SALÓN DE LOS ESPEJOS.
Diego y Calderón mandan al diablo
a las instituciones. Ciro Gómez Leyva titula así su editorial
de hoy, 25 de mayo 2010. Y la termina diciendo: Y como para rematar,
con un discurso que envidiaría López Obrador, el presidente Calderón
dijo ayer, que la justicia en México es para el mejor postor. Y que
una reforma penal sería inútil con la corrupción imperante.
¿Pues quién se hace cargo del país? País de puros denunciantes,
puros opositores. Con razón todos mandan al diablo a las instituciones.
Estamos viviendo la etapa que los mayas
llaman, el salón de los espejos. Que es cuando la mentira institucionalizada
se encuentra de frente a sí misma y el espejo falso de la doble
moral se rompe.
Y la luz, pública, nos revela la verdad
oculta.
La serpiente mordiéndose la cola: señal
milenaria que anuncia un cambio de paradigma.
Hasta los políticos están reconociendo,
por fin, la existencia de una verdad superior: la ciudadana. Las instituciones
en México están invadidas del cáncer de la corrupción de la cabeza
a los pies. Su derrumbe es inminente.
Es la transformación de la serpiente
en águila. El despertar de una nueva conciencia colectiva.
Si ni el presidente del país cree en
el sistema de justicia, ¿entonces cómo vamos a ganar una guerra contra
el crimen? Es el perro tratando de morderse su propia cola.
La mentira institucional exhibida a
la luz pública luce lo bastante absurda como para ya no ser creída
por casi nadie. El sistema es un conjunto de creencias, cuando éstas
dejan de creerse, el sistema muere para transformarse.
Muere la mentira institucional en los
brazos de la verdad superior. Y se instaura un nuevo régimen de unidad.
La unión es el poder ciudadano. Y la paz su recompensa.
Es el vuelo del águila. El despertar
mundial de la nación mexicana.