructura vivencial de la Creación. La vibración que
nosotros como humanos experimentamos como paz, fue creada mucho antes de que nos
manifestáramos y existirá mucho después de que hayamos sido remplazados por otra
especie animal dominante. La vibración de la paz está en todas partes. La paz
está disponible incluso en medio de países arrasados por la guerra como Irak,
Afganistán y cualquier otra región actualmente involucrada en el conflicto
humano.
La ausencia de humanos en conflicto
en cualquier ambiente, revela inmediatamente una radiación obvia de paz. Solo
porque el comportamiento humano conflictivo oscurece su resonancia, esto no
significa que ya no existe.
Nosotros simplemente entramos
constantemente en comportamientos y conversaciones, con la intención de ‘tratar
de hacer la paz’, porque no nos damos cuenta de lo que es la paz auténtica.
Debido a nuestros actuales estados de confusión física, mental y emocional, no
nos damos cuenta de que la paz auténtica es una experiencia que solo podemos
sentir personalmente. En su lugar asumimos que es un arreglo que logramos
colectivamente, a través de un acuerdo. Esto no es verdad. La paz es para que la
sintamos en cualquier momento que elijamos, porque es una resonancia que nos
envuelve a donde quiera que vayamos. Sin embargo, depende de nosotros elegir
sentirla.
Justo ahora, en este momento,
quienquiera que esté leyendo esta pieza de escritura puede sentir paz – si lo
elige. No es una experiencia que alguien tenga que organizar para nosotros a
través del debate, la discusión o el acuerdo. Ningún otro grupo tiene que ser
dominado o reubicado para que seamos capaces de sentir paz. Dichas nociones son
detracciones constantes de la realización auténtica de la paz. No tenemos que
hacer las paces con nadie – tenemos que hacernos conscientes de ella como un
sentimiento dentro de nuestro propio corazón, y entonces elegir ocupar esta
conciencia, sin importar qué pase.
Incluso expresamos lo obvio de esta
verdad en nuestro lenguaje. No decimos, “Yo pienso paz”, o “Yo hago paz”.
Decimos, “Yo siento paz”. Y debido a que nadie, ningún paritario, político,
sacerdote, comerciante, padre o pareja tiene la capacidad de sentir nada por
nosotros – nadie es responsable por lo tanto de nuestro sentimiento, o falta de
sentimiento de paz. La paz es una experiencia sensible que ya se otorgó
libremente a cada humano. Sin embargo, es nuestra responsabilidad elegir entrar
y contener esta conciencia.
Esto es por supuesto lo que lo hace
difícil. La paz es inflexible. Elegimos sentirla – o elegimos sentir algo más.
No podemos sentirnos en paz Y simultáneamente abrigar el sentimiento de estar en
lo correcto y hacer las cosas a nuestra manera. No podemos sentirnos en paz Y
simultáneamente sentir venganza. No podemos sentir paz Y simultáneamente
sentirnos justificados por tener ‘la última palabra’. No podemos sentirnos en
paz Y comportarnos dañinamente en alguna forma hacia otro ser humano, ser o
creatura viviente. No podemos sentir paz Y simultáneamente forzar nuestra
voluntad sobre otros. No podemos sentirnos en paz Y simultáneamente imponer que
nuestra religión es la única forma correcta para comulgar con lo que sea que
Dios signifique para nosotros. No podemos sentir paz Y simultáneamente tomar
partido en cualquier conflicto.
La paz también requiere voluntad
para liberar. El precio de sentirse en paz AHORA – en este momento – siempre
está determinado por nuestra voluntad para integrar heridas perpetradas en el
pasado. Esto se debe a que cualquier cosa que esté pasando dentro de nuestra
experiencia de vida en este momento, que nos inhibe para entrar a la conciencia
sensible de la paz, siempre tiene que ver con algo que sucedió en el
pasado.
Justo ahora, en este momento, si lo
elegimos, somos bienvenidos para sentir paz.
La verdadera pregunta que tenemos
que hacernos es: ¿Realmente buscamos paz? Esto podría parecer una pregunta obvia
con una respuesta igualmente obvia – pero no lo es. La mayoría de nosotros
podría responder inmediatamente que elegimos la paz, pero en un extremo, también
nos sentimos justificados para elegir sentir que tenemos la razón, sentirnos
vengados o sentirnos en control – en lugar de sentirnos en
paz.
La realidad es que nadie se
interpone entre nosotros y el sentimiento de paz. Podemos experimentar este
sentimiento justo ahora. La paz es una resonancia sensible que ya ha sido creada
por lo que sea que Dios signifique para nosotros, no es algo que algún día
haremos los seres humanos. Sin embargo, ¿nos levantamos cada día y elegimos
sentir la paz que ya ha sido creada para nosotros, o estamos todavía
erróneamente esperando porque alguien ‘haga que la paz nos
suceda’?
La paz solo existe en el mundo
cuando elegimos sentirla ahora dentro de nuestra propia experiencia, mientras
nos movemos a través del mundo. No existe otra forma de encontrarla
auténticamente.
Si no nos estamos sintiendo en paz
en este momento, se debe a que no estamos eligiendo sentirla. Es así de simple.
Si nos unimos al flujo actual de las masas y nuestra experiencia personal se
deteriora en un conflicto creciente, es probable que estemos eligiendo
indignantemente tener la razón o tomar partido en algún drama humano, en lugar
de sentir paz. Recuerden la expresión es, “Que la paz sea contigo”, no “Que la
paz sea con ellos”.
Recuerden también que estar en paz
no es ni puede ser una experiencia vivida como una actividad de grupo
organizado. Siempre es una elección hecha a través de abrazar un nivel maduro de
responsabilidad personal. No podemos vivir la paz votando por ella, forzándola,
ganando más dinero para comprarla, o tomando lados para imponer nuestra versión
de la verdad. Solo podemos recibir una conciencia sensible de ella como una
experiencia directa, al elegir conscientemente sentir y vivir desde adentro esta
resonancia lo mejor que podamos a lo largo de cada día. Si no elegimos
personalmente sentirla, no entra a nuestra experiencia. Solo cuando la elegimos
como “un sentimiento que cargamos conscientemente dentro de nuestro propio
corazón” entonces irradia hacia fuera e impacta la cualidad de nuestro
pensamiento y nuestras acciones.
En este momento, conforme las masas
del mundo se tropiezan inconscientemente en el caos y el conflicto crecientes,
no hay nada más importante que mantener una conciencia personal de lo que es
realmente la paz. Nadie nos va a pagar por estar en paz. Nadie nos va a dar una
palmada en la espalda ni va a escribir sobre nuestra paz en un diario. Nadie nos
va a dar el Premio de la Paz y ni nos va a ofrecer una conferencia de prensa
sobre ella. La paz auténtica no va a ser sujeto de noticias en un mundo que
todavía cree erróneamente que ‘la paz es algo que tiene que
hacerse’.
La paz es una condición sensible
callada, calmada y elegida, resonando dentro del corazón
individual.
Cuando somos capaces de despertar e
iniciar cada día recordando elegir sentir paz – aunque sea solo en partes del
nuestro día – entonces estamos sirviendo a la humanidad al mantener la luz clara
de la sanidad en el mundo, cuando las masas están perdiendo completamente la
visión de ésta.
Son bienvenidos a caminar en este
día en paz. La paz es un regalo de la Voluntad de Dios para todos, no es el
resultado de ninguna declaración humana. Su resonancia sensible es una elección
personal del corazón, no un derecho político logrado a través de ninguna
organización.
La paz está disponible como una
experiencia dentro de ti y de mí, justo ahora. Es nuestra para elegirla. Siempre
va a ser experimentada solo a través de la
elección.
Michael
Brown
www.thepresenceportal.com
Traducción al español: Claudia
Cuesta, http://www.reskarendaya.com
Nota del traductor: Estas traducciones
están registradas en derechos de autor, está prohibido su uso con fines de
lucro.
Michael Brown es autor del excelente
libro EL PROCESO DE LA PRESENCIA. Puedes adquirirlo haciendo click aquí
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Nota
en amor y respeto a todos :
Deseo dejar plasmado en cada mensaje cuán
importante es que cada uno aplique
su DISCERNIMIENTO en todos los mensajes
que reciben día a día, aún los
que yo misma distribuyo, puesto que cada quien
debe tomar lo que sea
necesario para el momento que viva, y algunos mensajes
simplemente se irán
a la papelera de su computadora, pero otros, les darán
una buena GUIA
en este tiempo de tantos cambios y movimientos.
Tomen
lo que les resuene y sirva, lo que no, deséchenlo, y ante todo
recuerden que
el Poder se encuentra dentro de cada uno.
En el Nuevo Paradigma ya no
somos seguidores de Gurúes, Maestros Espirituales,
etc., lo único que debemos
seguir es nuestro corazón, nuestro DIOS interno,
nosotros mismos somos
nuestros guías, nuestros maestros,
TODO ABSOLUTAMENTE TODO ESTA DENTRO
NUESTRO.
Siempre disciernan sin juicio, sin crítica.
El Manantial del
Caduceo -
Difusión
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